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4tas JAR: Las raíces del conflicto en Ucrania
El sábado 26 de marzo se realizó la cuarta edición de las Jornadas Antiimperialistas y Revolucionarias (JAR). Con formato virtual, el evento se centró en el tema de la guerra en Ucrania y contó con expositores de Alemania, Filipinas, Bolivia, Colombia y de nuestro país.
La jornada contó con la moderación de nuestro camarada Pascual Duarte, miembro de la Coordinación Internacional de la Liga Internacional de la Lucha de los Pueblos (ILPS) y del Capítulo Argentina de la Liga. Para dar apertura al debate, en la presentación del evento destacó que “La guerra resalta todo lo que antes no se resaltaba y pone de manifiesto todas las contradicciones como nunca. El tema de la confrontación mundial y de la situación que está planteadas en el marco europeo, como nunca ha desnudado las características de la profunda crisis que atraviesa todo el sistema capitalista mundial. Hay un profundo debate también al interior de la izquierda respecto de qué es esto que está pasando.” Luego presentó los tres ejes propuestos para abordar el tema: la caracterización de lo que está ocurriendo en Ucrania, la tesis leninista sobre las características de la fase imperialista del capitalismo a la luz de los sucesos de Ucrania, y las tareas de los trabajadores y de los pueblos en esta contienda. En base a ello plantearon sus posiciones Anna Bartholome, dirigente del Partido Marxista Leninista de Alemania (MLPD) integrante de la ICOR; el filipino Antonio Tuján Jr., del Instituto de Economía Política – IBON Internacional; Efrain Viveros, del Movimiento por la Constituyente Popular de Colombia; el docente e investigador boliviano Santiago Zubieta; el periodista chileno Pablo Jofre Leal y el profesor Javier Gulin de Argentina. La jornada también contó con la música del cantautor Guatemalteco Tito Medina.
Reproducimos a continuación un resumen de las intervenciones de la compañera Anna Bartholome, del compañero Efrain Viveros y el cierre de la jornada a cargo del compañero Duarte.
Anna Bartholome: Queridos camaradas. Muchas gracias por la oportunidad de participar en este debate. Nos interesa mucho conocer sus puntos de vista y discutir los nuestros.
Con la guerra entre Rusia y Ucrania está abierta la crisis del sistema imperialista mundial. Contrariamente a las habladurías de las clases dominantes sobre el orden de paz global, se ha hecho realidad lo que se enseña en el marxismo leninismo. El imperialismo conduce por ley inherente a la guerra. Concretamente la Rusia neo imperialista ha iniciado agresivamente el ataque a Ucrania. La OTAN aprovechó esta situación para cambiar su estrategia, la estrategia del pacifismo imperialista bajo los lemas de cambio a través del comercio o política exterior pacífica, hacia la abierta preparación de una guerra mundial. Se trata de una guerra injusta en Europa que emana de dos campos imperialistas y que ha provocado el sufrimiento y miseria de millones de personas. Existe el peligro de que se produzca un enfrentamiento militar directo entre las tropas de Estados Unidos, OTAN y Rusia. Esto conjuga un arduo peligro de guerra mundial por parte de imperialistas con medios nucleares. La guerra es la continuación por medios violentos de la política que las clases dominantes de las potencias beligerantes aplicaban mucho tiempo antes de la guerra. Lenin señala que solo podemos determinar el verdadero carácter de clase mediante el análisis de la situación objetiva de las clases dirigentes en todas las potencias beligerantes. Esto sigue siendo válido hasta hoy en día. En su trabajo teórico titulado “Crepúsculo de los dioses sobre el nuevo orden mundial” del MLPD analizó los cambios del sistema imperialista mundial desde la disolución de la Unión Soviética a principios de los años 1990. Con la formación de países neo imperialistas se agudizan las contradicciones. La nueva organización de la producción internacional bajo el dominio único del capital financiero internacional que ha caído en crisis, ha producido una nueva fase de la lucha de los monopolios internacionales y de los estados imperialistas por el nuevo reparto del mundo. La guerra imperialista por Ucrania significa una nueva cualidad porque los dos bloques imperialistas más fuertes, Estados Unidos - OTAN - Unión Europea y China - Rusia se enfrentan directamente. En esta situación crece la importancia de la lucha por la correcta concepción del mundo, tal como lo señaló nuestro camarada Stefan Engel la semana pasada, en la presentación de su nuevo libro “La crisis de la ideología burguesa y del oportunismo”.
