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Mujeres y Diversidades: el ajuste en números
Un informe de Ecofeminista (“La desigualdad avanza: datos de los primeros meses de gestión de Milei”, 26/08/24) respecto a los primeros meses de gestión de este gobierno, indica entre otros aspectos, que el terrible aumento de la pobreza de un 38% a un 52 %, y de casi un 18% de indigencia mantiene a las mujeres siendo las más pobres entre los pobres, en un contexto generalizado de deterioro de los ingresos y de las condiciones de vida para las mayorías trabajadoras.
En el informe se toman datos de la Encuesta Permanente de Hogares que “evidencian que las mujeres percibieron una caída real del 20,2% en el ingreso laboral, con un salario promedio de $310.100, mientras que los varones enfrentan una disminución real del 20,3% cobrando $429.700 en promedio”. También se detalla cómo las mujeres tienen mayores niveles de precarización e informalidad: “un 37,2% de las asalariadas no presentan descuento jubilatorio, superando al 34,3% para los asalariados”. Se indica, además, que en el aumento del desempleo de un 7,7% en general, somos las más afectadas. Una vez más la feminización de las tareas domésticas y de cuidado en tiempos de crisis y achique del Estado, dan peores indicadores para las mujeres a nivel laboral por el tiempo que insumen estas tareas: la tasa de desempleo para las mujeres es de “un 8,4% (aumento interanual de 0,6 p.p) y de un 7% en el caso de los varones, (aumento interanual de y 0,9 p.p). Pero a su vez, ante la pérdida laboral de los varones, las mujeres son las que suman trabajo pago a las tareas domésticas, y lo hacen de manera extremadamente precarizada, como el caso de las trabajadoras de casas particulares, “observándose un aumento de la tasa de actividad interanual de 70,8% a 72,3%, mientras que la actividad directamente se contrae para los varones”.
La brecha salarial por género está en un 27,8%, superior al 25,8% observado en el último trimestre de 2023. Un tema de importancia y que cobró relevancia estos días por la lucha de los jubilados y jubiladas ante el veto de Milei a la movilidad jubilatoria, es el ajuste a las jubilaciones y pensiones, habiendo tenido la mínima una contracción del 41,7%. En ese recorte también se ven las desigualdades de género: las jubiladas recibieron un promedio de “$178.000 mensuales frente a los $216.000 de los varones, lo que evidencia la existencia de una brecha del 17,6% en contraste con el 4,4% registrado en el primer trimestre de 2023”. Hay que tener en cuenta que la mayoría de las mujeres recibe la jubilación mínima obtenida mediante moratoria, descontándose las cuotas de los ingresos que perciben en sus haberes.
Estos números indican la profundidad de la crisis económica para los sectores populares en general y las mujeres en particular, teniendo en cuenta que los indicadores empeoran para la población travesti trans. Estas estadísticas, con desigualdades sostenidas en el tiempo y que se agravan con el avance del ajuste, importan a la hora de dar cuenta de cómo históricamente afecta la opresión del régimen capitalista y dependiente en la vida cotidiana de las mujeres y en este caso advierte cómo nos afecta el avance de la motosierra salvaje de Milei.
Más allá de estos indicadores, la principal desigualdad deviene de otras estadísticas y son las que indican las desigualdades de clase: en los primeros tres meses del año la Argentina experimentó un marcado incremento en su coeficiente de Gini, (índice utilizado globalmente para medir la desigualdad en la distribución de ingresos) que pasó de 0,446 a 0,467 puntos. La brecha entre ricos y pobres se está ampliando. El 10% de la población de mayores recursos tuvo ingresos 23 veces superiores al 10% más pobre, cuando en el primer trimestre de 2023 esa brecha había sido de 19 veces. En cambio, el 40% de los sectores de menores ingresos bajaron otro escalón del 14,4% al 13,4%. Para dar un ejemplo más claro: mientras 7 de cada 10 niños y niñas se van a dormir sin comer, los dueños de La Serenísima tuvieron ganancias desorbitantes por $56.096 millones en el primer semestre del año.
La pelea es de conjunto de toda la clase trabajadora ocupada y desocupada, contra este modelo de hambre y pobreza al que nos está llevando Milei, en el que solo ganan monopolios, multinacionales y el capital financiero internacional. Lo que aportan estos números es darnos más razones para que el movimiento de mujeres y diversidades se sume a las luchas en curso y salga a la chanca a dar pelea.
Cuneo Libarona, negacionista de la violencia de género
Cada semana se carga de un nuevo ataque de Milei o el séquito de reaccionarios que lo acompañan en el gobierno hacia el movimiento de mujeres y de la diversidad. Una de las últimas arremetidas sucedió al finalizar agosto, cuando el ministro de Justicia Cuneo Libarona, fue citado a dar un informe ante la Comisión de Mujeres y Diversidades del Congreso, respecto a las políticas de género de este gobierno. Recordamos que los pocos programas que quedaron del ex Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad, pasaron a depender del ministerio que dirige Libarona. El ministro se dispuso a dar un discurso totalmente misógino negando, en línea con Milei, la existencia de la violencia por motivo de género, a la vez que apuntó a denigrar a las personas LGTBIQ+, negando su identidad de género y orientación sexual. Todo dicho con el acompañamiento de integrantes del “observatorio contra falsas denuncias”, que amparan abusadores y hostigan a las madres protectoras de niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual. Juntos formaron un cónclave reaccionario que se llevó más de un repudio ese día y en redes sociales.
