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Un desafío muy importante conlleva la propuesta de construir la Corriente Sindical que hemos lanzado. Nos invita a retomar las mejores experiencias clasistas como la del Sitrac-Sitram, la del Cordobazo y la de la generación del ’70. Aspiramos que esta corriente sea combativa, antiburocrática y por el clasismo, y que ello se sintetice en las ideas, el programa, los métodos de lucha y la política que queremos levantar.
¿Por qué el nombre de Jorge Weisz? Weisz siendo un joven estudiante de Ingeniería de la UBA y militante de Vanguardia Comunista se trasladó a Libertador General San Martín (Jujuy) para insertarse en el Ingenio Ledesma y allí emprendió la lucha junto a los obreros contra el monopolio de la familia Blaquier. Desde el vamos impulsó la reorganización del sindicato y batalló contra las condiciones de trabajo inhumanas que imponía el Ingenio. La empresa extendía su influencia al mismo pueblo de Libertador donde nada se hacía sin su consentimiento. Se logró en el Ingenio un grado de organización tal que permitió que estalle en 1972 la primera huelga después de más de 20 años. Luego del despido de Weisz continuó la organización y se recuperó el sindicato. Además Weisz, junto al abogado Carlos Patrignani (militante de Vanguardia Comunista) y Luis Aredes (radical, que luego sería intendente de Libertador General San Martín y el único que logró cobrarle impuestos a Ledesma) fundaron la obra social, en función de la ley que obligaba a las empresas a prestar asistencia de salud a los trabajadores. En ella, Weisz asumió la vicepresidencia, Patrignani hizo lo propio como asesor jurídico y Aredes como asesor médico. Se buscaba el cumplimiento de estas leyes, el aporte patronal que Ledesma no quería pagar y además que deje de quedarse con la retención de ese dinero de los trabajadores. Enfrentaron a la familia Blaquier y al Ingenio Ledesma en todos los terrenos posibles. La represalia llegó en 1974 cuando condenaron a dos años de cárcel a Weisz y Patrignani, concluyendo el sucio plan la dictadura fascista con la ayuda de los Blaquier. En diciembre de 1976, pocos meses después de la Noche del Apagón, los desaparecen, y más tarde correría la misma suerte Aredes.
Jorge Weisz supo dar la lucha gremial y la lucha política junto a los trabajadores, dando su vida por la clase obrera, siendo un referente en la historia de la lucha de clases de nuestro país. Weisz no era sólo un luchador sino un revolucionario que como muchos compañeros fueron protagonistas de las más avanzadas experiencias del clasismo en nuestro país, luchando y llevando sus ideas hasta las últimas consecuencias. Por todo esto hay que llevar con orgullo el nombre de Jorge Weisz en nuestra corriente, con el desafío de construir la herramienta que nos permita avanzar en la lucha meramente reivindicativa, dando un salto cualitativo y formándonos para recuperar las mejores prácticas clasistas.
Compañero Jorge Weisz ¡Presente!
Ema Díaz
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