Cambios y continuidades en el subte

Jueves, 11. Febrero 2016

SBASE es una empresa estatal encargada del servicio del subte que nació en el año 1963, cuando el subterráneo de Buenos Aires estaba bajo control y gestión estatal. Ya pasaron veintidós años de la privatización del servicio, allá por el año 1994. La misma representó para los trabajadores perder conquistas históricas como la insalubridad, las seis horas, despidos masivos y retiros “voluntarios” acompañados de un aumento de la persecución. Los usuarios nunca se beneficiaron de las inversiones necesarias para mejorar el servicio, lo que influye en la frecuencia y en el estado general de las estaciones.

Actualmente SBASE depende del Gobierno de la Ciudad, del área Desarrollo Urbano y Transporte. Pero su rol post privatización ha quedado en un segundo plano, encargada de obras en las que se encuentran involucradas licitaciones que despiertan más de una sospecha ,como la de servicios de red inalámbrica que asciende a los $68.000.000 por un servicio que no funciona -por citar un ejemplo-, pero también se podrían mencionar las máquinas recargadoras de SUBE para cuya licitación el presupuesto asciende a $22.425.000, y que por otro lado vienen generando discusiones y medidas de fuerza ya que atentan contra las fuentes de trabajo y profundizan el vaciamiento cada vez más evidente de los boleteros y auxiliares de estaciones.
A pesar de una gestión por demás cuestionable, Metrovías está lejos de perder la concesión del servicio, y ya ha trascendido que la misma será renovada por dos años más. En SBASE si bien se presentan algunos cambios entre sus directores, habrá continuidad en los principales cargos. Su presidente continuará siendo Juan Pablo Piccardo, hombre que tiene en su haber denuncias de administración fraudulenta en perjuicio del erario público, cohecho e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
La raíz de estas denuncias fue la compra de los trenes para la línea B, negocio que hiciera SBASE entre el 2012 y 2013 con el Metro de Madrid por el cual se adquirieron trenes que no se ajustaban a la infraestructura de la línea y por los que se pagó en forma adelantada mientras en España se continuaba usándolos. Un negocio millonario entre esta empresa y SBASE que desnudó una ausencia total de planificación y en consecuencia un uso inadecuado del patrimonio de la Ciudad. Estas denuncias no son las únicas, ya que también pesan en contra Piccardo denuncias de malversación cuando se desempañaba como gerente general de Isenbeck.
En cuanto a la vicepresidencia, Edgardo Cámpelo reemplazará a Alberto Gowland, quien estuvo implicado en el caso Alstom. Alstom es una empresa francesa que diseña, provee y presta servicios de sistemas para generación, transmisión y distribución eléctrica. Además, fabrica equipos ferroviarios tales como vagones y señalética. En el año 2008 el directorio de SBASE le comunica una multa de 3.000.000 de pesos; Gowland, quien en ese momento se encontraba en el área de legales estuvo involucrado con la condonación de la deuda y el reconocimiento de 7.000.000 de pesos a favor de la firma francesa.
En cuanto a los directores titulares continúa Guillermo Seefeld -hermano del actor-, quien en su momento perfiló para intendente de Pinamar. También Verónica López Quesada, quien fuera denunciada por convocar a militar por el PRO en horario laboral a los empleados, motivo por el que fue despedida Macarena Colombo, quien ese momento secundaba a López Quesada en la gerencia corporativa y comercial y fue la encargada de enviar los mails instando a los trabajadores de planta de SBASE a militar por su proyecto político. Por último se suma Gustavo Álvarez, proveniente del Frente Renovador, quien fue asesor de Sergio Massa en materia de Transporte y se desempeñó como Secretario de Tránsito y Transporte del GCBA durante la gestión de Jorge Telerman y durante el menemismo.
Los pocos cambios realizados en SBASE no suponen transformaciones en la gestión del servicio del subte, principalmente porque es un órgano que ha quedado desdibujado, que no cumple con la función de controlar a Metrovías, sino que actúa más como socio y facilitador de las ganancias de esta empresa. Licitaciones con los beneficiados de siempre, acuerdos millonarios de un lado y por el otro el vaciamiento y el deterioro del servicio, la persecución a los trabajadores y en los próximos meses una paritaria que no promete superar el límite del 25 % que el gobierno viene insinuando.
Los trabajadores del subte cerraron el año exigiendo un bono de fin de año, pero la tibia dirección del AGTSyP, más preocupada por defender su personería gremial que por utilizarla como herramienta de lucha, terminó acordando una suma a cuenta de futuros aumentos en dos cuotas por un valor total de tres mil pesos.
La próxima instalación de las más de 240 máquinas recargadoras de SUBE adelantan una situación conflictiva para los trabajadores, que deberán salir a luchar y coordinar acciones con todos aquellos que estén dispuestos a dar la pelea y a sobrepasar los límites que hace años viene mostrando una dirección que nació al calor de la lucha, pero que abandonó ciertos métodos a la par que se fue alineando a un proyecto político que no es el de los trabajadores.

Sofía Saenz

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Jueves, Febrero 11, 2016 - 12:15

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