UBA: balances de la lucha estudiantil

Viernes, 18. Julio 2014

Universidad

UBA: balances de la lucha estudiantil

La primera parte de 2014 dejó una serie de elementos para analizar de cara a dar un salto en la pelea contra el ajuste en la segunda mitad del año.

El movimiento estudiantil retomó con mayor fuerza su contacto con las luchas populares. El 24 de marzo, miles de estudiantes se movilizaron a Plaza de Mayo en un nuevo aniversario del golpe de estado, reivindicando la lucha de los compañeros desaparecidos y trayendo a la actualidad la pelea contra la criminalización de la protesta y represión a los que luchamos.

Asimismo, el comienzo del cuatrimestre los encontró apoyando la huelga de los docentes de escuelas medias, que tuvo su máxima expresión en la Provincia de Buenos Aires. Durante el conflicto, se realizó una charla-debate en la Facultad de Sociales organizada por la agrupación “Deformación Docente”, el Movimiento de Recuperación Sindical (MRS) y la TUN 29 de MAYO (Vicepresidencia del Centro de Estudiantes), para analizar e impulsar la justa lucha de los docentes.

Por otra parte, con la crisis económica manifestándose en inflación, devaluación y paritarias a la baja, los centros de estudiantes y los reclamos educativos fueron participantes activos de las jornadas de piquetes y cortes (Puente Pueyrredón, Panamericana, etc.) durante el paro nacional del 10 de abril, donde la burocracia convocante se vio superada por el activismo combativo y las bases que de forma creciente salen a las calles.

La unidad obrero-estudiantil es fundamental para concentrar las fuerzas populares y golpear a los responsables del ajuste, comenzando por el gobierno kirchnerista. En ese sentido fue también la conmemoración del 45° aniversario del Cordobazo, que recorrió el país y tuvo su expresión particular en la UBA con una peña, muestra de fotos, proyecciones y un acto político frente al Congreso de la Nación.

Finalmente, al cierre de esta edición tiene continuidad la pelea de los docentes universitarios por su paritaria, luego de 16 meses salarios congelados. El conflicto tuvo epicentro en el interior del país -Rosario, Tucumán, Cuyo- pero repercutió también en la UBA, donde los centros de estudiantes sumaron acciones en solidaridad que también abarcaron los despidos arbitrarios y la persecución ideológica al interior de las facultades (particularmente en Medicina y Sociales).

Sin embargo, al mismo tiempo asistimos a la consolidación en el poder del sector más reaccionario de la UBA, representado en las figuras del rector Alberto Barbieri (cara visible de la privatización de la universidad) y su vice Darío Richarte (ex Jefe de la SIDE). El repudio a su “elección” en diciembre de 2013 no tuvo continuidad este año, permitiéndoles una relativa “paz social” que les deja el camino abierto para la aplicación del plan de ajuste y mercantilización que impulsa el kirchnerismo en todo el país, a través de la Ley de Educación Superior y la CoNEAU.

De igual forma, FUBA atraviesa desde hace algunos años una parálisis y un alejamiento del movimiento estudiantil. Aquello explica su escasa incidencia en las distintas luchas por Facultad, el poco impacto de sus campañas y la complicación sistemática para realizar su Congreso anual, donde priman la negociación y el conteo de delegados por encima del despliegue de la política hacia los estudiantes. Los límites de la FUBA son una advertencia para los centros de estudiantes ganados por la izquierda, que si bien es innegable que cumplieron un rol en denunciar al gobierno y alentar la pelea contra el ajuste, también es cierto que en general predomina un punto de vista de denuncia circunscripto al activismo más avanzado, dejando relegado al sector más amplio. Un desafío por delante es la búsqueda de la movilización del conjunto con mayor audacia.

A modo de balance, no debe perderse de vista la importancia de la política específica de la UBA, las preocupaciones de los estudiantes y los reclamos que constantemente surgen por problemas edilicios, condiciones de cursada, contra los atropellos de las gestiones, por becas de fotocopias y comedores, contra las reformas de planes de estudio y un largo etcétera. Aquellas son manifestaciones concretas de un proyecto educativo al servicio del gobierno y el mercado, que debemos enfrentar sin titubeos y con una perspectiva unitaria.

David Paz

Publicado en: 
Viernes, Julio 18, 2014 - 16:45

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