Otra víctima del narcotráfico

A un mes del asesinato de Javier seguimos pidiendo justicia. El miércoles 3 en el marco de la marcha por la vida y contra la represión nos convocamos en la calle junto a otras organizaciones sociales, tras un breve acto en tribunales marchamos hacia la gobernación.

Si bien uno de los responsables del hecho esta con prisión preventiva y las testigos claves se encuentran protegidos, el “Pandu”, sicario narco, está siendo buscado por la justicia y para los vecinos no es grata su visita en el barrio. No obstante los ataques continúan y los mensajes contra nuestra organización son cada vez más claros. El viernes 6 de marzo nuestro compañero David Muños recibió tres disparos en las inmediaciones de nuestro potrero rebelde, este pequeño grupo de choque organizado bajo el mando del “ Pandu” fue el ejecutor.
Tras haber profundizado la difusión de los acontecimientos de Javier, denunciando la complicidad de los narcos con la policía. Visitamos recitales, bares, plazas y facultades en donde la solidaridad se expresa en una foto con un cartel que pide “Justicia por Javier. Basta de narcotráfico. Defendamos CR (Comunidad Rebelde)”. Personajes como Sara Hebe y Hugo Lobo se han mostrado dispuestas a colaborar. Habíamos planeado el relanzamiento de las actividades de nuestro centro comunitario para el sábado 7 de marzo, contábamos con el apoyo de organizaciones populares y los medios de comunicación. Luego del ataque mencionado la jornada se trasladó a tribunales donde exigimos la presencia del fiscal que lleva adelante la investigación, para luego entrevistarnos con él. “Mientras los asesinatos van por ascensor y la justicia por escalera, necesitamos la detención inmediata del Pandu” esa es la frase que sintetiza el dialogo de los familiares con el fiscal Bianchini.
La responsabilidad del gobierno que administra el estado por ausencia o complicidad es clara. Nuestra responsabilidad es marcar un límite a este accionar, los métodos con los que operan ya los conocemos, debemos dejar bien claro que las casas de las compañeras son las ultimas que van tocar en nuestro barrio. Hoy más que nada debemos plantar bandera de nuestra lucha, por un barrio digno, con paz y trabajo en donde los métodos cobardes y patoteriles con los que estos personajes se instalan sean rechazados con contundencia. Porque lo que tienen para ofrecernos no es más que muerte, porque Villa Banana lucha por trabajo digno, salud vivienda y educación ¡Fuera narcos de nuestro barrio! ¡A comenzar las tareas de auto-defensa de los jóvenes y vecinos! ¡Ni un paso atrás!

L.S.