La vigencia de un movimiento que cumple 60 años

Este 11 de febrero se conmemora en nuestro país un aniversario más, y van sesenta, del Manifiesto del Nuevo Cancionero Argentino, dado a luz en el Círculo de Periodistas de Mendoza en 1963.

Corrían tiempos turbulentos en Argentina. Gobernaba José María Guido, quien permaneció hasta octubre de 1963, siendo su sucesor Arturo Illía, en gobiernos celosamente tutelados por los militares y la embajada norteamericana. En este contexto de opresión política y saqueo económico, con un peronismo combativo proscripto y perseguido y una izquierda atomizada y dividida, un puñado de músicos, intérpretes y poetas, levantó la bandera de la creación de un cancionero que derribara el sectarismo y el enfrentamiento entre falsas antinomias, como la división entre el tango ciudadano y la música nativa de las provincias, luchando por integrarlas en una sola corriente popular y latinoamericanista, en donde la palabra "pueblo" fuera el eje aglutinador.

Tito Francia, Oscar Matus, Armando Tejada Gómez, Mercedes Sosa, Víctor Gabriel Nieto, Martín Ochoa, David Caballero, Horacio Tusoli, Perla Barta, Chango Leal, Graciela Lucero, Clide Villegas, Emilio Crosetti, Eduardo Aragón fueron los primeros firmantes que llevarían adelante esta propuesta, que revolucionaría el arte y la cultura en las décadas ' 60 y '70. Hacía falta un cancionero que desechara "toda producción blanda y subalterna", que no reflejara las necesidades y las luchas de las y los trabajadores. Coincidentemente, o tal vez no, es en esa época cuando nace el rock nacional, el cual se sumará más tarde a la canción contestataria, aunque desde otro lugar.

A partir de allí, el Nuevo Cancionero acompañaría los momentos más álgidos de la lucha del pueblo argentino por su liberación. Con el correr de los años, otros y otras intérpretes, poetas y artistas en general se sumaron a esta corriente, la cual fue transformándose y diversificándose. Víctor Heredia, Las Voces Blancas, Carlos Terríbili, el pintor Carlos Alonso, Hamlet Lima Quintana, Chito Zeballos y más. 

Junto a los iniciadores del movimiento, José Larralde, Eduardo Falú, Horacio Guaraní, Jorge Cafrune y Atahualpa Yupanqui, fueron los más altos exponentes de esta vigorosa transformación de la poética nacional. Vale destacar que este movimiento fue tomado como ejemplo y dio nacimiento a muchos otros movimientos culturales en Latinoamérica, como por ejemplo a La Nueva Trova Cubana. Hoy, cuando el hambre, la pobreza y la opresión se enseñorean en nuestra patria, siguen haciendo falta nuevas voces que generen una nueva vuelta de tuerca en el arte y la cultura. Como en el 63.

Carlos Ruiz