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Contratapa - Raíces históricas de la guerra Rusia-Ucrania
Reproducimos extractos de la charla brindada por el docente e investigador boliviano Santiago Zubieta, en el marco de las 4° Jornadas Antiimperialistas y Revolucionarias que se realizaron este año por impulso de nuestro partido. En estas líneas el compañero Zubieta desarrolla las raíces históricas de la guerra que hoy se desarrolla en el este europeo.
En torno a las cuestiones de las raíces históricas del conflicto, tenemos la expansión de Rusia a partir del origen que fue la zona que se comparte entre Ucrania y Rusia, Kiev. A partir, especialmente, de la incursión en la modernidad del Estado ruso, a partir de Iván el Terrible, Pedro el Grande, Catalina La Grande, las guerras napoleónicas, etc., hasta lograr una expansión hacia el este, especialmente hacia el oriente. En tal sentido, entenderíamos tal vez las raíces históricas del conflicto. Si bien evidentemente en la cuestión de la caída del bloque soviético a inicios de los años 90, o bien en el siglo XXI con el Euromaidán en el 2014 o la revolución naranja en el 2005, también con sucesos anteriores que según el mensaje a la nación del presidente Putin, el 21 de febrero de 2022, estarían las raíces históricas de lo que es el Estado ucraniano con estos personajes del bloque comunista del siglo pasado, es decir, Lenin, Stalin, Jrushchov y Gorbachov tendrían -según Putin- amplia participación en lo que sería ahora el conflicto ucraniano respecto a Rusia.
En primer lugar, Lenin por haber creado como una de las naciones independientes o autónomas de la Unión Soviética a Ucrania en 1922, junto a las otras tres que eran Rusia, Bielorrusia y la Transcaucasia. Así, Putin también habría mencionado que Stalin habría fortalecido al país ucraniano anexionándole territorio polaco. A su vez, habría pensado en Nikita Jrushchov, al ser Jrushchov ucraniano, habría tenido la responsabilidad de hacer que Crimea, la península de Crimea, pase a administración de Ucrania, lo que fue Crimea de forma tradicionalmente rusa, especialmente a partir de Catalina la Grande. Y finalmente Gorbachov quien, cándidamente o de una forma muy ingenua, puede lograr con los occidentales un acuerdo, pero jamás se logró este acuerdo de forma escrita, en especial a lo que se refiere a la no expansión de la OTAN. Entonces Gorbachov había negociado con los occidentales la no expansión de la OTAN pero de forma verbal. Ahí Putin encuentra la formación del gran problema de Ucrania para el siglo XXI en los aconteceres geopolíticos del siglo XX, en especial con los actores del comunismo.
Así tendríamos para el siglo XXI, si analizamos la situación geopolítica de Rusia -vista desde el Ártico o desde el norte- la cantidad de bases militares de la OTAN que rodean al país. Estas bases están tanto en Estados Unidos, Alaska, Groenlandia, todo Europa -desde el Mar Báltico hasta el Mar Negro- y también parte de Asia. Habría que considerar que Rusia, en su período de formación como Estado en la modernidad, solamente en 133 años fue destruida tres veces: entre 1812 con Napoleón, las batallas napoleónicas -en especial la batalla de Borodinó- y en 1945 con la Segunda Guerra Mundial. Así pues, en este escenario de alta conflictividad entre Oriente y Occidente, habría que pensar, considerar según la perspectiva rusa, un nuevo escenario de confrontación a escala muy grande, como fueron las anteriores tres. Y evidentemente el escenario que vemos aquí es altamente preocupante desde el horizonte de Rusia.
