Elecciones en Santa Fe

El 16 de junio se realizaron las elecciones generales en la provincia de Santa Fe donde se eligieron Gobernador, Senadores Departamentales y Diputados Provinciales; Intendentes, Concejales, Comisiones Comunales y Contralores de Cuentas. Los resultados finales dan cuenta de algunos cambios a tener en consideración. 

El primero es la caída de Cambiemos. Dos años atrás era la fuerza que podía disputar la Gobernación y tratar de quedarse con las dos ciudades más grandes de la provincia, Rosario y Santa Fe. Pero esa tendencia decayó y salió último a Gobernador, perdió en todas las candidaturas que se presentó y en Rosario el candidato que iba para Intendente (dos años antes había salido primero y superado ampliamente al resto) hoy quedó tercero, lejos de disputar la Intendencia.

En segundo lugar cabe destacar la pérdida de la provincia por parte del Socialismo que gobernó durante 12 años. El que se impone en las urnas es Omar Perotti, un peronista por derecha. No tardaron en llegarles las felicitaciones por su victoria tanto por parte de Macri como de la fórmula Fernández - Fernández. No es casual, ya que en estos 4 años de Gobierno votó muchas de las leyes que profundizaron el ajuste para el pueblo, como también se abstuvo en votar a favor de la ley por el aborto legal, seguro y gratuito. 

Fiel a su estilo, en su discurso de cierre de campaña después de haber vencido a Bonfatti en las urnas, dejó en claro que puede jugar para cualquier lado en las elecciones de octubre.

Por último, como consecuencia el Socialismo salió golpeado de estas elecciones. Perdió la provincia y más allá de que sostiene el Frente Progresista Cívico y Social en las dos ciudades grandes, Rosario quedó a manos de un radical, Pablo Javkin, y Santa Fe en manos de un periodista, Emilio Jatón. Si bien el Socialismo tuvo algunas medidas progresistas, ya sea en educación, cultura y salud, no deja de ser un partido que representa a esta falsa democracia ajena a los intereses populares. En este sentido, no tuvo voluntad política de enfrentar al narcotráfico, ni en mejorar las condiciones de vida del pueblo santafesino, teniendo a muchos trabajadores precarizados en la provincia, un boleto de transporte que hoy está en $27,50, y el mayor índice de desocupación del país según el Indec: 78 mil rosarinos desocupados sobre un total de 610 mil que responden a la categoría de “económicamente activos”.

Más allá de estos cambios relativos en quién gobierna la provincia y sus dos grandes ciudades, para el pueblo los cambios no vienen por arriba. Ninguno de los candidatos explicó cómo van a sostener todo lo que prometieron, en un marco donde el país está endeudado y dependiente al FMI como a los monopolios y multinacionales.

En este sentido, el 28% del electorado no concurrió a las elecciones, y algo más de 160.000 santafesinos votaron en blanco o anularon su voto -8% del total de votantes-, lo cual denota la desconfianza de las mayorías populares en la gobernabilidad, y en que las elecciones, sean mañana o en octubre, están lejos de resolver las necesidades de hoy. Por eso, mientras en estos 4 años la gente sufría la crisis económica, los puertos multiplicaban sus ganancias.

La salida está en la organización y en la lucha por las necesidades inmediatas, ganando sindicatos, centros de estudiantes y clubes desde abajo, para ponerlos al servicio de la rebelión popular y de un programa inmediato de 4 puntos: no al pago de la deuda externa, nacionalización de la banca,  nacionalización del comercio exterior y nacionalización de los recursos naturales estratégicos.

Eldán