Petróleo, entrega y soberanía

Domingo, 13. Febrero 2022

A fines de diciembre el gobierno dio vía a la resolución 436/21, en la que habilita la exploración hidrocarburífera en las costas bonaerenses. El rechazo se hizo sentir de manera inmediata a partir de movilizaciones con foco en Mar del Plata que se replicaron en otros puntos del país con la consigna de #Atlanticazo.
La Secretaría de Energía, con la firma del ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Juan Cabandié, habilitó a un conjunto a la empresa noruega Equinor, junto con la británica Shell y en asociación con YPF, a realizar estudios geológicos para analizar la presencia de hidrocarburos en el lecho marino que corresponde a la zona Cuenca Argentina Norte (CAN).
La exploración consiste en el estudio 2D, 3D y 4D de los bloques CAN 108, CAN 114 y CAN 100 para hallar hidrocarburos. El punto que permitió avanzar con esta medida fue la Declaración de Impacto Ambiental facilitada por la Secretaría de Energía de la Nación. Con el discurso de la soberanía energética, la apuesta del gobierno de Alberto Fernández es darle continuidad a las medidas tomadas por el macrismo: desde 2018 se viene trabajando con este objetivo, a través del decreto 872/18 que otorgó los permisos de exploración de hidrocarburos en zonas off-shore con potencial hidrocarburífero, el cual fue prorrogado por el actual gobierno el año pasado. Según el secretario de Energía Darío Martínez, “es una muy buena decisión en función de un esquema nacional y de una economía que sigue creciendo… es fundamental seguir creciendo en un país donde se asegura la soberanía energética.” Crecimiento y soberanía, conceptos detrás de los que se pretende esconder la entrega de nuestros recursos a las multinacionales.
Las explotaciones off shore no son novedad. Se realizan en el Mar Argentino desde la década del ´70. Tampoco son nuevas las concesiones a los capitales extranjeros. Equinor es uno de los mayores operadores off shore en el mundo, y en nuestro país tiene desde 2017 licencias en Vaca Muerta, además del proyecto Guañizuil II de parque solar en la provincia de San Juan. Desde 2019 cuenta con la licencia de ocho bloques repartidos por cuencas, tres en el norte, en la Cuenca Argentina Norte (CAN), y tres en el sur, en las Cuencas Austral (AUS) y Malvinas Oeste (MLO). El último bloque que adquiere con esta resolución es el bloque CAN 100, ubicado a 307 km de Mar del Plata, que comprende un área de 15.000 km2, siendo el más grande: Equinor posee 35% de la sociedad, YPF otro 35% y Shell un 30%.
El dato novedoso es que el CAN 100 se encuentra a más 1500 metros de profundidad. Nunca se realizó exploración off shore a tal profundidad, que aumenta los riesgos en relación a la misma actividad en lo que se llama aguas someras (de hasta 100 metros). Este elemento, junto a la notable cercanía a las costas bonaerenses, genera una enorme preocupación por las consecuencias ambientales que estas exploraciones sísmicas dejarían. Las plataformas costa afuera son estructuras flotantes para extraer petróleo y gas desde el fondo del mar. Previo a realizar la perforación se instalan los barcos de exploración sísmica, que consisten en cañones de aire comprimido y sensores flotantes que permiten captar las ondas que emiten bajo la superficie marina, facilitando la tarea de rastrear en el fondo del mar y en el subsuelo la presencia de hidrocarburos, para las tareas de explotación que se lleva a cabo con estas plataformas.
La zona costera se vería afectada por la realización de estas actividades, ya que la infraestructura necesaria es enorme -construcción o ampliación de puertos, refinerías, centros de acopio, ductos y caños, etc- y se pisaría con las actividades que se desarrollan en la zona ligadas a la pesca y al turismo.
Además está el impacto sobre los ecosistemas marinos y la fauna oceánica. Además del daño que se causaría en condiciones óptimas de operación, está latente la posibilidad de accidentes con consecuencias de muy largo plazo.
A pesar de ello, la empresa presentó un estudio de impacto ambiental que sale al cruce de estas objeciones. La posición del gobierno es de total apoyo. Ya lo dijo el Ministro de Industria Kulfas: “Estamos absolutamente a favor del desarrollo de la actividad petrolera off shore con los resguardos ambientales necesarios”. Para apuntalar este punto de vista, se le viene dando lugar a una batería de científicos, intelectuales y periodistas que pretenden ubicar a la defensa del medio ambiente como una expresión de atraso, contrapuesta al avance pujante de la ciencia: una vulgaridad propia de alachuetes, con la vergüenza adicional de poner como excusa la necesidad de divisas para pagarle al FMI. A este respecto, vale aclarar que las regalías que recibiría el Estado serían del 6%, siendo que en la actualidad están en el 12%, de las más bajas de la región.
La defensa del medio ambiente es la pelea por la defensa de recursos que le pertenecen a la nación y al pueblo. La conducta depredadora de las multinacionales no repara en gastos a la hora de extraer los recursos estratégicos de nuestro suelo -en este caso petróleo, pero vale para el gas, el oro, el litio, etc. La contaminación de nuestros mares, ríos y suelos redunda en una peor calidad de vida, afectando tanto la salud como distintas actividades económicas. Por otra parte, la biodiversidad también es parte de la riqueza de nuestro pueblo, que en estos casos se ve afectada por los intereses económicos de los monopolios.
Es de destacar, a su vez, el lugar que ocupa YPF en todo esto. La empresa de mayoría estatal se asocia a las multinacionales para promover el saqueo. Con los recursos del Estado al servicio del gran capital, no se revierte el neoliberalismo ni se rompe con la dependencia. La soberanía es otra cosa.
Soberanía es la voluntad popular movilizada que se expresó en Chubut a fines del año pasado, enfrentando a quienes traicionaron su mandato, desde el gobernador Arcioni hasta los legisladores. Es desde ese lugar que peleamos por la nacionalización de los recursos naturales y estratégicos, para que los trabajadores y el pueblo decidan cómo utilizar las riquezas del país, en función de un modelo de desarrollo de bienestar para las mayorías. Un proyecto imposible de aplicar sin romper las cadenas de la dependencia y sin liquidar la gran propiedad monopólica. Este es el camino que proponemos transitar para que las riquezas nacionales sean usufructuadas por su verdadero dueño, el pueblo argentino.
Janis GarciaAl cierre de esta edición, el Juzgado Federal n°2 de Mar del Plata hizo lugar al amparo presentado por organizaciones ambientalistas. Ello implica la suspensión del proyecto aprobado por el ministerio de Ambiente, agregando que Equinor “deberá abstenerse de iniciar las tareas de exploración vinculadas al proyecto referido hasta tanto se dicte sentencia definitiva en estas actuaciones”. Se trata de un triunfo en la lucha por la defensa de nuestro mar, aunque no definitiva: la movilización popular debe continuar hasta derrotar definitivamente este proyecto.

Domingo, Febrero 13, 2022 - 22:45

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