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El 4 de abril se realizó el paro nacional docente, impulsado por la CEA (moyanista) y la CTERA (CTA yasquista), que culminó en la CABA con un acto que concentró alrededor de 13.000 compañeros. El apoyo a las luchas salariales en curso en varias provincias, y la impunidad en la causa por el asesinato de Fuentealba fueron la base de la convocatoria.
El acatamiento de un 90% y la masividad de la movilización hablan de la bronca que se hace sentir desde abajo y que obliga a las direcciones a impulsar medidas de acción. En ese marco, la unificación de la CGT no es dato menor y pone contra las cuerdas a Yasky y sus aliados, que no quieren quedarse afuera del escenario sindical y tiene que mostrar cuál es su poder de fuego. Esto nos debe poner en alerta respecto de que, si bien golpeamos juntos al gobierno de Macri con la burocracia kirchnerista, los objetivos que perseguimos no necesariamente son los mismos.
En función de ello, este parazo debe enmarcarse en un plan de lucha nacional, coordinando con los auxiliares que se encuentran en conflicto por su miserable paritaria del 15% y los descuentos de más de 5.000 pesos por los días de paro además del posible reemplazo por personal privado en las escuelas públicas, clara política de precarización y tercerización laboral.
La docencia debe impulsar ya la reapertura de paritarias, ante la inflación que sigue creciendo y los tarifazos. Ya quedó demostrado con el cobro de haberes en las provincias que cerraron paritarias que el porcentaje que parecía una victoria fue solo el comienzo de una lucha que va creciendo en proporción al ajuste.
La salida debe ser la coordinación de un plan a nivel nacional que incorpore la lucha de los trabajadores auxiliares encuadrados en los gremios estatales. No se puede dejar pasar personal tercerizado en reemplazo de auxiliares.
Las agrupaciones combativas deben pelear para que las experiencias antiburocráticas sean las que se pongan a la cabeza de la marcha hacia estos objetivos. Así se está dando en la experiencia de algunas provincias como Tierra del Fuego o Santa Cruz. En esa dirección es importante intervenir para que la Multicolor de Prov. de Buenos Aires sea una referencia que le dispute a la Celeste, superando los debates internos que la paralizan y le regalan la conducción a Baradel.
Ámbar Torres
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