Córdoba - Elecciones en la UNC

Los días 17 y 18 de mayo se llevaron adelante las elecciones en la Universidad Nacional de Córdoba. En este caso solo fue a votar el claustro estudiantil ya que meses atrás la Asamblea Universitaria definió la extensión de los mandatos de decanos y rector, que recién serán elegidos en 2025 y 2026 respectivamente. Por eso solo se votaron los Centro de Estudiantes y consejeros estudiantiles de todas las facultades y del Consejo Superior. 

Las elecciones se dieron en el marco de la profunda crisis que atraviesa el país. Los estudiantes, lejos de estar al margen, padecen las consecuencias del ajuste del gobierno nacional de los recortes exigidos por el FMI, que el año pasado acordaron un presupuesto de miseria para las necesidades del pueblo y particularmente para las Universidades Nacionales, en donde se estipuló para 2023 un recorte del 15% en términos nominales, sobre una inflación prevista del 60%. Todo esto mientras la pobreza entre los menores de 30 años asciende al 45% según las últimas mediciones del INDEC. En este contexto, la deserción universitaria es moneda corriente y desde la UNC poco hacen para combatirla.

Unas elecciones al servicio de mantener los aparatos

En este marco, las principales fuerzas estudiantiles de la UNC pusieron todo su aparato al servicio de unas elecciones apáticas, que generaron poco interés en el estudiantado. Si bien la cantidad de votantes no disminuyó demasiado, sí hubo en muchas facultades una pérdida de votos de las actuales conducciones estudiantiles: por ejemplo, en Derecho la agrupación UEU afín al peronismo mantiene el Centro, pero sacó casi 1500 votos menos que en el 2022. 

La principal disputa se dio entre la Franja Morada y un frente llamado La Fuerza Estudiantil (LFE) que unió a todos los sectores del PJ de Schiaretti y del kirchnerismo universitario. La primera, en consonancia con la tendencia a nivel nacional, mantuvo cinco centros (Agronomía, Económicas, Arquitectura, Ciencias Químicas y Lenguas) y le ganó dos más a fuerzas que pertenecen al frente peronista (Psicología y Exactas). Del otro lado las agrupaciones Sur, UEU y EiO (que responden al PJ cordobés) mantuvieron los centros de Artes, Derecho y Odontología respectivamente. La Bisagra-MPE, brazo estudiantil del kirchnerismo, mantuvo sus tres centros (Filosofía y Humanidades, Comunicación y FAMAF). Además, en el Consejo Superior Franja Morada ganó una séptima banca, arrebatándole la suya a LFE que se quedó solo con los tres restantes. 

Las elecciones pasan y el hambre queda

Las elecciones en la universidad se encuentran enmarcadas también en un año electoral a nivel nacional. En ese sentido, se pudo notar dentro de la Ciudad Universitaria un clima que se repitió y se repetirá a lo largo del año: la disputa de los espacios de poder a través de procesos electorales totalmente ajenos a la realidad del pueblo y del estudiantado universitario. 

La 29 de MAYO, puso sus fuerzas al servicio de una campaña en defensa del Comedor Universitario, que a fines del año pasado pasó de $0 a $348 y que además tendrá un aumento semestral en base a un cálculo entre la inflación y el salario. En base a esta problemática, junto a otras agrupaciones se organizó un proceso de lucha que, como primer paso, exige la reapertura de la Beca Nutrirse sin restricciones, ya que la misma (que permite el acceso gratuito a una ración de comida o a un bolsón) tenía requisitos imposibles de cumplir para el estudiante promedio, y de aquellos que pudieron completar la inscripción quedaron seleccionados muy pocos. En tiempos donde el hambre es ley, ajustar sobre un derecho histórico del movimiento estudiantil cordobés como el Comedor Universitario gratuito o a bajo costo es indefendible para la gestión radical y para los sectores del peronismo que votaron a favor del proyecto en el Superior. 

En ese camino, seguiremos invitando al movimiento estudiantil a organizarse en base al reclamo del Comedor para generar un espacio combativo y popular que fomente la discusión política en la universidad y reviva el espíritu de lucha de aquel sector del pueblo que tanto aportó a la historia de la lucha de clases.

De esta forma, esperamos también que este sea un primer paso para que el estudiantado se pueda volver a sumar a la lucha de los movimientos de trabajadores ocupados y desocupados en pos de un paro activo y piquetero que le ponga freno a las políticas de ajuste del gobierno y el FMI.

Emilio Arias