Sobre las elecciones en Ademys

Al cierre de esta edición, el martes 29 de noviembre se van a desarrollar las elecciones en Ademys, en donde se descuenta el triunfo de la lista Multicolor. Dejamos unas reflexiones sobre el evento.

Ademys es el segundo sindicato docente porteño detrás de UTE. Suele estar identificado con el activismo sindical de izquierda, más allá de lo cual cuenta con peso en varias escuelas, especialmente en inicial y primaria. Sobre todo en momentos en que las luchas se desarrollan con mayor profundidad, tiende a sostener posiciones que desnudan la tibieza de la conducción celeste de la UTE. Por ello sus elecciones son un elemento político a tener en cuenta.

Hace ya algunos años viene siendo conducido por la lista Multicolor. Y si bien supo tener una conformación más amplia, en esta oportunidad solo reflejará a las corrientes docentes del FITU, habiendo dejado el espacio otras agrupaciones y viéndose otras impedidas de integrar dicha lista. Así, la elección del 29 tendrá cuatro listas, todas de izquierda.

Esto comenzó con el armado del cronograma electoral, en donde las corrientes de la Multicolor hicieron una campaña de denuncias cruzadas, Tribuna Docente-PO de un lado y Lista de Maestrxs-IS y 9 de Abril-PTS del otro. El método de privilegiar la disputa interna, que no es una novedad en el gremio, se impuso otra vez, haciendo que la Haroldo Conti abandonara el espacio. Este resultado es lo que pasa cada vez que el FITU traslada su interna a un espacio unitario. Esta vez, el rehén es Ademys.

Por supuesto que cualquier integrante del gremio tiene el derecho democrático de presentar su lista en base a sus planteos. Pero la reflexión que cabe aquí es qué debate se le está llevando a la docencia que bancó las medidas de fuerza, en especial los paros de los últimos tres meses que arrancaron un cierre de paritaria relativamente digno. ¿Vamos a discutir cómo organizarnos para que el salario deje de perder contra la inflación, para frenar la precarización laboral que avanza cada vez más, para pelear por infraestructura acorde a nuestra tarea, para parar el vaciamiento de la ObSBA, para dejar de regalar la formación de nuestros pibes con las pasantías truchas? ¿O vamos a discutir los matices dentro de la izquierda? La respuesta a esta pregunta puede dirigir a una verdadera apuesta de masas o reducir el debate a los círculos activistas. En el medio está en juego disputarle la conducción de la docencia al kirchnerismo de la Celeste de la UTE, que oscila entre la tibieza y la capitulación lisa y llana.

En función de ello, y más allá del casi seguro triunfo Multicolor, no nos pronunciamos por ninguna lista, en la apuesta de que la organización por abajo motorice una movilización que ponga los ejes donde deben estar.

Facundo Palacios