No Transar Nº 91

Editorial
Mientras se debate la entrega de nuestra economía y se desoyen los reclamos populares, la bronca popular calienta motores
En la misma semana que la administración demócrata de Obama se enfrentó a una derrota de proporciones en las elecciones de medio término en EE.UU., el Banco Central yanqui (FED) anunció el comienzo del fin de la dispendiosa inyección de dólares como antídoto a la crisis financiera mundial abierta a partir del 2008. Sobran las razones para afirmar que ambos hechos son dos caras de una misma moneda.
El descomunal salvataje a los grandes bancos y la especulación financiera que regó billones de dólares en EE.UU. y Europa, a costa del ‘maldito’ gasto público, concluyó en otra brutal transferencia de recursos hacia los más poderosos, degradando las condiciones de vida de las mayorías populares en todo el mundo.
En una nota del periodista Marcelo Cantelmi, titulada “La economía global ahonda los desequilibrios sociales” (Clarín, 1/11/2014) se refirió a este cuadro de la manera siguiente: “El banco Credit Suisse resumió de un modo brutal esta nueva configuración: hoy el 1% de la población del planeta controla la mitad de toda la riqueza global. Es una pirámide aguda con una base cada vez más ancha. La ONG británica Oxfam reveló que mientras el número de millonarios más que se duplicó desde 2009, el 70% de la humanidad vive en países en los cuales la brecha entre ricos y pobres no...