La obra social de los abuelos y una amenaza de muerte

El compañero Juan Albano, referente de la Corriente Sindical Jorge Weisz de Santa Fe, nos hace llegar esta nota sobre la situación del PAMI. La misma fue realizada con el indispensable aporte de trabajadores y trabajadoras de la entidad, quienes habitan día a día junto a los y las jubiladas, conocen su salud y la cuidan, porque detrás de los viejos vienen los laburantes.

La materia nace, crece y muere. Una frase simple pero que resume y expresa el proceso vital de la sociedad en este modelo: escuela, trabajo, jubilación. 

Somos materia en movimiento que pasa por diferentes etapas sociales, la materia primero nace y se contiene en la escolaridad, formándose en los valores y conocimientos para la vida adulta. No es la intención de la nota poner en debate la condición actual de la educación, pero se merece su análisis en particular. Luego esa materia crece y desarrolla su potencial en el trabajo, generando valor social a partir de su esfuerzo. Por último muere, se vuelve una materia “inactiva” para el mundo laboral, se retira, se jubila. Es decir, alguien que primero fue a la escuela, o no, que luego trabajo con empleo formal o precarizado, con changas o sosteniendo un hogar con su técnica, oficio y esfuerzo tiene el derecho de no hacerlo más porque su aporte al mundo fue por más de 30 años (hay algunas excepciones vinculadas a tareas de riesgo que por tanto aportan entre 20 a 25 años).

¿Cómo no premiar ese esfuerzo que muchas veces deja marcas en el cuerpo?

¿Dónde va ese abuelo o abuela con las marcas del tiempo para tener una vida digna? Es ahí donde entra la obra social de los abuelos: el PAMI.

En Rosario, el PAMI tiene tres efectores de enorme importancia para el conurbano rosarino, ya que contiene a más de 50.000 afiliados y afiliadas. A nivel nacional, PAMI tiene el orgullo de ser la obra social más grande Latinoamérica para jubilados, pensionados y veteranos de Malvinas, atendiendo a más de 5 millones de personas. Se suele decir que es un ente estatal, pero tiene condición de ente público autártico, es decir con autonomía interna en el uso de fondos. Aun así, desde los años 90 se interviene por el ejecutivo nacional, metiendo la mano en la caja para desviar fondos hacia otras áreas o simplemente para pagar intereses de deudas, siendo el ejemplo hoy la usurera e ilegítima deuda con el FMI.

En Rosario PAMI se compone de una gerencia de prestaciones sociales donde se brindan subsidios por situaciones de abandono, packs de turismo, terapistas ocupacionales, talleres de formación; y una gerencia de prestaciones médicas mixto compuesta por hospitales y sanatorios privados, pero en particular con dos policlínicos públicos de alta complejidad que cuenta médicos gerontólogos únicos en todo el país, tomografías, quirófanos y una complejidad de especialidades que demandan un trabajo profesional especializado. 

Los servicios de oftalmología, oncología con servicio de quimioterapia, internación domiciliaria y ambulancias que eran un bastión de calidad en atención pública fueron tercerizados, hecho que fue analizado por jubilados y trabajadores como un vaciamiento en la calidad y calidez de la atención, llevándose puestas vidas por la corruptibilidad del mercado que ve ganancia en capital más que en bienestar.

El cuerpo de trabajadores y trabajadoras de Rosario ronda en 2.000 bajo empleo formal, pero preocupa que el personal que se retira es reemplazado por monotribustistas con funciones de alta complejidad (enfermeros, radiólogos, médicos especializados, instrumentadores quirúrgicos, kinesiólogos) que a partir de Milei tienen contrato mes a mes, poniendo en evidencia el interés de reducir el personal a pesar de una demanda en aumento por el costo de vida de este proyecto leonino. Vale aclarar que el 50% de los jubilados hoy cobran la mínima, jubilaciones por debajo de la línea de la pobreza, es decir 380 a 420 mil pesos mensuales.

