Estatales Nacionales | Minicuotas Rodríguez: un análisis del acuerdo paritario

Otro año en que la paritaria estatal de organismos nacionales cierra por debajo de la inflación proyectada en más del 40% para 2019. Hace pocos días la dirección de UPCN con Andrés Rodríguez a la cabeza cerró una paritaria a espaldas de los trabajadores que consta de 5 cuotas no acumulativas (4% en junio, 7% en julio, 7% en agosto, 5% en enero y 5% en febrero), es decir que los trabajadores estatales tendrán un aumento del 18% impactando en sus bolsillos recién en septiembre de 2019 y será para el lejano mes de marzo 2020 cuando termine de llegar el aumento del 28%, probablemente con la inflación de los meses de enero y febrero de 2020 –no tenida en cuenta en la paritaria- carcomiendo los salarios estatales. El acuerdo contiene una cláusula de revisión en marzo y un irrisorio aumento del premio por presentismo.

La política de agachadas sistemáticas que aplica la dirección de UPCN hace años viene generando una pérdida del poder adquisitivo constante de diciembre de 2015 a diciembre de 2018 fue del 18,2%. Los salarios de estatales son cada vez más bajos, la mayoría tiene más de un trabajo y llegar a fin de mes es prácticamente imposible. No se trata de tener diferentes tácticas de cómo llevar la negociación paritaria, se trata de una dirección sindical propatronal y empresarial que se mueve por sus propios intereses usando como carne de cañón a los propios trabajadores. Esto sin contar que en la Administración Pública Nacional sigue siendo moneda corriente la contratación tipo locación de servicios, que tiene a sus empleados hace años como monotributistas sin reconocerles derechos básicos como aguinaldo o vacaciones y que tampoco acceden a los aumentos paritarios, sino de lo que resuelvan unilateralmente cada organismo o quién sabe quién.

El accionar de Andrés Rodríguez y toda la dirección traidora de UPCN no sorprende, pero genera bronca. Frente a esta negociación el accionar de la dirección de ATE Capital volvió a dejar sabor amargo. Unas horas antes de que se firme la paritaria convocaron a delegados y juntas internas a concentrarse y repudiarla, sin llamado a paro y dejando afuera al conjunto de los trabajadores. En definitiva fue un acto de propaganda más que una acción que permitiera torcerle el brazo al gobierno. Si bien la conducción de ATE Capital con un discurso por izquierda rechaza la paritaria y tiene algunas iniciativas contra el Gobierno de Cambiemos, llega a la misma conclusión.  El problema de fondo es que tanto la dirección de UPCN como la de ATE Capital plantean que la salida está en las urnas, poniendo más expectativas en las elecciones y la fórmula F-F que en la propia fuerza de los trabajadores para ganar sus reclamos. Lo que no dicen y eluden olímpicamente es que el salario de los estatales acumula una caída ininterrumpida desde al menos el año 2009, con una pérdida del 33,9% de dicha fecha a enero de 2019. Para muestra sobra un botón. Siempre que hubo que ajustar los trabajadores pagaron los platos rotos. 

La crisis económica y la realidad de los trabajadores sólo permite arribar a la conclusión de que la mejor forma de defender los puestos de trabajo, de conquistar mejoras en las condiciones de trabajo y salariales será ganando la calle y con los tradicionales métodos de lucha de clase obrera, apoyados en el protagonismo de las bases y la acción directa. Apostar a este camino es demostrar que gane quien gane los trabajadores no estarán dispuestos a ser la variable de ajuste.    

Ema Díaz