Rosario - Grandes exportadores, grandes delincuentes

Martes, 20. Septiembre 2022

Es sabido que por nuestro Rio Paraná sale el 80 % de la producción del país, que ninguna de las terminales portuarias está en manos del estado, que el dragado y balizamiento del río lo hace una empresa belga hasta hoy, y que sigue en pie el decreto 949/20, que busca perpetuar el modelo de entrega de nuestros recursos.

Lo que también es sabido, pero hasta unas semanas no había pruebas fehacientes para comprobarlo, es que por los puertos del Paraná entra y sale una gran cantidad de la droga de nuestro país. En las últimas semanas se realizaron varios allanamientos que no solo vinculan los cargamentos directamente con la terminal 1 y 2 de los puertos de Rosario, sino que también dan cuenta del largo periodo de tiempo que llevan estas organizaciones delictivas funcionando.

Sobre el recorrido del primer cargamento que se encontró, Ámbito Financiero del 11/9 consigna que “el contenedor salió de Rosario el 28 de junio, pasó por Zárate el 29 de junio y después llegó al puerto de Santos el 5 de julio, donde fue detectado el cargamento ilícito dentro de un buque Maersk Bermuda.” En el interior se secuestraron bolsos negros con paquetes de droga cuyo logo era “Louis Vuitton” y “Supreme”. A esto se suma un allanamiento que se realizó unas semanas después en un barrio de Rosario. Según la misma fuente, “similares a los encontrados en un galpón del barrio Empalme Graneros el pasado 26 de agosto, cuando se incautaron 1.658 kilos de cocaína. Se investiga si todos los cargamentos corresponden a la misma organización, dada la coincidencia de los empaques, y que ambos cargamentos salieron de la Terminal Puerto Rosario, empresa que tiene a Vicentin como uno de sus principales accionistas junto con la chilena Antares”.

Hay un conocimiento popular de que el narcotráfico está asociado a los puertos, tanto para el ingreso de sus mercancías, como también para lavar el dinero que genera. Estos dos allanamientos confirman parte de ello. También dejan a las claras que las empresas que controlan las exportaciones de nuestro país tienen vínculos con estos circuitos delictivos. Desde las mismas trataron de argumentar que los cargamentos son “contaminados” por empleados desleales y que nada tienen que ver ellos en lo que sucedió. Se incautaron 1658 kg de cocaína; según Página12 del 27/8, “Los responsables del operativo estimaron que el valor total de la sustancia secuestrada ascendería a 60 millones de dólares”. No es una operación menor, ni en la cantidad de mercancía, ni en lo que está valuada. Suponer que las empresas que tienen la concesión del puerto no saben nada al respecto es por lo menos ser muy ingenuos.

A esto se suma que “En octubre de 2014 un contenedor nacional que salió de Mendoza vía Chile con cajas de vino de distintas bodegas ocultaba 459 kilos de cocaína compactada en ladrillos que llevaban el logo de la marca Louis Vuitton, adentro de ocho bolsos de viaje que fueron hallados arriba de las cajas y cuyo destino fue Canadá. (Página12, 11/9). La investigación avanza con la suposición de que se trata de la misma organización que por lo menos está operando hace 8 años.

Los estragos que genera el narcotráfico en Rosario, donde este año ya fueron superadas las 200 muertes, son comparables a los que genera la entrega de nuestra soberanía al no tener el control de los puertos ni de los ríos por donde se va todo lo que producimos. Nos hace un país totalmente dependiente y a merced de los grupos monopólicos. Vicentin, que estafó al Banco Nación, a cientos de productores y que hoy se encuentra en juicio por eso, es quien tiene la concesión de la terminal 1 y 2 del puerto de Rosario. A pesar de todo esto no hay ninguna muestra por parte del gobierno de querer sacarle el control de la terminal portuaria, ponerlo bajo control de los trabajadores y evitar que estas cosas sucedan.

La forma de combatir el narcotráfico es con la construcción de un país soberano e independiente, que pueda generar pleno empleo y que dé posibilidades de futuro digno a nuestros jóvenes. Eso no va a ser posible si no se rompe con la dependencia. Vamos por el control de las terminales portuarias, por el control del dragado y balizamiento de nuestro rio Paraná y por una salida propia al mar desde nuestro país.


Fernando Solís

Martes, Septiembre 20, 2022 - 15:30

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