Un antecedente de la creciente agresividad actual radica en la crisis económica y financiera mundial que perdura desde mediados de 2008. Cada vez más potencias imperialistas aspiran a conseguir ventajas en el nuevo reparto de las esferas de poder e influencia. La actual crisis sin precedentes respecto a las materias primas y la logística pone a la nueva organización de la producción internacional en una crisis abierta. La superpotencia Estados Unidos ha retrocedido económicamente, ha provocado a Rusia con la expansión de la OTAN hacia el este, con el traslado de tropas a Europa del este y con los masivos preparativos psicológicos para la guerra. La Rusia neo imperialista ha actuado con particular agresividad para mantener su esfera de influencia política y para someter a Ucrania. El gobierno alemán participa activamente en el belicismo, y con la declaración gubernamental del 6 de marzo ha pasado de pacifismo imperialista a una abierta política exterior y militar imperialista. Ahora envía abiertamente armas a las zonas de guerra y ha acordado un presupuesto especial de cien mil millones de euros para el rearme del ejército alemán. Esto va acompañado de una manipulación masiva de la opinión pública. Nuestra consigna es: el enemigo principal está en el propio país.
Los marxistas leninistas abogamos por el derecho de las naciones a la autodeterminación y también defendemos el derecho democrático burgués de la integridad de las fronteras. Pero en Ucrania no se libra ninguna lucha de liberación nacional. Por supuesto la resistencia activa contra la invasión rusa por parte de las masas ucranianas está justificada y nos solidarizamos plenamente con ellas. En parte se apoya en la tradición de la resistencia contra el fascismo de Hitler. Pero Ucrania es un país capitalista dependiente con un gobierno ultra reaccionario, anticomunista. El gobierno de Zelensky quiere formar parte de la OTAN imperialista y de la Unión Europea; ha reprimido las luchas de los trabajadores mineros; ha integrado en sus tropas a fascistas como el batallón Azov. Esta es una política antipopular y nacionalista burguesa. Por lo tanto la continuación de esta política debe caracterizarse como guerra injusta.
El viejo movimiento por la paz en Alemania ha fracasado abiertamente y las fuerzas oportunistas pasan hacia el social chovinismo. Una pata apoya el rumbo del gobierno federal compuesto de social demócratas, liberales y verdes. El partido revisionista es leal a Putin, como lo fue a la Unión Soviética social imperialista. Es la hora de construir un nuevo movimiento por la paz que sea internacionalista y se dirija contra todos los belicistas imperialistas. Luchamos contra la división nacionalista, en las fábricas, los sindicatos, los barrios y organizamos la unidad obrera más allá de las fronteras nacionales. A nivel internacional como miembros de la ICOR sostenemos un estrecho intercambio con nuestros camaradas en Ucrania y Rusia que mantienen valientemente en alto la bandera del leninismo en una situación complicada. Recolectamos donaciones que se destinan directamente a los trabajadores mineros de Ucrania y sus familias.
El MLPD llama a la clase obrera y a la juventud, al movimiento de mujeres y a todas las personas amantes de la paz para que organicen la resistencia activa contra la aguda amenaza a la paz mundial. Promovemos iniciativas entre los obreros, en las fábricas, como actividades políticas y huelgas contra esta guerra. Junto con nuestra organización juvenil Rebell llamamos a la juventud a a la rebelión justificada contra todos los belicistas. La unidad obrera internacional y la solidaridad internacional están ante el reto de levantar la bandera contra el nacionalismo, el anticomunismo y el militarismo. Hay que luchar contra la descarga del peso de la crisis y de la guerra sobre la espalda de las masas.
El MLPD se opone al anticomunismo de todos los partidos de la guerra. Lenin y Stalin sostuvieron el derecho de autodeterminación de Ucrania. Nosotros estamos firmemente al lado de las masas populares de Ucrania y de Rusia.
