Francia El pueblo rebelde le marca la cancha a Macron

Lunes, 14. Diciembre 2020

Francia ha sido estos últimos años escenario de grandes movilizaciones callejeras que pusieron sobre la mesa la fragilidad de una democracia que agudiza su carácter reaccionario y que se contradice con los 3 pilares “libertad, igualdad, fraternidad”, proclamados en la revolución burguesa, humanista y republicana de 1789. Desde la lucha popular contra la ley de flexibilización laboral y pasando por el movimiento de los “giletsjaunes” (chalecos amarillos), el pueblo francés demuestra sus reservas revolucionarias que son históricas desde la famosa Comuna de París en 1871, la cual asentó las bases de un poder revolucionario, obrero y popular, como en el histórico Mayo Francés del 68’ con gran protagonismo del estudiantado y de la clase obrera industrial.

Esta vez el pueblo francés salió contra un atropello hacia la democracia y las libertades democráticas mínimas, llevado adelante por el gobierno de Emmanuel Macron. El artículo 24 de la Ley de Seguridad Global que busca impedir la grabación y la difusión de imágenes de la policía, penalizando por ley (penas de hasta un año de prisión y multas de 45.000 euros) a aquellos que se atrevan a filmar a las fuerzas represivas durante su “actividad”, atenta contra la libertad de expresión y el derecho a informar. Este intento de avance sobre las libertades democráticas mínimas, produzco un rechazo contundente por parte de sectores de la prensa como de la sociedad en su conjunto. Sobre todo en una semana en la cual la policía mostró su verdadero rostro, dando una paliza a un productor y músico negro, Michel Zecler (acto grabado por las cámaras de seguridad dónde trabaja el músico y que se difundió masivamente por las redes sociales y los medios). Golpiza incluso repudiada públicamente por el mismo presidente. Además, la misma policía desalojó en la misma semana un campamento de inmigrantes en las barriadas más empobrecidas de París. Evidentemente, dos hechos que dejan en claro la política represiva y racista de esta fuerza, como también la función que cumple en el marco de un gobierno que responde a los intereses del gran capital financiero e industrial, francés e internacional.

Luego de una semana de movilizaciones, el pueblo francés redobló la apuesta y ganó la calle masivamente el sábado 28 de noviembre en todo el país con la consigna de “marchas por la libertad”, siendo aproximadamente 500.000 (según las organizaciones sociales y sindicatos) en las distintas ciudades del país.

La bronca que provocó esta medida se reflejó en los distintos combates urbanos en las calles de la capital del país y de Lyon, principalmente, haciendo retroceder a la policía y que, una vez más, le agregaron el elemento rebelde a la movilización nacional.

Dos días después, el gobierno y la Asamblea Nacional no tuvieron más opción que retroceder, declarando públicamente la reescritura del artículo 24 tan polémico.

El pueblo francés nuevamente deja en claro que cuando hay determinación a ganar las calles con espíritu y acciones rebeldes, los gobiernos antipopulares y antidemocráticos no tienen otra opción que retroceder. Este es el ejemplo que viene dando este pueblo desde hace unos años, y en este camino, debe profundizarse la lucha por la revolución, hacia una verdadera república obrera y popular que conquiste todas las libertades y derechos democráticos, como también las principales palancas estratégicas de la economía bajo control de los trabajadores, para avanzar en la construcción del socialismo.

Eldán

Lunes, Diciembre 14, 2020 - 15:15

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