Secundaria del Futuro I Retroceso parcial del gobierno

En la polémica por la implementación de la llamada “Secundaria del Futuro”, el gobierno de la CABA dio un primer paso hacia atrás.
Las tomas de más de 20 escuelas fueron el detonante de una situación que de entrada se anunciaba insostenible. La medida de lucha fue levantada sin conseguir su principal reivindicación, que era suspender la implementación de la SF. Sin embargo, pusieron a la luz el rechazo al proyecto que se estuvo incubando entre las autoridades de las escuelas, que se plasmó en una declaración firmada por directivos de decenas de colegios pidiendo su suspensión, incluidos casi todos los que el año que viene serán “piloto”.
Visto este descontento, la ministra Acuña no se declaró derrotada -la reforma sigue en pie- pero retrocedió sobre varios de sus pasos. De toda la batería de cambios que iba a traer el proyecto, en concreto en 2018 solo se avanzará con la articulación de las materias de la misma área. También se reprogramaron de aquí a fin de año jornadas institucionales previstas en el calendario académico y suspendidas unilateralmente por el gobierno tras los paros de principio de año. Uno de los puntos más controversiales, el del trabajo en 5° año, lo patearon hacia adelante, argumentando que todavía está “en estudio”. Al mismo tiempo, Acuña tuvo una reunión con los gremios docentes en la que se firmó un acta que garantiza la continuidad laboral de todos los profesores más allá de posibles cambios.
En la búsqueda de acelerar los ritmos de la reforma, el macrismo no se dio tiempo de convencer a los integrantes de equipos directivos de las escuelas. Incluso a nivel de las supervisiones hubo rechazos. En este marco, un cambio de fondo es simplemente impracticable.
Lo llamativo es que no se trata de un sector de la educación que le haya sido particularmente esquivo al gobierno. Es razonable pensar que por falta de pericia los mandos ministeriales hayan subestimado el tema. También, que la ansiedad por hacer negocios con el presupuesto público hizo lo suyo: como se viene denunciando desde Ademys, entre otros sectores, el tema de las plataformas educativas virtuales es una tajada muy jugosa que involucra a las ONGs educativas, que ya vienen trabajando con el macrismo en todo lo relativo a elaboración de documentos y cursos de capacitación.
Que el macrismo haya retrocedido en esta primera escaramuza no significa que su proyecto de reforma del secundario haya naufragado, ni mucho menos. Siguen trabajándolo con ofensiva. Sin ir más lejos, el 5 de octubre se realizó el Foro de Calidad Educativa, del que participaron funcionarios de gobierno nacional y de la CABA (el cierre estuvo a cargo de Acuña) junto con representantes de universidades privadas, del Banco Mundial y de ONGs internacionales.
Allí se insistió con la campaña de propaganda alrededor de una supuesta necesidad impostergable de reformar la secundaria, basada en argumentos que recogen los peores prejuicios sobre la escuela, a los que les contraponen vaguedades tales como “la innovación”, “las nuevas realidades”, “los desafíos del mundo actual” y cosas por el estilo. Más en concreto, en el Foro se atacó con la misma furia de los últimos años la supuesta falta de capacitación de los docentes, y se puso como ejemplos a seguir los sistemas educativos de Chile y de México (por supuesto, sin hacer referencia a las luchas derivadas del masivo rechazo que existe en ambos países).
A ello hay que sumar la campaña mediática de promoción de esta reforma. Respecto del tema del trabajo en 5° año, fue particularmente Clarín el que tomó la posta. En un artículo del 10/09/17, “Educación para el trabajo: el incierto desembarco de la escuela en la empresa”, se reseñan las experiencias que ya existen de prácticas educativas de estudiantes técnicos en empresas. Allí se explayan a sus anchas representantes de Ternium Siderar, Nestlé, Dow, Bayer, Siemens, Volkswagen, Samsung… Por si quedaban dudas sobre quiénes son los beneficiarios de las “prácticas formativas” del PRO.
Recapitulando: la “Secundaria del Futuro” viene impulsada por organismos multilaterales de crédito, ONGs internacionales, multinacionales y empresas de ventas de plataformas virtuales. Detrás de las supuestas reflexiones críticas de los documentos oficiales lo que se esconde es la precarización de la escuela en su conjunto, tanto en las condiciones y posibilidades de aprendizaje de los estudiantes, como en las condiciones laborales de los docentes. Por eso la insistencia en que los alumnos “no aprenden nada” y los docentes no serían capaces de revertir la situación. Es decir, la culpa se descarga sobre los protagonistas de la escuela. La precariedad en infraestructura, la miseria de los salarios, la ausencia de docentes en algunas áreas, la falta de vacantes profundizada por la inscripción on line -todos temas derivados de la baja en el presupuesto educativo-; sumados a los problemas con que los estudiantes llegan a la escuela -en su inmensa mayoría, derivados del aumento de la pobreza-, parecieran no ser temas relevantes a la hora de pensar cómo funciona hoy la escuela secundaria.
Apoyados en este primer retroceso del gobierno, hay que continuar la lucha hasta hacer fracasar esta reforma, defendiendo la educación pública al servicio de las necesidades del pueblo y los derechos laborales de quienes trabajan en ella.
Facundo Palacios