El MLPD está orgulloso de estar unido con 62 organizaciones de todos los continentes en la organización revolucionaria mundial ICOR, entre ellas los marxistas leninistas de Rusia y de Ucrania. El 24 de febrero convocó inmediatamente concentraciones y manifestaciones contra la guerra en todo el mundo. En esa situación intensifica la lucha por la construcción de un frente único antifascista y antiimperialista. Nos alegra mucho la participación del MLPD en el correspondiente seminario. Llamamos a fortalecer la construcción del frente único antiimperialista y antifascista internacional. Resistencia activa contra toda actuación imperialista. Lucha por el derecho a la autodeterminación de los pueblos, por la paz, la amistad de los pueblos, por el verdadero socialismo. Proletarios de todos los países, ¡uníos! Muchas gracias por su atención.
Efrain Viveros: Creo que el primer asunto en el tapete que a todos nos preocupa es qué está pasando con el pueblo de Ucrania, qué está pasando con el pueblo y los trabajadores de Rusia. Porque ese problema de solidaridad internacionalista nos convoca a pensar en sentimientos e intereses de clase. Y yo veo que Putin, Zelenski, Biden, los primeros representantes de las potencias europeas como Boris Johnson, como el presidente de Francia, como el Primer Ministro de Alemania, no representan los intereses de los trabajadores ni de los pueblos. No creo que a ninguno de esos gobiernos se les pueda asignar el carácter de gobiernos democráticos y populares. Mucho menos de gobiernos de la clase obrera. Mucho menos gobiernos que evoquen el pasado de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, porque ahora se ha querido hacer un enredo entre rusos y soviéticos. No es igual hablar de soviéticos que hablar de rusos. Y Putin no es heredero de Lenin ni de Stalin, Putin no es heredero de las tradiciones socialistas de Octubre. Putin es heredero de los que destruyeron el socialismo en la URSS. Por tanto no sé de dónde puede salir el argumento a favor de Putin de que está haciendo una labor antiimperialista. Lo he leído por allí, no voy a hacer referencia a siglas, a organizaciones, porque estamos tratando de identificar unas tesis y unos hechos que nos permitan sacar conclusiones más cercanas a la realidad de los pueblos e implementar una práctica internacionalista.
Así las cosas, no se trata de despreciar el esfuerzo de provocación que han hecho los Estados Unidos a través de la OTAN, todo el trabajo provocador del Reino Unido para llevar a que se suscitara una conflagración de tipo bélico. Eso es real, es real que la OTAN es un cuerpo agresivo, fundado después de la Segunda Guerra Mundial y que tiene a cuestas las barbaries más increíbles, contra los palestinos, contra los sirios, contra los libios, contra los afganos, en Irak. Es un cuerpo criminal la OTAN, y por tanto no hay nada que esperar de la OTAN distinto a una prolongación de esos actos vía el tratar de que Zelenski sea también parte de sus filas.
Pero igualmente tenemos la dificultad de que parece que Rusia estuviera sola, pero no está sola. Tenemos la dificultad que por ese punto especial de la geografía del mundo, por Ucrania, pasa la nueva ruta de la seda, tiene un lugar privilegiado en materia de recursos naturales, y China obviamente ha ido sepultando todo este accionar de los rusos que tienen un designio como estado, como grupos oligárquicos del capital financiero de tener una preponderancia como potencia. Entonces Rusia no está solo, igual que los Estados Unidos está con la Unión Europea y la OTAN, por otro lado se trata de hacer un agrupamiento de Rusia con China que en efecto funciona y agrupa gobiernos como el de la India, como el gobierno de Irán; y agrupa de esta manera otro tipo de bloque. Y uno se pregunta ¿Hay gobierno allí que debamos defender los luchadores populares? Y vuelve uno y repasa, y concluye, no veo ningún gobierno que defender. Es entonces una guerra que se llama operación militar especial, para encubrir lo que siempre se ha llamado invasión. Son las palabras rebuscadas para justificar lo injustificable.
