Derrotar el ajuste en las aulas y en las calles

El pasado 7 de junio se realizaron las elecciones estudiantiles para renovar las conducciones de 15 Centros de Estudiantes, consejeros directivos y consiliarios en la UNC.

A nivel institucional, la Franja Morada ratificó el triunfo obtenido por el nuevo rector Juri, logrando un mayor caudal de votos que en años anteriores, por lo cual su representación en el Consejo Superior aumenta de 4 a 5 consiliarios. De esta manera, el radicalismo cuenta con una mayoría de 25 votos en dicho órgano de gobierno universitario y de 125 sobre 247 en la Asamblea Universitaria. A su vez mantiene la conducción de los Centros de Estudiantes de tres de la principales facultades: Económicas, Derecho y Medicina.

Sin embargo, en las elecciones de Centros de Estudiantes fueron las fuerzas políticas vinculadas al kirchnerismo como La Bisagra (que ahora cuenta con 7 Centros) y La Mella, las que capitalizan una posición crítica al macrismo y sus aliados radicales en la universidad, aunque cuidándose de no identificarse públicamente con el kirchnerismo. Este resultado también encuentra su explicación en los problemas de la izquierda para erguirse como una alternativa de unidad y lucha contra el ajuste macrista en la universidad.

En facultades como la de Filosofía y Humanidades, el intento de Cauce y el FIT, el frente “La Trinchera”, estuvo lejos de recuperar el centro de manos del kirchnerismo. Sus limitaciones se evidenciaron desde antes de su conformación, al no apostar al desarrollo de una política de organizar al movimiento estudiantil para enfrentar el ajuste en curso, al calor de la lucha docente-estudiantil que recorría el país. Así la unidad electoral alcanzada no tuvo un correlato en el impulso de la lucha en defensa de la educación pública, y careció por completo de ofensiva política,  facilitando de esta manera la continuidad de los jóvenes K en la conducción del centro.

En este marco, la presentación de la TUN 29 de MAYO en las elecciones del CEFFyH, aunque con menor incidencia cuantitativa, representó una propuesta política que buscó plasmar en las elecciones los esfuerzos dados en las últimas semanas por poner en pie de lucha al estudiantado de la facultad. Los debates en los cursos, la iniciativa de clases públicas, la convocatoria a marchas y actividades junto con otros sectores de la educación, frente al obstáculo que representa el kirchnerismo en el Centro de Estudiantes, permitieron mostrar la existencia de una política que se propone derrotar el ajuste en las aulas y en las calles, y la necesidad de seguir ese camino en los meses que siguen.

El mapa político que dejan estas elecciones, con un Consejo Superior y una Asamblea Universitaria que tienen mayoría para aprobar los proyectos de Juri (inserción de empresas en el CS, manejo discrecional de presupuesto, voluntariado obligatorio, elección “directa”) y Centros de Estudiantes en manos de ajustadores y cómplices del ajuste, deja la tarea inmediata tanto a estudiantes, docentes y trabajadores de la universidad de intervenir con unidad, organización y lucha en la política universitaria, para poner a la UNC en consonancia con las luchas obreras y populares que recorren el país.

Marilyn T