Con el Consenso de Washington de los 90 se renuncia a un proyecto industrial soberano, poniendo nuestro potencial nacional bajo interés de EEUU. Con esto vino la flexibilidad, forma elegante para llamar, por ejemplo, al cierre, vaciamiento o tercerización (control privado de fondos públicos) de los servicios para nuestras abuelas y abuelos; o al comienzo de la precarización del trabajo a partir de leyes parlamentarias que crean contratos temporales sin obligaciones del empleador, conocidos como contratos basuras.

Hoy, esa enorme contradicción entre las condiciones inestables de los servicios y del trabajo a pesar de estar sosteniendo un ámbito de enorme complejidad, esencial y estable para la salud en la vejez se replica bajo el gobierno de Milei.  

Desde la intervención de este gobierno se han vaciado o cerrado servicios que implican atención medica de calidad y prestaciones sociales mencionadas. 

La clave está en la Ley Bases aprobada por el LLA, PRO, y sectores del peronismo y la UCR vinculados a trasnacionales y monopolios, que le dieron facultades a Milei para intervenir en materia administrativa, fiscal, económica, financiera y energética, pero también autonomía para privatizar y fusionar empresas estatales.

Es decir, que si el PAMI no se considera un ente dentro del listado de posibles a privatizar, el solo hecho de tener piedra libre para fusionar, reducir presupuestos y vaciar sectores públicos es una segunda arma que ya está en curso. En particular se expresa con recortes en insumos básicos como sondas o jeringas que, de forma vergonzante médicas, enfermeras y demás lavan para reutilizar. También recortes en programas de prestación que implican reducir la oferta a disposición de los abuelos para estimular el ingreso a un privado, algo no tan recurrente porque hay una defensa visceral de trabajadores y jubilados por esta obra social, y porque además económicamente no tienen otras opciones de calidad. 

Este vaciamiento corre la lógica de achicar para justificar tercerización. Los trabajadores expresan que la autonomía de dicha caja siempre tiene superávit, demostrando que no hay razones para hablar de costos y gastos “con la tuya”.

En 2024 el gobierno de Milei intentó cerrar todo un policlínico, el PAMI 1, hecho que no se consumó por la organización sindical combativa. Pero siguen pegando bajo, buscando privatizar áreas estratégicas como el servicio de laboratorio, indispensable para diagnosticar y dar tratamiento a los abuelos. Tampoco mantienen inversión edilicia, cayéndose techos y paredes, dejando de funcionar ascensores para camillas, buscando nuevamente dar razones para cerrar el policlínico. 

En términos laborales se han despedido 200 trabajadores especializados en todo el país, como señal de una nueva ola de despidos. 

El PAMI sigue abierto por la defensa de sus trabajadores como de los espacios de jubilados que codo a codo visibilizan este genocidio por goteo como suelen llamarlo el Frente de Jubilados en Lucha (FREJEL), marcando que la salida es organizarse, con todas las herramientas del combativismo sindical y político, porque lo que está en juego es la vida de los abuelos y abuelas de cada compatriota de esta patria. 

En ese sentido, el gobierno ha cerrado toda puerta de negociación a los gremios, siendo los más combativos, como ATE PAMI, los que ya han anunciado al cierre de esta nota que la semana del 10 de febrero se preparan decididamente a tomar acciones directas que van desde estado de asamblea permanente, asambleas callejeras, toma de edificios y cortes de calle, herramientas históricas que debemos volver a poner en juego cuando los planes de gobierno son achicar la salud al servicio del pueblo. 

Como emanan nuestros principios sindicales, precisamos más organización para que las burocracias no negocien la salud y el trabajo, combativismo para ir a fondo por la defensa de nuestros derechos frente a un estado nacional al servicio del capital financiero internacional y los monopolios de coberturas en salud, pero en particular forjando un proyecto de clase trabajadora que ponga al servicio de las mayorías ese valor que sin discusiones es generado por todo el pueblo trabajador a lo largo de su vida.

Milei se tiene que ir por la organización y la unidad de los que sostenemos este sistema y esta patria, porque el plan es fugar en el menor tiempo posible los derechos arrancados con tantos años de lucha.