La proliferación de protestas callejeras que ha conmovido a los EEUU tuvo como detonante el asesinato policial de un joven afroamericano en Minneapolis, pero derivó en un estallido social en... Ver más
El genocidio palestino

Tras la incursión armada de Hamas en territorios palestinos ocupados el 7 de octubre de 2023, Israel lanzó una ofensiva que lleva un año y medio en vigor y que arroja números muy gráficos para entender las características del conflicto. Del lado israelí suman unos 1600 los muertos entre militares y civiles, según datos de France24. En el lado palestino los muertos directamente asesinados por las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) y por los grupos paramilitares de colonos sionistas suman más de 60.000, según datos difundidos por Al Jazeera; pero si se cuentan también los muertos por falta de atención médica, de agua, alimentos y medicamentos, fruto del bloqueo por tierra, agua y aire a la Franja, la cuenta asciende a 200.000, en su mayoría mujeres y niños. Asimismo, se calculan en 39.000 los niños que han quedado huérfanos en el año y medio de asedio sobre Gaza. A mediados de marzo, mientras transcurría la tregua para la liberación de rehenes israelíes y prisioneros palestinos, Israel rompió el alto el fuego asesinando cientos de personas, sin privarse de atacar a periodistas y personal de salud.
Los números son la forma más fría de narrar el horror, pero sirven para tomar dimensión de la atrocidad en marcha y de la falta absoluta de equivalencias entre el ocupante y el que resiste la ocupación.
El fuego no es la única forma de ataque, el agua puede ser aún más cruel. En los últimos días, luego de haber suspendido unilateralmente el alto al fuego alcanzado, las FDI junto con los directivos de la empresa estatal de agua israelí Mekorot (la misma que tiene firmados acuerdos con una decena de provincias argentinas), decidieron reducir en un 70% el suministro de agua a Gaza. Esto se da en pleno retorno de centenares de miles de palestinos a sus hogares en ruinas, fruto de los bombardeos de Israel. Una ciudad reducida a escombros, bloqueada, sin acceso a servicios de salud y ahora sin agua. La palabra genocidio por momentos parece quedar corta para definir lo que sufre el pueblo palestino.
Poco y nada de esto se ve en los diarios o en los principales canales de televisión. El genocidio necesita cómplices. Deshumanizar al pueblo palestino y reducirlo todo a la expresión “terroristas” es clave para evitar cualquier forma de empatía y solidaridad con el agredido. Por esto son cada vez más frecuentes las represiones sobre manifestaciones de solidaridad con Palestina en Europa, así como la prohibición de exhibir banderas de Palestina en canchas de fútbol. En EEUU son numerosos los casos de profesores universitarios expulsados bajo la “acusación” de ser pro palestinos. Lo mismo en el campo de la cultura y las artes. Los gobiernos cómplices en Europa y EEUU son los mismos que abastecen constantemente de armas al gobierno de Israel.
Pero estas formas de censura y silencio obligatorio que pretenden imponer en occidente, no tienen posibilidad en los países de la región más próxima a Palestina. Los pueblos de Líbano, Siria, Jordania, Irán, tienen en claro lo que han implicado estos 77 años de ocupación israelí en tierra palestina. En el noroeste de Yemen, el movimiento de resistencia Ansar Allah viene atacando los buques y portaaviones estadounidenses y de sus aliados en el Mar Rojo, ocasionando serias dificultades no solo a las fuerzas armadas yanquis y europeas sino también a los barcos comerciales de estas potencias. Un asesor de seguridad nacional del gobierno de Trump reconoció que el 75% de los buques con bandera de EEUU se han visto obligados a rodear la costa sur de África en lugar de cruzar el Mar Rojo por el Canal de Suez para evitar los ataques hutíes. El incremento en los costos del transporte es enorme debido a la lucha de un movimiento que no solo amenaza el tráfico marítimo y la presencia militar del imperialismo yanqui en la región, sino que ha llegado en repetidas ocasiones con sus misiles hasta Tel Aviv, respaldando la lucha del pueblo palestino.
El imperialismo explícito formulado por Trump al anunciar el pronto desalojo de Gaza para transformarlo en una Riviera yanqui-sionista en el Mediterráneo Oriental merece ser tomado tan en serio como las demostraciones de antimperialismo que abrazan la causa histórica palestina en la región.
La solidaridad de los trabajadores y los pueblos del mundo abraza la heroica resistencia palestina, que más tarde o más temprano florecerá en una tierra liberada.
Leo Funes
Notas relacionadas
-
-
“El terrorismo, entendido como ejercicio sistemático del amedrentamiento para subyugar una sociedad hasta enfrentarla con el Estado que la gobierna, alcanza en la era contemporánea una... Ver más
-
Las milicias kurdas del YPG-YPJ (Unidades de Defensa del Pueblo- Unidades de Defensa de Mujeres), con apoyo de las tropas peshmergas, han liberado totalmente la ciudad de Kobane. Las mujeres y los... Ver más