Córdoba - Frente a las elecciones provinciales y municipales del 12 de mayo

Jueves, 9. Mayo 2019
Elecciones Córdoba

Las elecciones provinciales y municipales adelantadas para este 12 de mayo se dan en el momento de mayor despliegue de la crisis en los tres años y medio de gobierno de Macri. El desastre del plan económico, potenciado por la intervención del FMI, ha derivado en un festival de fuga de divisas, especulación financiera y superganancias para banqueros, multinacionales y monopolios. Mientras, el pueblo apenas sobrevive entre cierres de fábricas y comercios, y un combo de tarifazos, devaluación, derrumbe del salario real, y crecimiento de la precarización laboral y la desocupación, los despidos y suspensiones, la pobreza y el hambre sin techo. Pero Cambiemos no es el único responsable. En todo este saqueo al pueblo y endeudamiento nacional récord, Schiaretti y Unión por Córdoba (ahora Hacemos por Córdoba) han sido cómplices necesarios del gobierno de Macri. Los votos de UPC fueron claves para que el Congreso apruebe el paquete de leyes antiobreras, el pago a los fondos buitres, el presupuesto nacional redactado por el FMI, el blanqueo de capitales y la reforma jubilatoria con represión incluida.

En Córdoba no hay “pesada herencia” que denunciar. Hay un pesado presente con empresas fundidas como EPEC y un endeudamiento proporcionalmente mayor que el que enfrenta el Estado nacional. Si bien la recesión, la inflación y el deterioro de las condiciones de vida del pueblo son de dimensiones nacionales, Córdoba es punta de lanza en crecimiento de la pobreza, en atraso salarial respecto de una inflación que supera los niveles nacionales, en pérdida de fuentes de trabajo, donde la industria automotriz no para de despedir y suspender trabajadores y en cierres de comercios, particularmente en la capital. 

En los 20 años de UPC se ha consolidado el agronegocio en la provincia, condenando a cientos de pueblos a respirar veneno. Avanzan proyectos repudiados por la población local como el mega basural de Santa Ana y la autovía de montaña en el valle de Punilla sobre una veta de uranio. El déficit habitacional de la provincia es cercano a las 300.000 viviendas, mientras florece el negocio para un puñado de empresas inmobiliarias. Al mismo tiempo, la policía provincial, que se evidencia cada vez más como una cueva de corruptos, íntimamente ligada al narcotráfico y a las redes de trata para explotación sexual y laboral, se ensaña con los de abajo: los trabajadores en lucha, los luchadores populares y la juventud de los barrios más pobres, sufren cotidianamente los aprietes, la represión, las razias, las detenciones ilegales y el gatillo fácil por parte de una institución que está podrida desde la cabeza. 

Aún así, la reelección de Schiaretti está prácticamente asegurada, el oficialismo va camino a tener una cantidad inédita de legisladores y probablemente a ganar la capital. A nivel provincial y local Cambiemos no existe más. La crisis que generó su gobierno se los llevó puestos en el distrito que les había dado el triunfo nacional en 2015 y el principal respaldo en 2017. El gobierno nacional camina firme hacia su octava derrota consecutiva en lo que va del año y en Córdoba ni siquiera presentan lista unificada, con Negri y Mestre midiendo fuerzas entre el PRO y la UCR.

 La otra novedad es la deserción del kirchnerismo local, cuya candidatura se cayó dos días después de haberse presentado en público. Después de una larga sangría de dirigentes absorbidos por el gobierno provincial, con el que Córdoba Ciudadana nunca quiso confrontar, los que quedaban -Carro y compañía- optaron por el abandono antes que el papelón electoral. Con una Legislatura dominada en soledad por UPC, los puestos que consiga cualquiera de las tres listas de izquierda, no trascenderán una presencia testimonial dentro de un espacio cada vez más enfrentado con los reclamos populares. Más que ocupar bancas de izquierda, lo que reclama la situación es que la lucha callejera imponga sus demandas abriendo a patadas las puertas de esa legislatura cómplice.

Frente a este panorama electoral, es entendible que no haya entusiasmo en participar, porque es evidente que estas elecciones no son la llave para solucionar ninguno de los problemas que afectan a las mayorías obreras y populares. 

Pasado el 12 de mayo seguirá la pelea por los puestos de trabajo en las automotrices y autopartistas, recrudecerá la pulseada contra la privatización de EPEC y por la defensa del convenio colectivo, continuarán las luchas por salario y presupuesto para la salud y educación públicas, volverán los barrios a dar pelea por pan, trabajo y vivienda dignas, y permanecerá en las calles la lucha por el aborto legal, seguro y gratuito, así como la  exigencia de la aplicación efectiva de la Interrupción Legal de Embarazo -ILE- en territorio provincial. 

La Córdoba que necesitamos no está hoy en las urnas, sino en la potencialidad de estas luchas, en la medida que logremos encolumnarlas detrás de un proyecto nacional verdaderamente popular y democrático, surgido de la rebeldía en las calles, que se plantee un programa mínimo de no pago de la deuda ilegítima y fraudulenta, la nacionalización de la banca, el comercio exterior y los recursos energéticos. Y que en Córdoba se debe expresar en medidas como la quita de los subsidios y las exenciones impositivas a las multinacionales como Fiat-Iveco, Renault, Volkswagen y monopolios locales como Aceitera General Deheza, Arcor, Roggio, Minetti, junto con la prohibición de despidos y suspensiones en cualquiera de estas grandes empresas. 

La expropiación de Aguas Cordobesas en manos del Grupo Roggio y su paso a manos del estado provincial, bajo control de sus trabajadores y usuarios. 

Recuperación del transporte urbano de pasajeros para ser dirigido y controlado por los trabajadores del sector y los usuarios del servicio. 

Defensa irrestricta del carácter estatal e integrado de EPEC y del convenio colectivo de los trabajadores de Luz y Fuerza, junto con la anulación de los tarifazos. 

Puesta en marcha de un plan de obra pública que atienda las necesidades de los barrios más postergados y el déficit habitacional descontrolado. 

Puesta en práctica del protocolo de ILE en toda la provincia con presupuesto adecuado en todos los hospitales públicos y el aumento de presupuesto para el Polo Integral de la Mujer. 

Cárcel para todos los funcionarios públicos involucrados en casos de corrupción y de crímenes ambientales, como también de gatillo fácil y demás crímenes policiales.

A 50 años del glorioso Cordobazo llamamos a expresarnos este 12 de mayo con un voto programático en este sentido, y sobre todo convocamos a trabajar en unidad antes y después del domingo para derrotar en las calles el ajuste del FMI, Macri y Schiaretti, sin esperar a octubre y apostando a que sea la rebelión popular la que se lleve puestos a estos enemigos del pueblo, abriendo paso a un gobierno verdaderamente popular, democrático y antiimperialista, que aplique este programa.

PRML 

Regional Córdoba - Mayo 2019

Jueves, Mayo 9, 2019 - 23:15

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