La juventud, por el camino de Chile y Ecuador

La situación en Latinoamérica es expresión de las contradicciones que se viven en el mundo.

La disputa chino-estadounidense por el reparto del mundo, generó en los últimos tiempos mayor interés e intervención de los yanquis en Latinoamérica. Es que frente al ascenso de China en la región, los EE.UU. quieren recuperar el control de su "patio trasero".

Esta disputa se da en un marco de crisis económica. Y las clases dominantes buscan aplicar planes conservadores, de mayor explotación del pueblo y los recursos naturales para acrecentar sus ganancias a costa del hambre y la miseria popular.

La rebelión de los pueblos es la principal oposición a estos planes. Hace pocas semanas la revuelta de Ecuador puso contra las cuerdas al gobierno de Lenin Moreno como parte de una tendencia que no para de crecer en todo el mundo. Trabajadores, estudiantes y pueblos originarios coparon las calles desbordando la represión.

Así también el pueblo chileno se sacude la modorra y sale con todo a las calles. El aumento del boleto fue el detonante, pero como dice la consigna chilena: “No es por $30, es por 30 años”, demostrando que se destapó una olla que venía acumulando presión hace años, poniendo en cuestión es el conjunto del régimen, y con la demanda de la renuncia del fascista Piñera, y sobre los escombros de ese gobierno, un nuevo tipo de gobierno popular. Tras cuatro semanas de incesantes movilizaciones, barricadas y confrontaciones violentas a lo largo y ancho del país, la perspectiva chilena habilita enseñanzas más que valiosas para los pueblos del mundo.

En nuestro país también hubo importantes luchas contra el macrismo, que fueron canalizadas electoralmente por el peronismo. Pero la magnitud de la crisis no le ofrece al nuevo gobierno mucho margen de maniobra. El camino hacia el bienestar popular lo demuestran los pueblos de Latinoamérica y el mundo. La lucha es para cortar con la dependencia y barrer con la estructura monopólica. 

El antiimperialismo vuelve a tener vigencia y la lucha de clases, negada por el posmodernismo y el "fin de la historia", sigue marcando la agenda mundial, con la lucha de calles como principal escenario. Hoy la tarea de las y los jóvenes del mundo es reavivar esta llama y ponernos a la cabeza, igual que los secundarios y universitarios chilenos.

Desde la JR apostamos a que todas las luchas que se están llevando adelante lleguen los más lejos posible. Sabemos que en estos procesos los pueblos crecen en conciencia y apostamos a ligarnos con esas organizaciones, con esos hombres y mujeres de pueblo que están peleando por la liberación.

En este camino internacionalista y revolucionario realizaremos nuestro campamento en el NOA. Buscando organizar a los miles y millones de jóvenes que viven y trabajan en una de las zonas más golpeadas de nuestro país.

Cerrando el año queda claro que la situación de este mundo imperialista en crisis es expresión de un sistema que no da más, y que lo único que tiene para ofrecer a los pueblos del mundo no es más que miseria, saqueo y mayor explotación para intentar resolver la crisis que ellos mismos generaron. La juventud siempre fue protagonista de los grandes cambios. Pero queda claro que no hay vuelta atrás, y en todo el mundo las y los jóvenes somos los que formamos parte de la primera línea, la que aguanta la represión con heroísmo y valentía, la que se permite pensar que un mundo mejor puede ser construido. Por eso construimos la JR para dotar a esa juventud combativa de una organización con perspectiva de poder que quiera cambiarlo todo. Para que frente a las confrontaciones que se vengan no sólo le pongamos límites a los planes de los de arriba, sino que también podamos abrir una situación en donde luchemos por la toma del poder, para poner en primer lugar las necesidades de los de abajo.

Subámonos a esta nueva oleada revolucionaria que recorre el mundo. ¡Organicémonos y hagámosla crecer!

Juventud Revolucionaria CHE