Reformas educativas en CABA | Profundizar la lucha contra la “Secundaria sin futuro”

A casi dos años de la implementación de la Secundaria del Futuro en CABA, las y los trabajadores de la educación, estudiantes y la comunidad educativa siguen oponiéndose a su aplicación, exigiendo que se anula al gobierno de Horacio Larreta y su ministra de educación Soledad Acuña.

Oportunamente fue denunciada junto con la Nueva Escuela Secundaria (NES) como una reforma laboral y educativa orientada al refuerzo de la precarización laboral docente y al intento del gobierno de imponer una formación al servicio del mercado.

Once años de gestión del PRO, a partir del 2015 en consonancia con su triunfo en las elecciones nacionales, permitieron el avance en la implementación de reformas y políticas de precarización de carácter privatizantes en el sistema educativo del nivel secundario de la CABA.

Similar a lo ocurrido con la UNICABA en cuanto a su carácter inconsulto, la respuesta de rechazo a la Secundaria del Futuro en el 2017 se hizo escuchar por un amplio sector de docentes, estudiantes y de la comunidad educativa que se dispuso a realizar tomas, asambleas, marchas y cortes de calle para frenarla. Sin embargo, la reforma logró implementarse en el primer segmento de las llamadas “escuelas piloto” (escuelas seleccionadas para su aplicación inicial).

Durante todo septiembre y ante el alerta de su continuidad e implementación en el 2020, las asambleas por escuelas lograron visibilizar la necesidad de profundizar la lucha a contramano de la quietud de ciertos sectores sindicales.

La NES fue la antesala de la Secundaria del Futuro. La gestión de Larreta, Acuña y sus aplicadores no sólo no contemplaron las condiciones y necesidades inmediatas materiales, sociales y educativas de las instituciones afectadas, por lo cual, en los últimos meses la expresión de rechazo y malestar aumentaron cuando desde los supervisores ministeriales comenzaron a confirmar su continuidad en el 2020.

¿Qué implica en los hechos la reforma?

La reforma impuso la transformación del trabajo docente en el aula, significó para la docencia directamente afectada en la actualidad (primero y segundo año del ciclo básico de la NES) menos horas de clases con la correspondiente reducción de sus contenidos, la estandarización evaluativa y de los procesos de planificación, junto con propuestas de mejoras de aprendizajes en escuelas sin recursos, tiempo y horas docentes acordes. Las condiciones de trabajo de las y los docentes directamente afectados transformó su rutina negativamente y precarizó sus prácticas a partir de la imposición de plataformas digitales, incrementando el sistema de control y vigilancia de los procesos de trabajo y la tarea. La reforma impone propuestas pedagógicas, estandarizadas y conductistas, atacando seriamente la libertad de cátedra y el trabajo basado por necesidades.

Los altos índices de repitencia, que tanto en los discursos del gobierno se preocupan en demonizar a la juventud, a la docencia y al viejo sistema por “devaluado”, resultó el caballo de batalla para fundamentar la SF. A casi dos años de su implementación se desconocen los resultados oficiales, con profunda preocupación de su retroceso.

El rechazo no espera a octubre

Las asambleas  contra la Secundaria del Futuro en las escuelas piloto de la CABA rechazan los valores de sujeto emprendedor impuestos, poner las habilidades y talentos por encima de las necesidades de los alumnos y alumnas, cuando ya es conocido que uno de cada dos jóvenes pasa hambre en nuestro país. Rechazan la individualización de la vida social y sus principales problemas (desocupación, pobreza, desigualdad) que apuntan a reforzar un modelo de sujeto sobre la base de “sálvense quién pueda”. Una reforma de estas características, que impulsa una educación secundaria al servicio de los negocios y el mercado requiere de una lucha cada vez más amplia y contundente.

Por su parte, la conducción de UTE – CTERA, habiendo condiciones en las escuelas para dar la pelea contra esta reforma, llaman a la especulación electoral y a un rechazo discursivo, mientras que, en los hechos continúa el plan de aplicarla el próximo año y aunque fragmentada también logro implementarse este año en las escuelas piloto.

Es necesario profundizar la organización en las escuelas, abrir el conflicto a la comunidad educativa para continuar dando de conjunto la pelea contra la pauperización de la educación que en Ciudad, la gestión Cambiemos intenta imponer.

Expandir y profundizar la lucha hasta hacer caer esta reforma antieducativa, es el principal y gran desafío.     

Melody López