Reincorporaciones en Télam

La ofensiva del gobierno contra los trabajadores y trabajadoras de Télam ha sufrido una nueva derrota al conocerse el reciente fallo de la Sala V de la Cámara de Apelaciones del Trabajo, que confirmó las reincorporaciones 89 de trabajadores de la agencia logradas a finales de octubre del año pasado, luego de los despidos de 357 trabajadores en 2018. 

La importancia del fallo judicial radica en que ha sido producto de la lucha llevada adelante por los trabajadores que logró vencer las presiones del gobierno sobre la justicia laboral. Como enuncia la CGI Télam: "El fallo judicial, que confirmó que el Directorio de Télam actuó en forma ilegal, ilegítima e irrazonable al despedir, revirtió las desvinculaciones al entender que se incumplió el Procedimiento Preventivo de Crisis que, según dispone la ley 24.013, es de naturaleza obligatoria para habilitar despidos masivos."

La ofensiva sobre Télam se dio en el marco de una política estatal de acallar voces disidentes. Fue planteada como un paso más en el marco del ajuste del Estado, pero el ataque a los trabajadores de Télam esconde en el fondo silenciar a todos aquellos medios y agencias que puedan dar cuenta del ajuste y el desastre económico del gobierno, así como de la organización y la resistencia que el pueblo encara cotidianamente contra esas políticas. En este sentido no son casuales las presiones sobre los trabajadores de prensa del total del Sistema de Medios Públicos y el apriete sobre la justicia que impide el pago de salarios a los trabajadores de C5N, entre otros.

La lucha y las actividades desplegadas por los trabajadores despedidos y la CGI de Télam contrastan con las provocaciones desplegadas por personajes como Hernan Lombardi, actual titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, que no dudó entre otras cosas en montar una “Télam paralela” en el predio de Tecnópolis, a cargo de Rodolfo Pousá, vergonzosa emisora de cables y noticias inexactas y llenas de errores, consecuencia del despido de casi el 40% de la planta periodística de la agencia. 

Los fallos favorables no fueron obra de jueces conmovidos. Son el resultado de una pelea tenaz, que comenzó con el paro y la ocupación de las oficinas durante 119 días ininterrumpidos, en los cuales se realizaron numerosas actividades con variados sectores sindicales, sociales y políticos que fueron la base de la solidaridad desplegada. A ello se suman las numerosas movilizaciones, actividades y festivales que se desarrollaron en ese tiempo, la última de las cuales fue el acampe en las puertas de la Cámara de Apelaciones. De entre todas ellas, se destacó la toma del CCK en septiembre del año pasado, en la que al centenar de compañeras y compañeros que llevaban adelante la acción, se le sumaron a aguantar desde afuera varias organizaciones del Encuentro Memoria Verdad y Justicia que venían de realizar un acto en Plaza de Mayo por la desaparición de Julio López. Más acá en el tiempo, el 26 de junio pasado, organizaron un acto en la puerta de las oficinas de la calle Bolívar para conmemorar un año del comienzo de la pelea. Acompañaron la iniciativa llamando a un paro que fue acatado incluso en la Télam trucha de Tecnópolis.

Sin dudas, la decisión férrea de Sipreba de sostener la lucha, la convicción de los delegados de la agencia y la unidad alcanzada entre los trabajadores, fueron elementos que hicieron posible sostener el conflicto sin sucumbir al desgaste lógico de tanto tiempo y esfuerzo.

La lucha de los trabajadores y trabajadoras de Télam marca un camino para derrotar las políticas de ajuste del gobierno. Hay que seguir peleando hasta completar las reincorporaciones que faltan.

Ignatius