Pero no alcanza. No son solo palabras, es toda una línea de ataque, que como vimos, afecta tanto al bolsillo como a las posibilidades de salir de situaciones de violencia machista. Sin ir más lejos, días antes, a los recortes efectuados en los últimos meses respecto a las políticas de prevención y asistencia, anunciaron desde el Ministerio de Justicia que el Plan Acompañar y su prestación económica se acotaría de los seis meses iniciales a tan solo tres. Además, a partir de ahora, para acceder al Plan y como requisito obligatorio, las mujeres deben presentar una denuncia, un requisito que antes no era necesario. Como explicamos en otras notas, el Plan Acompañar siempre fue acotado y de difícil acceso. Sin embargo, ahora se reduce al mínimo y se impone además el requisito de presentar una denuncia, algo que no todas las mujeres desean o pueden hacer, muchas veces por temor a poner en riesgo su propia vida debido a la falta de respuestas del sistema judicial, misógino y antipopular que tenemos, al que solo le arrancamos alguna respuesta con la presión de la lucha.
Mientras niegan derechos, las estadísticas de femicidio se mantienen en uno por día, pero ahora con muchos menos recursos económicos y dispositivos profesionales para prevenirlos, lo que podría llevar, en un futuro cercano, a una situación de extremo riesgo para miles de mujeres. Más aún si tenemos en cuenta que la crisis nos expone a mayores situaciones de vulnerabilidad. Por todo esto es que tenemos que seguir organizándonos y batallar para que la pelea por nuestros derechos vuelva a ganar las calles. En ese camino tenemos por delante dentro de un mes, los días 11,12 y 13 de octubre en Jujuy, el Encuentro de Mujeres y Diversidad.
Hacia el 37º Encuentro Jujuy 2024
Desde que asumió Milei, y mucho antes, tanto en relación a negar la violencia machista como en el intento de boicotear y pegarle al movimiento de mujeres y diversidad, la lista de acciones es larga. Y desde que comenzó su gestión, si bien arrancamos con una importante movilización el #8M, lo cierto es que el movimiento de mujeres y diversidad no logra ponerse a la altura de las circunstancias primando la dispersión. El peronismo feminista, que dirige a buena parte del movimiento, no sale de la mera descripción de las situaciones adversas a las que nos estamos enfrentando, ensimismado en sus propias contradicciones. Desde el feminismo compuesto por organizaciones de izquierda, nos cuesta aún poder aglutinar a muchas compañeras que quieren salir a dar pelea. De nuestra parte, lejos de todo sectarismo, apuntamos a fogonear la unidad, aspirando a terminar el año con miles de pañuelos verdes y carteles de Ni Una Menos en las calles. Queremos avivar nuevamente a la marea verde.
No hay nada que esperar, el movimiento de mujeres no depende de las trabas de la burocracia sindical para salir a pelar, si logramos volver a las asambleas feministas que se hacían en casi todo el país, podemos organizar un plan de lucha, como muchas veces hemos hecho. Para apoyarnos tenemos por delante el Encuentro en Jujuy, que como venimos sosteniendo, hay aprovechar para reagrupar al movimiento de mujeres y diversidades orientándolo para que nuestras luchas aporten a derrotar el proyecto reaccionario y antipopular de este gobierno.
Bajo la consigna “se tienen que ir”, vamos al Encuentro a proponer en los talleres, unificar una agenda de lucha callejera en defensa de nuestros derechos. Esto incluye la pelea contra el ajuste en salarios, jubilaciones y planes sociales, el hambre, el aumento de la pobreza, los despidos, la criminalización de la protesta, el desguace de los programas de prevención y asistencia contra la violencia de género, la pela contra los femicidios, el ataque a la ESI, al aborto legal, al colectivo de la diversidad y el avance en las barriadas de las redes de trata, entre otros puntos. Además, salir con el compromiso de convocar asambleas que nos permita organizar un #25N masivo y de lucha contra la motosierra de Milei bajo el grito de Ni una Menos. Tenemos que prepáranos para salir a contestarle con ofensiva al ataque del gobierno, que nos quiere calladas y asustadas, por el propio temor a que la crisis nos lleve a unificarnos con las luchas que se van abriendo paso y de las cuales muchas mujeres somos protagonistas también. Es loable como las jubiladas ganan la calle en estos tiempos. Llegar a este Encuentro en Jujuy será muy difícil por la situación económica. Esto no quita que nos organicemos y debatamos. Además de hacer un enorme esfuerzo económico para viajar, con las compañeras de la CUBa- MTR en distintas ciudades, venimos llevando adelante encuentros de Juntas Nos Hacemos Fuertes para intercambiar como dar la pelea, con el norte puesto en salir a la ofensiva y enfrentar a Milei y su casta, organizando una salida de la crisis por y para el pueblo trabajador, de la que el movimiento de mujeres y diversidades sea parte. En las distintas instancias, las compañeras de Jujuy nos comparten como vienen dando pela en la comisión organizadora del Encuentro para que el mismo este a la altura política del desafío que tenemos por delante, al punto de proponer un taller especifico en el que podamos intercambiar sobre la situación política actual y como torcerle el brazo a Milei. Más allá de esto, esperamos que la pelea contra las políticas de este gobierno reaccionario, sea el eje por el cual sea recordado Jujuy 2024. El próximo encuentro es el viernes 13 de septiembre a las 18 horas. Será un encuentro virtual entre compañeras de las barriadas, trabajadoras y estudiantes dispuesto a seguir fortaleciendo la pela por nuestros derechos.
Julia Quinteros
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