De la defensa del salario a la preparación de la lucha contra el ajuste

Miércoles, 15. Julio 2015

La mayoría de los gremios han cerrado ya sus paritarias (quedan entre los grandes los ferroviarios). A excepción de los sindicatos alineados con el gobierno nacional, la mayoría firmaron por encima del tope del 27% que pretendió imponer el ministerio de Economía. Varios fueron los mecanismos que la dirigencia sindical encontró en la mesa de negociación con el oficialismo para sortearlo. Aunque los aumentos pactados se vieron parcialmente recortados al pagarse en dos o tres cuotas. A ello se sumó que, en las paritarias del año pasado, los salarios perdieron entre 5 y 10% en relación a la inflación real, y eso no se recuperó en estas.

La avanzada de los trabajadores para quebrar los topes, sin dudas, la constituyeron los aceiteros del Gran Rosario que con su larga y combativa lucha doblegaron la componenda del gobierno con los monopolios del complejo sojero.
La masiva respuesta de los trabajadores al paro nacional del 31 de marzo fue la base para la extensión de los reclamos salariales y para rebalsar los topes.
En medio de los ruidos electorales, con los primeros aumentos en los bolsillos, ahora hay que colocar la atención en las consecuencias del estancamiento industrial y del empleo, con los consiguientes planes de suspensiones, cuando no despidos (aunque sean a cuentagotas).
Así ocurrió con Acindar, donde aparecieron las primeras señales de ajustes en la producción y de extensión de la flexibilización laboral. Doce compañeros fueron cesanteados y sus compañeros tras debatirlo en asamblea marcharon al paro y si bien, luego seis días, acataron la conciliación el conflicto sigue latente.
De igual manera, los compañeros de la línea metropolitana de colectivos 60 enfrentan el despido de más de 50 choferes tras resistir el despido de otro compañero. Los trabajadores de la 60 vienen de una larga experiencia de lucha y combatividad con sus cortes de calle y la negativa a cobrar boletos. Enfrentan la oposición de la burocracia traidora de la UTA y, sobre todo, una patronal de tinte mafioso que busca descabezar a los delegados que impulsan la resistencia. Al momento de esta nota, se discutían medidas de acción para enfrentar el lock out de la empresa que se niega no sólo a restituir a los despedidos sino que impide al funcionamiento normal de los colectivos.
Decíamos que, tras el cierre de las paritarias, las manifestaciones del ajuste en marcha y su impacto sobre el empleo y las condiciones laborales se colocan en el centro de la preocupación y preparación de los trabajadores para hacerles frente. Mencionamos solo dos de los tantos ejemplos que ocurren en el Gran Buenos y en los pueblos y ciudades del resto del país.
Otro frente de atención lo constituyen las elecciones en varios gremios donde, en muchos casos, es posible dar pasos de avance en la consolidación de un activismo combativo que reclama poner los sindicatos en línea con la lucha de los trabajadores. El combativismo sindical y la izquierda avanzan en la formación de listas que enfrentan a la burocracia gremial por la recuperación ce cuerpos de delegados, comisiones internas y sindicatos.
Entre esos procesos se destacan las elecciones de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) para la renovación de la comisión directiva nacional. Aquí un sector de la oposición antiburocrática de izquierda se presenta a través de la Lista Bermellón, a la cual brindamos nuestro apoyo. Docentes primarios, universitarios y ferroviarios, entre otros, marchan a procesos eleccionarios de distinta índole pero que son una oportunidad para que el combativismo sindical consolide y avance en sus posiciones.
Hoy el escenario internacional es aleccionador. El capital financiero internacional, las multinacionales y la gran burguesía local someten al pueblo y los trabajadores griegos a un durísimo ajuste y descargan las consecuencias negativas de una crisis que se desató en el 2008 y que lejos está de concluir. Y todo para pagar una inmoral deuda externa y salvar a los bancos y monopolios.
Argentina no está al margen de este cuadro y sus secuelas. Si bien hoy está atenuado y oculto tras el velo electoral, aparecerá bajo la forma del ajuste gane quien gane. Los trabajadores deben prepararse para la lucha con las herramientas que vienen de su experiencia histórica: el paro, el piquete, la unidad de acción y la organización, el Cordobazo.

Ricardo Jufré

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Miércoles, Julio 15, 2015 - 00:00

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