Milei apoya el terrorismo israelí

La primera visita internacional de Milei como presidente fue en diciembre a la sinagoga de Jabad-Lubavitch, en Brooklyn, EE.UU. Ahora cumple con su promesa de campaña al realizar un viaje diplomático al Estado de Israel. En sus palabras: “Viajo a Israel para defender su derecho a la defensa, profundizar lazos comerciales y de afecto”.

Según el presidente de la Nación estos viajes son de índole espiritual. Espíritu que se encarna en vínculos políticos y económicos con el sionismo. Estos vínculos son parte de su alianza a nivel nacional con Eduardo Elsztain, presidente de la Fundación IRSA, dueño del Hotel Libertador (dónde se alojó Milei durante su campaña) y titular de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE). Como también su alianza con el Movimiento Betar en Argentina, organización juvenil sionista vinculada al partido de Benjamín Netanyahu, el Likud, que gobierna Israel bajo una política de ocupación, apartheid y genocidio al pueblo palestino. Su visita incluyó reuniones con el primer ministro y el presidente Isaac Herzog.

Desde el 7 de octubre se viene intensificando el terrorismo por parte de Israel invadiendo la franja de Gaza. Una política imperialista brutal y asesina, que ha sido rechazada en estos últimos meses hasta por el mismo presidente Biden.

Bajo el pretexto de defenderse de los ataques de Hamas del 7 de octubre, el gobierno liderado del Likud inició con una guerra de aniquilación del pueblo palestino. La misma incluye el bloqueo de alimentos, agua potable y todo tipo de ayuda humanitaria al pueblo palestino. En las últimas semanas, producto de cuatro meses de guerra, se contabilizan 27.840 muertos según las últimas cifras del Ministerio de Salud del enclave palestino, si no se cuentan las que quedan bajo los escombros de las viviendas arrasadas por los bombardeos. Las últimas noticias que llegan son la intensificación de la guerra y el ataque aéreo por parte del Ejército israelí a Rafah, el otro campo de refugiados fronterizo con Egipto, donde viven más de 1 millón de personas y donde busca refugio el resto de los palestinos, más de 1,3 millones de personas (más de la mitad de la población de Gaza) que huyen de los bombardeos diarios. Una medida que amenaza con romper el Tratado de Paz entre Egipto e Israel.

En este contexto es que Milei visita Israel, legitimando esta política genocida. Visita en la cual confirmó su objetivo de mudar la embajada argentina a Jerusalén, política que solo impulsaron EE.UU. y un puñado de países más. 

Hay que levantar las banderas del derecho del pueblo palestino a su autodeterminación para que pueda construir una nación libre y soberana, dónde el imperialismo israelí - yanqui no puede entrometerse en los asuntos internos ni un “tantico”. Levantar esa bandera es parte de un programa antimperialista y antimonopólico que debe ser tomado en la Argentina, porque el sionismo es un mal que acecha a los pueblos y las naciones del mundo. Cortar todo tipo de vínculo con los sectores económicos-políticos, es parte de un programa de boicot, desinversiones y sanciones (BDS) a todo interés sionista que acumula poder y capital sobre la base del dominio sobre territorio nacional, como a la vez de su poder a nivel mundial y sobre Palestina. 

Hacemos un llamado a construir espacios y acciones conjuntas en este camino, ya que el tiempo se agota y cada segundo que pasa es una bomba más sobra la cabeza de un compatriota palestino.

Esteban Pietri