Rosario - La deuda es con la educación

El miércoles 4 de octubre se realizó una marcha en defensa de la educación pública, donde se dio el encuentro de varios sectores políticos.

Es fundamental analizar cómo se compuso la movilización y a que respondió la presencia de cada sector. Lo primero a destacar es que fue una genuina movilización con mucha gente tomando la calle porque entiende que con el nivel de ajuste actual que golpea los salarios y la permanencia de los estudiantes en la facultad no se puede seguir. Una parte cierra a veces con disgusto en que la salida de la crisis vendría de la mano de Massa. Hay un número que sabe que son poco prometedoras las propuestas de los tres candidatos con posibilidades de ser presidente, algunos con discursos negacioncitas y de libre mercado que generan repugnancia.

La marcha se construyó durante todo el mes de septiembre con distintos procesos asamblearios, algunos impulsados por las gestiones de las facultades y el propio Rectorado y luego a la hora de la movilización desobligaron a los estudiantes para que puedan participar. Trabajando de conjunto entre sectores del radicalismo y del peronismo, con la intención principal de unificar un golpe al candidato libertario, en el lado de los radicales vienen de ganar seis centros de estudiantes, la FUR, la ciudad de Rosario y la provincia de Santa Fe; no van a tener problema de abandonar el barco si no llegan a pasar al balotaje con JxC, pero tienen con qué jugar el partido hasta que eso suceda. Por el lado del sector peronista de las gestiones fue un cierre detrás del voto a Massa como salida.

Las agrupaciones estudiantiles tuvieron distintos roles. La mayoría de los centros de estudiantes en la UNR los maneja la Franja Morada, que apoyó las asambleas impulsadas por las gestiones de las facultades. Por el lado de las organizaciones peronistas no dijeron nada por fuera de votar a Massa como salida. No sorprende pero preocupa que las organizaciones del campo popular como Alde y Pampillón fueran furgón de cola de Unión por la Patria, rol que vienen jugando hace rato, pero que los llevó en la asambleas a directamente sumarse a los discursos de la gestión y el peronismo. Con los compañeros independientes y otras agrupaciones los compañeros de la TUPAC se sumaron a las asambleas tratando de poner el acento en el contexto actual de ajuste que lleva adelante el gobierno siguiendo los esquemas del FMI. Donde lo principal no es el voto a Massa como salida sino recuperar la calle, construir espacios de asamblea genuinos de donde salgan respuestas para pelear junto con los trabajadores.

Los compañeros de la Corriente Sindical Jorge Weisz también se sumaron a la tarea participando en las asambleas de CONICET y COAD, impulsando la discusión en relación a los magros salarios y la precarización en la que se encuentran investigadores y docentes universitarios. Teniendo resultados favorables a la hora de abrir la discusión y donde el cierre no vino por el lado del voto sino por sumarse a una movilización contundente y para eso llevar la discusión a los compañeros de trabajo y a los estudiantes en caso de los docentes.

La concreción de una movilización de varias cuadras con muchas personas que no responden orgánicamente a las gestiones o armados de los frentes electorales tiene que ver con lo que se viene gestando desde abajo. El malestar que se vive día a día está buscando carriles por los que salir y no encuentra en la promesa del ministro de Economía la seguridad de que el futuro va a ser mejor, por tanto se comenzaron a volcar a la calle para construirlo codo a codo con los otros sectores del pueblo.

Es ahí donde hay que aportar el programa político. La salida a esta crisis va a ser con la lucha popular a la cabeza. El ajuste hay que hacerlo sobre los monopolios extranjeros y locales, recuperando la banca el comercio exterior y los recursos estratégicos, suspendiendo el pago al FMI hasta que se investigue esa deuda fraudulenta. De esa forma avanzando con un programa integral es que podemos hacer un cambio también en la educación, para que se ponga al servicio del desarrollo de la industria nacional, que contemple las necesidades populares y apueste por una ciencia y técnica que aporte en estos objetivos. Que garantice un salario digno para sus docentes e investigadores. Becas y comedores que den permanencia y egreso a los estudiantes.

Estefanía Ramos