Los monopolios, dueños de la pelota

Martes, 15. Marzo 2022

Hace dos meses, la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), organismo que depende de la Secretaría de Comercio Interior del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación, rechazó la fusión local de las empresas Disney y Fox. La fusión internacional de estas compañías se había concretado hace aproximadamente dos años atrás.

El argumento del rechazo es la defensa a la competencia, ya que con esta fusión Disney se quedaría con los derechos de transmisión de gran parte del fútbol argentino, casi el 64% del share de las señales deportivas que hoy operan en la Argentina. Además, el dictamen establece que hasta que se haga efectiva la desinversión, Disney deberá transmitir de manera abierta y gratuita los eventos deportivos relevantes de cada una de las competencias, en el caso de la Liga, algún partido de Boca o River.

Ni lerdos ni perezosos, los directivos de Disney y Fox inmediatamente resolvieron el tema: Fox Premium, la señal que agrupa los canales deportivos, fue adquirida por Mediapro, una compañía española de capitales chinos, que produce contenidos audiovisuales y culturales en todo el mundo. Por lo tanto, con nuevos inversores y “cumpliendo” con lo solicitado por la CNDC, el campeonato argentino comenzó a transmitirse con dos partidos de transmisión abierta, pero con River y Boca dentro del pack para abonados premium.

El argumento de la CNDC es válido; sin embargo, cuando hablamos de fútbol y política siempre hay intenciones opacas. ¿Por qué se acordaron dos años después de la fusión internacional (y bastante publicitada) de ambas compañías? Quizás el resultado negativo de las elecciones del 2021 nos brinden alguna respuesta, ya que mientras salía el dictamen de la CNDC, Oscar Parrilli, senador del Frente de Todos, presentó un proyecto de ley para el retorno del programa Fútbol para Todos, caballito de la propaganda del kirchnerismo. Esto también es parte de la pelea televisada del FdT: los llamados “albertistas” aprueban la desinversión de Disney - Fox, mientras que los “cristinistas” se oponen y además quieren reflotar el FPT. Pero el verdadero freno al proyecto de Parrilli vendría del acuerdo con el FMI, porque de aprobarse, la intromisión en la economía argentina de parte del organismo será total y sus auditorías periódicas no permitirían el gasto en el fútbol.

La discusión sobre el negocio de los derechos televisivos del fútbol es menor cuando el gobierno ni siquiera garantiza las necesidades básicas de los trabajadores que día a día caen bajo la línea de pobreza ante una inflación desatada. Sin embargo, esto demuestra que el acuerdo con el FMI no sólo tendrá consecuencias negativas en la economía de los trabajadores argentinos, sino que también condicionará los pocos espacios de esparcimiento que hoy tienen. 

Dona Mara

Martes, Marzo 15, 2022 - 10:00

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