Terciarios CABA - CEJVG: Primeros pasos de un Centro recuperado

En mayo de este año el Centro de Estudiantes del Joaquín V. González (CEJVG) fue recuperado por la Lista 6 (Estudiantes de Pie - 29 de Mayo +Estudiantes independientes y FITU), luego de casi 10 años de conducción de La Caravana - Patria Grande. Un Centro que venía de espaldas al estudiantado, sin participación democrática en asambleas ni luchas a fondo, hizo que con la pandemia los y las estudiantes sufrieran mucho la virtualidad y que los ataques de Larreta y Acuña pasaran sin mucha dificultad. Mientras, la UniCABA siguió avanzando. 

Desde la recuperación del CEJVG el objetivo principal estuvo puesto en que las y los estudiantes vuelvan a sentirse parte del Centro, organizando diferentes actividades para que puedan ser realmente protagonistas. Volver a generar confianza y abrir espacios democráticos de participación es fundamental para emprender con fuerza las luchas que se vienen.

A la par de que Larreta ahoga presupuestariamente a los terciarios, destina todo el presupuesto para la UniCABA. Ahora quiere avanzar con reformas que implican recortes en las carreras y quitar a los profesorados la titulación de “Enseñanza en educación superior”, para que luego haya que estudiar en la “Universidad de la Ciudad” para obtener dicho título. Si bien muchas carreras requieren de actualizaciones, es importante enfrentar cualquier reforma que ataque las autonomías institucionales, que busque destruir la formación docente, degradar los títulos y recortar horas dejando a docentes sin sus puestos de trabajo, sobre todo considerando que no se los quiere titularizar hace 10 años. 

Para eso es importante lograr una coordinación sin sectarismos y dejar de realizar medidas testimoniales en la Legislatura, como las que suele proponer la dirección Celeste de UTE. Es necesario apuntar a los responsables políticos de estas medidas movilizando al Ministerio de Educación de CABA con la mayor unidad. 

A su vez, es necesario poder abrir espacios democráticos de participación y definición entre docentes y estudiantes para acordar las medidas de lucha a seguir, como también para avanzar en discusiones sobre el tipo de educación pública que necesitamos y qué diseños curriculares son necesarios para una formación docente al servicio de las necesidades populares. 

Si se logra avanzar por este camino coordinando entre los profesorados y el resto de los sectores en lucha, es posible abrir una picada por donde se le gane la pulseada al larretismo, aportando a derrotar su proyecto antipopular.

Jacinta Grey