Afirmado en un perfil agroindustrial y extractivista iniciado en los 90 y continuado en los años posteriores, el gobierno de Macri pivotea con las energías alternativas (eólica y solar) a la vez... Ver más
Un contexto de crisis y el tercer contendiente
En Chile, el hartazgo popular estalló dejando al desnudo las consecuencias de un modelo ultraprivatista impulsado casi sin matices por todos los gobiernos posteriores a la dictadura. Previamente fue Ecuador, con una rebelión de masas que forzó al presidente Moreno a dar marcha atrás con su paquete de medidas de ajuste. Mucho más silenciosa transcurre la gran lucha con rasgos insurreccionales en Haití, una de las naciones más pobres del mundo. En Bolivia, donde la derecha derrotada en las elecciones tira a la basura la legalidad burguesa para hacerse con el poder por la vía de los hechos, las organizaciones populares de El Alto anuncian las medidas a tomar para hacerle frente al golpe de Estado en curso, ocupando el lugar abandonado por Evo Morales tras su renuncia.
El telón de fondo es una América Latina que desde hace una década dejó atrás el boom de los comodities, base material para la aparición de las burguesías renegociadoras. Las serias dificultades que atraviesan los proyectos más definidamente pro yanquis reflejan los problemas que está teniendo el imperialismo norteamericano para recuperar la iniciativa en su histórico “patio trasero”. Aunque con un desarrollo mucho menos dramático, en este cuadro se inscribe la derrota electoral de Macri.
Por supuesto que no es sólo un problema de nuestro continente. La disputa comercial entre EE.UU. y China tiende a profundizarse, al igual que las contradicciones con Rusia y otros países que emergen con juego propio, como Turquía. El sudeste asiático, el Medio Oriente y la propia Europa son escenarios en donde se manifiesta una crisis global.
Lejos de pretender volver a la línea que caracterizó la región desde el surgimiento del chavismo y el “socialismo del siglo XXI”, la oleada de rebeliones abiertas va en un sentido ascendente, cuestionando la estructura dependiente del capitalismo concentrado en su versión más espeluznante como el neoliberalismo actual. Pero también da cuenta del fracaso de aquellos proyectos que renegocian condiciones con la ilusión de volver a un capitalismo de bienestar que ya fue, cuyas mejorías en el mejor de los casos son efímeras porque nunca van a fondo contra el poder de los monopolios y su matriz productiva. Son rebeliones caracterizadas por su masividad, espontáneas en gran parte y confluyentes en un planteo común contra el privilegio de los gobiernos fusionados a los planes del capital financiero, FMI, petroleras y monopolios en general, que se amparan en estas democracias domesticadas desbordadas de pobreza. Hacia allí deben estimular las organizaciones revolucionarias y patrióticas comprometidas con cambios reales, para que en esta oleada de rebeliones el tercer contendiente, el antiimperialismo revolucionario encabezado por la clase obrera y los pueblos en general, abra una nueva oportunidad para que el progreso, la equidad y la libertad vayan de la mano con la realización del hombre nuevo y la revolución.
Esta perspectiva nada tiene que ver con los intentos de aquellas burguesía renegociadoras, progresistas o conservadoras, que reflotan instancias como el Foro de San Pablo o Grupo de Puebla, los que sin dejar de tener pronunciamientos antineoliberales que se deben considerar, se quedan en el resguardo de la misma institucionalidad del poder vigente sin cambiar las reglas del juego y menos aún, apelar a la fuerza de la movilización popular para dirimir la batalla. En este marco la libertad de Lula es un paso positivo y a su vez un verdadero traspié para el oscurantismo de los Bolsonaros y sus socios imperialistas.
Andrés Zamponi
Notas relacionadas
-
-
El 5 de agosto organizaciones piqueteras del frente de lucha de Lomas de Zamora se movilizaron a la Municipalidad para conseguir solución a los reclamos que vienen levantando: trabajo genuino... Ver más
-
En el marco de una avanzada del gobierno con diferentes reformas -donde se destacan la previsional y laboral- poco se habla de la reforma sanitaria y eso debiera ser materia de discusión de las... Ver más