Mujeres y diversidades - Sobran motivos para luchar

Miércoles, 9. Julio 2025

Este año la desigualdad social, medida en función de la distribución del ingreso, volvió a agrandarse y en paralelo la brecha por motivo de género. Las mujeres estamos más pobres, con menos ingresos y aguantando el peso de la crisis, agudizada por el ajuste salvaje de Milei, que sigue destruyendo las políticas de género, la salud, la educación pública y el empleo tanto público como privado. Las luchas que resisten el embate del gobierno están empezando a tomar forma, falta articularlas y darles un horizonte y por parte del movimiento de mujeres y diversidades ver como retomar el camino de la unidad callejera tras el #3J.  

Desigualdad social en aumento

Según datos publicados por el Indec correspondientes al primer trimestre de 2025, el ingreso medio per cápita familiar del decil más alto de la población fue 15 veces mayor al del decil más bajo (según la mediana). Este indicador marca un aumento frente al cuarto trimestre de 2024, cuando la relación entre ambos extremos era de 13 veces. En paralelo, el Coeficiente de Gini –utilizado para medir el grado de desigualdad en la distribución del ingreso (donde 0 representa igualdad perfecta y 1 desigualdad absoluta)– se ubicó en 0,435 durante el primer trimestre de 2025. Este valor representa una suba frente al trimestre anterior, cuando el indicador se había ubicado en 0,430, y consolida una tendencia al alza tras el mínimo reciente registrado a fines de 2022 (0,413). Desde que asumió Milei los ricos son más ricos y los pobres más pobres, este es el catastrófico modelo libertario que hay que derrotar.

La brecha de género también creció

La brecha de ingresos entre mujeres y varones también se acentuó. En el primer trimestre de 2025, las mujeres obtuvimos en promedio un 27,8% menos que los varones en la ocupación principal. Es el valor más alto desde principios de 2023 y está por encima del promedio de los últimos tres años. Los ingresos promedio también muestran una diferencia significativa en términos absolutos: las mujeres registramos un ingreso medio de $668.738, frente a los $926.671 de los varones. Esta diferencia en pesos fue creciendo trimestre a trimestre desde principios de 2023. A comienzo de este año respecto al 2024 se registró la profundización de la brecha de desocupación ubicándose en 1,7 p.p. La tasa de desocupación en mujeres es de 7,9%, mientras la misma tasa en varones es de 6,2% y la brecha en la informalidad laboral se incrementó a 3,7 puntos porcentuales: 38,7% en mujeres y 35,0% en varones. La imposición social de las tareas domésticas y de cuido que recaen sobre las mujeres, limita nuestra posibilidad de acceder a un trabajo, más aún en un mercado laboral contraído y suponer informalizado. Esta situación histórica, se está agravando con el desmantelamiento de las políticas de género y el brutal ajuste y ataque a la salud y la educación públicas —sector en los que, además, la mayoría de las trabajadoras somos mujeres—, ya que el retiro del Estado implica una sobrecarga en las tareas de cuidado, dificultando aún más el acceso a ingresos propios. Esto genera una sobrerrepresentación de las mujeres en la pobreza: somos casi el 70% de las personas con menores ingresos. Las mujeres y diversidades cargamos con la peor parte de una crisis fatal, generada por el plan de hambre y entrega de Milei, que golpea brutalmente al conjunto de los sectores populares.

 
Un ataque atrás del otro

A todo esto se le suma el ataque constante del gobierno a nuestro movimiento. Buscan avanzar contra el derecho al aborto, contra la Ley de Identidad de Género, contra la figura de femicidio en el Código Penal, contra la ESI, contra la Ley Micaela, luego de haber cerrado y desfinanciado los programas de género y diversidad a nivel nacional.  LLA niega la violencia machista, pero hay un femicidio por día y ya van más de 500 intentos en lo que va del año y con menos respuestas y acompañamientos profesionales, la situación se está volviendo critica. La violencia por motivo de género se incrementa mientras desde el gobierno se nos degrada a las mujeres y diversidades. El propio Milei nos ataca a través de hostigar a figuras públicas opositoras para generarnos miedo y legitimar la misógina, como el ya conocido caso de Laly Espósito, o el reciente ataque a Julia Mengolini, como ejemplo de un ataque brutal a la prensa, que esta escalonando hasta la persecución política en general, con las nuevas atribuciones otorgadas por decreto a las fuerzas federales para perseguir a quienes luchamos contra las políticas de ajuste y entrega del gobierno. Tras el arresto y la proscripción de Cristina Kirchner, a fines de junio detuvieron arbitrariamente a militantes y funcionarias peronistas– Alexia Abaigar, Eva Mieri, Aldana Muzzio, Candelaria Montes, e Ivan días Bianchi, por supuestamente ser parte de un escache a Espert que no es más que una contravención. Persecución que se suma a la llevada adelante hacia el movimiento piquetero desde que asumió el gobierno, con compañeras detenidas injustamente como es el caso de Carina Izaguirre en Gualeguychú. Una verdadera avanzada conta las libertades políticas que hay que frenar cuanto antes. 

El cuadro de situación que estamos viviendo, tendría que poner a todo el campo popular a pensar cómo salir a las calles para sacarnos a Milei de encima, pero el peronismo está pensando cómo llegar al 2027 mientras todo se desmorona a su alrededor. Por eso el feminismo peronista está encerrado en sí mismo, llama a asambleas propias, no amplia y no usa su capacidad de convocatoria para seguir avanzando en el camino de la unidad que se agito el ultimo el #3J. El 2027 queda lejísimo como propuesta para ponerle un freno a la barbarie de Milei y es derrotista para el conjunto de quienes venimos sufriendo hoy la motosierra que no deja un minuto de paz a los bolsillos populares, enmarañados en sobrevivir con jubilaciones de miseria, changas, multi empleos y así y todo no llegar a fin de mes, con el 91% de las familias endeudadas para alimentarse y en la que mayoritariamente las mujeres estamos solas a cargo del hogar. Es ahora que tenemos que salir a las calles y seguir exigiendo al paro activo nacional para que se vayan. Mientras fortalecer las luchas en curso, las que resisten los despidos en las empresas privadas y el vaciamiento estatal como las luchas en salud del Garraham y las residencias, en el INTI el Conicet entre otras que se van abriendo paso, junto a la lucha anti represiva. En la Ciudad de Buenos Aires, los miércoles de los jubilados y jubiladas, sigue siendo un día de lucha, que crece al calor de intentar articular las peleas en curso donde tenemos que volver a hacer presentes la lucha por nuestros derechos. Y así en cada provincia, en cada ciudad buscar la coordinación. Hay que volver a llamarnos en asambleas, comisiones, talleres, reuniones, en los barrios, en los lugares de trabajo y estudio, allí donde se pueda juntarnos, hay que sacar afuera la angustia, la paralización y la desorientación que sabemos provocan las medidas del gobierno, a través del debate colectivo para organizarnos y salir a dar pelea. 

En este camino en julio tendremos otro encuentro con compañeras de distintas ciudades del país, para intercambiar sobre la coyuntura política y organizar acciones concretas en defensa de nuestros derechos, contra el ajuste y la represión al que invitamos a sumarse. Nos tenemos que organizar para derrotar a este gobierno enemigo del pueblo.

Julia Quinteros

Miércoles, Julio 9, 2025 - 18:45

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