Persiste el clima de lucha docente en las Universidades Nacionales

Con pocas modificaciones en la oferta original, tras cinco encuentros de la mesa de negociación salarial, el Gobierno dio por concluidas las negociaciones una vez que CONADU, UDA, CTERA Y FEDUN firmaron el acta. Sólo CONADU Histórica y FAGDUT rechazaron el ofrecimiento.

El acuerdo incluye un incremento del 16,5% en junio y 10% en agosto y adicionales del 2% por aplicación parcial del programa de jerarquización docente, 2% a quienes posean títulos de posgrado y alrededor del 1,5% por recomposición del nomenclador, todo lo cual suma entre 30 y 32% de aumento nominal y alrededor del 17% real cuando se computa la mejora de la masa salarial. Dicho acuerdo tendrá vigencia hasta el 30 de junio de 2015.

Sin embargo, el acuerdo pactado por arriba no cerró para nada entre las bases docentes, quienes se mostraron indignadas.

Varias semanas de lucha, en algunos casos con ocupaciones de sedes rectorales y ministeriales, y paros por tiempo indeterminado o prolongado como en las Universidades de Tucumán, San Juan, Cuyo, San Luis, Río Cuarto y Rosario, evidenciaron un clima de conflictividad no visto desde hace bastante tiempo, el cual sólo cedió ante el advenimiento del receso invernal.

Sin lugar a dudas, la lucha se debe a razones salariales, sin embargo, también pesa un creciente descontento con la política del Gobierno, quien no logró justificar la disponibilidad de fondos para pagar la deuda externa y a la vez mostrarse sin recursos para responder a los reclamos docentes. Tal malestar impulsó la lucha estudiantil, la cual además de ser en solidaridad con los profesores, tuvo motivaciones propias.

Es por tales razones que hacia el cierre de la primera mitad del ciclo lectivo surgieron distintas iniciativas tendientes a lograr un reagrupamiento de las fuerzas y profundizar el frente de lucha docente estudiantil, razón por la cual es probable que se reabra el conflicto y que las autoridades ejecuten las amenazas de descuentos de los días de paro, todo lo cual podría recalentar la situación.

La ineficacia de la burocracia docente para asegurar la paz social es algo que preocupa al gobierno, al igual que la pérdida de predicamento de los intelectuales orgánicos, nucleados en Carta Abierta, quienes permanecieron al margen y sin iniciativas a lo largo de la lucha.

En correspondencia con el escenario de crecientes luchas de los trabajadores, cuando avanza desde abajo la necesidad de un paro activo que enfrente el giro ajustador y entreguista del gobierno nacional, en beneficio de banqueros, multinacionales y las grandes patronales monopólicas, es tarea fortalecer los vínculos de la lucha docente con esa corriente.

J.D.