Docentes Provincia de Buenos Aires I Por la continuidad del plan de lucha

La última reunión paritaria entre los gremios docentes y la Provincia, realizada al final del mes pasado, mostró a ambas partes exultantes al finalizar la cita. Tanto el gobierno como la mayoría de los representantes del FUD coincidieron en presentar la propuesta como una solución para la pérdida salarial de 2018 y para paliar la inflación actual. Pero lo que fue presentado con bombos y platillos como un aumento de 15,6% en tres tramos de aquí a julio, con cláusulas de revisión incluidas, se diluye en los números concretos ya que la referencia es el salario de diciembre de 2017. 

La FEB y Sadop firmaron sin reparos, retirándose así de la pelea salarial. Udocba rechazó el acuerdo y convocó a parar 4 y 5 de abril. El caso de Suteba fue más curioso. La conducción de Baradel se mostró muy favorable al acuerdo y así se lo hizo saber a la docencia. Incluso presentaron los resultados de la consulta en donde, supuestamente, prevalecía esta posición. Pero la indignación docente fue tan extendida, incluso en la propia base de la Celeste, que tuvieron que “condicionar” la firma del acuerdo a una serie de exigencias, entre ellas que no se descuenten los días de paro y se cierren los sumarios a docentes. Una maniobra para quedar bien con Dios y con el diablo. Por su parte, en los distritos Multicolor se afianzó el rechazo y se convocó a parar 3 y 4 de abril y la semana siguiente 10 y 11.

Con su propuesta, el gobierno de Vidal se anotó el poroto de haber fracturado de hecho el Frente Gremial. Sin embargo, no le alcanzó para embaucar a una docencia que vive día a día el deterioro de su salario. El extendido repudio por abajo hizo recular a la conducción de Suteba que ya tenía todo listo para el acuerdo, y la iniciativa de las seccionales Multicolor permitió darle perspectiva de continuidad al plan de lucha. Por ese camino, ahora hay que volver a poner el conflicto en el plano de toda la provincia. 

La bronca con la que la docencia arrancó el año impuso el no inicio por 48hs, impulsado a regañadientes por una conducción de Suteba en línea con lo que declaró (confesó) Yasky meses atrás, a saber: que en un año electoral no se hacen paros. La especulación de cara a octubre de Baradel y compañía pone, en los hechos, en segundo plano la pelea salarial, en el marco de una educación con serios problemas de infraestructura, con graves falencias en los comedores escolares y con una creciente persecución a los que luchan expresada en sumarios y descuentos por días de paro. 

El ajuste no espera y la lucha por derrotarlo es hoy. A pesar de su supuesta “oferta superadora”, Vidal no escapa a la lógica del acuerdo Macri-FMI. En un contexto en donde docentes de varias provincias vienen peleando por el salario, en Buenos Aires es necesario superar las vacilaciones de los dirigentes conciliadores y plasmar el descontento en medidas de fuerza con paros escalonados que le tuerzan la mano al ajuste salarial de Cambiemos, logrando un acuerdo que contemple el recupero de los perdido de 2018 y la inflación de este año. Vamos por asambleas en las escuelas para resolver mandatos que impongan la continuidad del plan de lucha.

Facundo Palacios