La situación de emergencia en los barrios es verdaderamente preocupante, la inflación, el ajuste, el aumento en el transporte y productos de la canasta alimentaria, las suspensiones, sumado a los... Ver más
Por el derecho al arte, el conocimiento y la información cultural
Las políticas culturales de los gobiernos de derecha y neoliberales siempre fueron las mismas: se trata de desfinanciar y cerrar todos los organismos de la actividad artístico cultural existente y de destruir nuestras industrias culturales, dando lugar a las corporaciones internacionales del entretenimiento, hecho que termina por dejar sin trabajo a centenares personas.
El gobierno de Javier Milei, con la excusa del ordenamiento económico, intentará vaciar no sólo las entidades que financian los distintos proyectos culturales, sino también as creaciones artísticas populares, intelectuales y críticas que pongan en el tapete todas aquellas denuncias que muestren las necesidades del proletariado y el saqueo de los recursos soberanos del país.
Como contraposición, los trabajadores y trabajadoras del arte y las culturas, como gestores y generadores de las mismas, merecen y tienen el derecho a participar en las decisiones y acciones del Estado en las políticas artísticas y culturales, como así también hacerlo en las decisiones de los distintos organismos existentes y a crearse.
Porque son los pueblos los que se reconocen a sí mismos en el arte popular, en ese arte que habla de su sufrimiento y su bronca, de su tristeza y su lucha, pero también de su belleza y su alegría. Este arte tiene hoy expresiones diversas, desde el teatro comunitario, las murgas barriales, los muralistas del arte callejero y muchos colectivos de poetas, actores, músicos y plásticos. Desde las radios no comerciales, los periódicos y revistas independientes, etc.
En estos tiempos de incertidumbre y zozobra, en donde el hambre se hace presente en millones de mesas, nuestra tarea es el estudio y la formación permanentes, el vínculo directo con los trabajadores y la fusión con los desposeídos deben ser nuestras mejores armas en esta batalla larga y desigual. Convertirnos en grandes alumnos para ser después pequeños maestros y llevar nuestro arte a las barriadas, a los centros culturales y clubes de barrio, a las fábricas en conflictos y a las movilizaciones.
Apostar a la organización a través de colectivos artísticos, escuelas de formación, etc., impulsando la creación colectiva, los talleres de teatro, literarios, de alfabetización, la realización de murales, muestras plásticas, y toda actividad cultural que sea posible.
Carlos Ruiz
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