San Martín, Libertador de América

Domingo, 21. Agosto 2022
San Martín, Libertador de América

El 17 de agosto se conmemora un nuevo aniversario de la muerte del general José de San Martín, uno de los símbolos de la Independencia nacional y americana.

José Francisco nació en Yapeyú el 25 de febrero de 1778. Seis años más tarde, luego de una breve estadía en Buenos Aires, se radicó con su familia en España, donde comenzaría sus estudios para luego ingresar al ejército español haciendo carrera en el regimiento de Murcia. Fue este el inicio de una brillante y vertiginosa carrera militar que tendría su bautismo de fuego en el sitio de Orán (1791); 13 años tenía entonces. Más tarde intervino en las guerras del Rosellón (1793) y de las Naranjas (1801), mereciendo sucesivos ascensos por su actuación; en 1803 era ya capitán de infantería en el regimiento de voluntarios de Campo Mayor. Cuando la invasión napoleónica de la península dio lugar a la Guerra de la Independencia Española (1808-1814), su arrojo contra los invasores franceses en la batalla de Bailén (1808) le valdría ser nombrado teniente coronel de caballería.

Poco después de estallar los focos revolucionarios en América, San Martín reorientó su vida hacia la causa emancipadora. Con un fuerte sentimiento de identidad americana e ideario liberal, solicitó la baja en el ejército español. En 1811 se trasladó a Londres, donde asistió a las sesiones de la Gran Reunión Americana, fundada por Francisco de Miranda, que fue la organización madre de varias otras esparcidas por América con idénticos fines: la independencia y organización de los pueblos americanos.

Con 34 años, en 1812 retornó a Buenos Aires donde se puso al servicio del gobierno de las Provincias Unidas. Se le encomendó la creación del Regimiento de Granaderos a Caballo, que tuvo su bautismo de fuego en el combate de San Lorenzo en 1813. Al año siguiente se le encargó la jefatura del Ejército del Norte, en reemplazo del general Manuel Belgrano maltrecho por las derrotas sufridas en Vilcapugio y Ayohuma. 

Fue en este contexto que concibió su plan continental, comprendiendo que el triunfo patriota en la guerra de la independencia hispanoamericana solo se lograría con la eliminación de todos los núcleos realistas.

El cruce de los Andes

Nombrado gobernador de Cuyo (1814-1817) y con pobres recursos, puso en marcha el proyecto que habría de dar un nuevo giro en la guerra en el momento más difícil para la causa americana, ya que la mayor parte de los focos revolucionarios estaban vencidos. Tras organizar al Ejército de los Andes San Martín decidió apoyarse en Bernardo O'Higgins, con quien preparó el plan: invasión de Chile cruzando la Cordillera de los Andes para luego desembarcar en el Perú. 

Con las victorias en las batallas de Chacabuco en febrero de 1817 y de Maipú en abril de 1818 lideró la emancipación chilena. La Asamblea constituida proclamó la independencia del país y le nombró director supremo, cargo que declinó en favor de O'Higgins. 

San Martín comprendió que para sacudir el yugo español del continente era preciso conseguir el dominio naval del Pacífico. Los esfuerzos entonces se centraron en la organización de la gran escuadra. Viajó a Buenos Aires a fin de solicitar lo necesario para la campaña; sin embargo, lo que recibió fue la oferta de intervenir directamente en las disputas internas del país, cosa que rechazó. La flota fue financiada por Chile, lo que permitió continuar con las campañas de liberación. La escuadra zarpó de Valparaíso el 20 de agosto de 1820, transportando un ejército de 4.500 hombres, y desembarcó en la playa de Paracas. San Martín ocupó Lima y proclamó solemnemente la independencia el 28 de julio de 1821, pese a que el ejército realista aún controlaba gran parte del territorio virreinal.

Hostilizado por los españoles que se habían hecho fuertes en las montañas, con su ejército desgastado por la prolongada campaña, la falta de dinero, las diferencias políticas y con su poder minado por las disensiones entre los patriotas, San Martín hubo de sostener una lucha constante. 

La ocupación de Guayaquil, ciudad reivindicada por Perú, fue el motivo inmediato de su célebre entrevista con Simón Bolívar en julio de 1822, en la que habría de tratarse el futuro del continente y cuyo contenido exacto es aún objeto de múltiples discusiones. Allí le cedió al otro libertador su ejército y la meta de finalizar la liberación del Perú. Ante la creciente oposición peruana a su política, convocó el Congreso y presentó la renuncia a su cargo de Protector el 20 de septiembre de 1822, dos años antes de que la victoria de Ayacucho pusiera fin definitivamente a la dominación española en Perú y en todo el continente.

El retiro

San Martín había decidido retirarse; consideraba cumplido su deber de liberar a los pueblos y no quiso participar en las luchas intestinas por el poder. En octubre de 1822 llegó a Chile; en verano de 1823 cruzó los Andes y pasó a Mendoza con la idea de establecerse allí, apartado de la vida pública. Pero las muchas críticas adversas que le atribuían aspiraciones de mando y el fallecimiento de su esposa lo determinaron a partir en febrero de 1824 rumbo a Europa. Residió un tiempo en Gran Bretaña y de allí se trasladó a Bélgica, donde vivió modestamente. Hacia 1827 se deterioró su salud, resentida por el reumatismo, y su situación económica: las rentas apenas le llegaban para su manutención. Luego de dos frustrados intentos de retorno al país, se instaló en París en 1831, radicándose en Boulogne-sur-Mer en 1848, donde moriría dos años después.

Dejó para la Historia su agudeza para determinar el blanco principal -el colonialismo español- y su capacidad política para unificar a todos los sectores unificables en esa pelea. Sumado a su gran experiencia militar, dio por resultado a uno de los más grandes hombres de la revolución burguesa del siglo XIX.

Ramiro Ricardi

Domingo, Agosto 21, 2022 - 22:15

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