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Crónica de una lucha |En INTI no sobra nadie
Cuando el viernes 26 de enero los trabajadores del INTI se notificaron del inminente despido de alrededor de 250 compañeros, la respuesta no se hizo esperar: por medio de asamblea resolvieron permanecer en la planta como primera medida. El lunes 29, Ibáñez -director del organismo- dictó “asueto” laboral con la finalidad de impedir el ingreso de más trabajadores que se acercaban en apoyo. Hasta ese momento, los trabajadores no contaban con las listas concretas de los despedidos, siendo la permanencia una respuesta contundente ante la amenaza.
El "asueto" como táctica patronal se extendió por el resto de la semana, en un claro intento por desgastar a los compañeros que permanecían en el predio. Sin embargo la lucha, lejos de desgastarse, fue creciendo en apoyos y en difusión. En estado de asamblea permanente, los trabajadores del INTI votaron por unanimidad la permanencia en el predio, realizando las asambleas con el alambrado de por medio pero garantizando la participación de todos, adentro y afuera del predio.
El martes 30 de enero los directores de cada sector comenzaron a notificar a los despedidos, pero sin enviar los telegramas. Así se conoció la cifra exacta de 253, de los cuales 40 son delegados, confirmándose que se trata de una persecución y un intento por amedrentar a los trabajadores que se organizan en defensa de sus derechos.
El viernes 3 de febrero se realizó una conferencia de prensa que contó con la presencia de trabajadores despedidos del Hospital Posadas, de Fanazul, de Ballet Nacional, del SENASA y, por supuesto, del INTI. Además, se manifestó el apoyo de múltiples seccionales, juntas internas, sectores de trabajadores, partidos políticos y organizaciones sociales entre las que se destacó la presencia infaltable de Nora Cortiñas.
La solidaridad se fue extendiendo mientras transcurrían los días porque el pueblo trabajador sabe que estos despidos no afectan solamente a los 253 trabajadores y sus familias, sino que estos despidos son otro golpe que intenta dar el Gobierno de Macri en contra del pueblo y de la industria nacional ya que las tareas que se desarrollan en el INTI proveen controles de calidad en prácticamente todos los bienes y servicios que se utilizan día a día. Reducir la planta funcional de trabajadores del INTI implica afectar la calidad de vida del pueblo y condenar a la quiebra a las pequeñas y medianas empresas que deberán pagar a privados por las certificaciones de calidad que hoy realizan en el INTI por valores mucho más accesibles, lo que implica el vaciamiento de la política pública y la afirmación de una tendencia a la privatización.
La respuesta de los trabajadores y la junta interna de ATE en el INTI es un ejemplo para el conjunto de los estatales: donde hay despidos hay ocupación y lucha. La permanencia en el predio le dio a los trabajadores una posición de fuerza desde la cual sostener el desarrollo de la pelea. Mantener esta medida es su principal acierto, así como haber convocado a la más amplia solidaridad. Queda por delante ver cómo proyectar una salida política al conflicto.
En este contexto no alcanza con el acompañamiento de la seccional de ATE Capital (Verde y Blanca de Catalano) o mismo ATE Nacional (Cachorro Godoy); estas direcciones siguen con la política de la fragmentación cuando se debería avanzar en la unidad para salir a enfrentar con ocupaciones, paro y movilización los despidos en el Estado. Mientras tanto UPCN continúa con su receta de intentar negociar a espaldas de los trabajadores, pero el camino en el INTI es el que le está poniendo el verdadero freno a las traiciones de la burocracia ligada a Andrés Rodríguez y al gobierno de Macri, asambleas de 800 estatales que están dispuestos a defender sus puestos de trabajo con los tradicionales métodos de lucha de la clase obrera. Esta experiencia marca el piso sobre el que deben pararse los estatales a lo largo y ancho del país para enfrentar los despidos, dejando demostrado que como el 14 y 18 de diciembre los trabajadores y el pueblo avanzan en el camino de la lucha y la organización. La convocatoria de ATE Nacional a paro y movilización el 15 de febrero es correcta pero tardía. Esta jornada debe servir para insistir en el planteo de un plan de lucha con continuidad para frenarle la mano a los despidos del macrismo. En este sentido tienen que trabajar las juntas internas, delegados y activistas combativos en cada sector de trabajo, asamblea y plenario.
Al cierre de esta edición, los trabajadores del INTI continúan en estado de Asamblea permanente y mantienen la permanencia en el predio con la perspectiva de seguir hasta lograr la reincorporación de los 253 despedidos. La lucha del INTI debe servir como faro y ejemplo a todos los sectores de trabajadores. El protagonismo de los trabajadores y sectores combativos son los que deben desbordar a las direcciones sindicales para que estén a la altura de la lucha. Como en el INTI, donde hay despidos hay ocupación, organización y lucha que es la única garantía para enfrentar el ajuste de este Gobierno antiobrero.
Corresponsal
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