Entonces tenemos que hacer una voz común para decir desde Colombia, que tiene siete bases militares yanquis y que fue afiliada por el gobierno de Juan Manuel Santos a la OTAN, justo después de que él lograra el Premio Nobel de la Paz, porque esos premios se los están dando a los impulsores de la guerra como a Barack Obama por ejemplo. Y ahora este gobierno pro fascista de Duque entra muy de manera genuflexa a afianzar su apoyo a las medidas del gobierno de Estados Unidos. Entonces desde Colombia decimos no a la OTAN, queremos estar fuera de la OTAN, queremos que la OTAN se desintegre, queremos que pare esa agresión al pueblo de Ucrania, y queremos que paren las afecciones que producen las medidas y sanciones económicas contra Rusia, que afectan al pueblo de Rusia, a los trabajadores de Rusia.
Queremos que América Latina no sea usada como una fuerza para afiliarse a uno u otro bando. Particularmente desde Colombia, las fuerzas que estamos desde el campo democrático, popular, de izquierda y revolucionario, no vemos que Venezuela sea una amenaza ni un satélite de Rusia, no vemos que Cuba sea una amenaza ni un satélite de Rusia, no creemos que Nicaragua sea una amenaza ni un satélite de Rusia. Creemos que la única amenaza que tenemos en América Latina es la agresividad del imperialismo yanqui, promotor de la inestabilidad de los gobiernos alternativos y conspirador contra el proceso que desarrolla el pueblo colombiano para instaurar un gobierno democrático.
En América Latina tenemos que pensar muy bien entonces por qué los comportamientos del fascista Bolsonaro con relación a esta guerra, por qué los comportamientos de Fernández que se ha involucrado en un proceso que se parece mucho al de Grecia frente al Fondo Monetario Internacional, que complica la vida del pueblo argentino, tenemos que indagar por qué entonces hay comportamientos como el de Castillo de Perú, y así poder sacar unas conclusiones más nítidas al respecto. Pero a América Latina creo que debemos mantenerla por fuera del apoyo a uno u otro bando de esta injusta guerra que se desarrolla en Ucrania.
Yo quisiera cerrar diciendo que la guerra ha sido definida como una prolongación de la política por otros medios, pero no debemos olvidar jamás que la política es un resumen, una síntesis de intereses de clase concretos. Y los juegos en Ucrania no son los intereses del proletariado, no veo que de allí surja ningún proyecto de poder popular o algo parecido. Vemos por el contrario que se quiere dibujar o contribuir a un redibujo del mapa de la división internacional del trabajo, de la división internacional de los mercados que han promovido los imperialistas desde que surgió el imperialismo. Muchas gracias compañeros.
Pascual Duarte: Creo que hay una perspectiva más allá de los análisis, más allá de las posiciones respecto a cómo se ve esta guerra. Hay una preocupación militante que no sólo tiene como base comprender y tener posicionamientos, sino que tiene fundamentalmente el objetivo de intervenir en el escenario de crisis. Como bien lo decía Lenin, hay un escenario en donde hay un período de la tendencia a la guerra, precisamente por el producto de la conformación de los grupos monopólicos y cómo eso va en desarrollo a la conformación de bloques en dirección a guerras de saqueo más precisamente, que no es el caso actual de Ucrania desde mi punto de vista, es la antesala a una guerra y estamos muy cerca de eso, y obviamente los pueblos tenemos que oponernos. En dirección a eso no hay que estar pasivamente o simplemente plantear una posición defensista. Todo lo contrario, los pueblos tienen que aprovechar porque es el período de la guerra pero también de las revoluciones. Es el momento en que podemos aprovechar para echar mano a todas las posibilidades de alianza para fortalecer espacios revolucionarios en distintos países, que obviamente tienen que partir de los países agredidos desde mi puntos de vista, pero que engloban al movimiento revolucionario antibélico, en el sentido de los que impulsan estas guerras que son las grandes potencias, y empezar a construir respecto de que no es que tenemos una posición pacifista por el cese al fuego simplemente, el alto al fuego, sino que a la guerra imperialista hay que oponerle una guerra, pero una guerra que tenga como base los intereses populares de nuestros propios pueblos. Lo que tiene que aparecer es el tercer contendiente, un contendiente que supere la guerra imperialista, así que hay que aprovechar este contexto y me parece que hay un registro de esto, más allá de los matices, y que necesitamos ponernos a construir.
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