Ya pudiendo hablar un poco y yendo más allá de los orígenes del conflicto, podemos relacionar la cuestión de la obra de Lenin El imperialismo, fase superior del capitalismo. Al haber escuchado los minutos anteriores, este abordaje tendría que ser considerado de alguna manera. Aquí pues vemos en el libro de Lenin algunos puntos, él desarrolla algunos títulos, y en especial tenemos el primero que se refiere a la concentración de la producción y los monopolios. ¿Cómo se da eso en el siglo XXI? Vayamos al ejemplo concreto del Nord Stream 1 y 2. Hunter Biden -el hijo de Joe Biden- es director de una empresa ucraniana que controla los hidrocarburos y el gas. Entonces está muy relacionado el negocio en Ucrania con la familia Biden. De igual modo, Gerhard Schröder -el ex canciller de Alemania entre 1999 y 2005- también tendría fuertes responsabilidades de accionista en el Nord Stream 2, y también tendría fuertes influencias de amistad con Putin. Pues aquí vemos algunos ejemplos de esta cuestión que hablaba Lenin sobre la concentración de la producción y los monopolios.
También la cuestión de los bancos y el capital financiero, es decir, el imperialismo como expresión del capital monopolista y el capital financiero. Y en el siglo XXI tenemos esta gran trilogía dominada por Occidente, más propiamente por Estados Unidos, en torno al control del sistema financiero. Esta trilogía está formada por el SWIFT, el CHIPS y el dólar. El SWIFT cuya sigla en inglés quiere decir Sociedad para las Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales; y el CHIPS, que básicamente son 43 personas quienes administran el CHIPS. Básicamente el CHIPS significa Sistema de Pagos Interbancarios de la Cámara de Compensación. En torno a esta trilogía se ejerce el dominio mundial financiero, principalmente estadounidense. Si bien podemos hablar de un escenario de multipolaridad o de tripolaridad, todavía es Estados Unidos quien controla la gran hegemonía del sistema, sobre todo financiero, con esta trilogía. Sin embargo, con el conflicto de Ucrania, nuevos escenarios de administración financiera en el mundo empiezan a emerger o a cobrar cierta importancia, aunque todavía son incipientes. Y aquí está el caso de China, con el CIPS, y el de Rusia con el NIR. El CIPS de China implica una alternativa al SWIFT occidental, tal cual el NIR ruso. Pero evidentemente estos sistemas financieros alternativos todavía están en etapa de gestación y no pueden hacer frente en el corto plazo, ni en el mediano plazo al poder hegemónico de Estados Unidos. Pero sí con la guerra de Ucrania esto se ha acelerado y se está intensificando hasta lograr, hasta tener en el futuro un sistema multipolar también en el contexto financiero. Y obviamente los temas de finanzas son un aspecto muy importante en la obra de Lenin, bueno no de finanzas, sino del capitalismo como el capitalismo financiero. El capitalismo imperialista como capitalismo financiero.
También es lo que sucede con la exportación de capitales -también presente en la obra de Lenin- y aquí podríamos hablar brevemente de lo que es el militarismo económico y su relación con la tecnología. Pues históricamente el campo militar es el campo de investigación que cuenta con la mayor solventación, incluso con el sustento del erario público, de parte de las potencias. Así a partir del capitalismo del siglo XX -capitalismo monopolista financiero- existe una estrecha relación entre la investigación científica y tecnológica y el campo militar. Muchísimos productos actuales de la sociedad civil fueron creados o fueron provistos por la investigación militar, partiendo de las cremalleras, los cierres, las conservas, los enlatados, el internet, etc., etc. Así pues el campo militar y la investigación en el complejo militar industrial, es el campo síntesis de la producción científica a nivel mundial, y para colmo con fuentes del erario público o de los Estados, lo cual rompe el mito de libre mercado y del emprendedurismo que sería la base del cambio tecnológico.
Asimismo, para cerrar, ya podríamos hablar de lo que es para Lenin el reparto del mundo entre las grandes potencias, tanto asociaciones como países. Aquí básicamente tenemos un esquema de los medios de comunicación dominantes a nivel mundial: en Estados Unidos The New York Times, Financial Times, Bloomberg, Fox News; en Inglaterra The Guardian; en Francia la AFP (Agence France Presse); Asia Times en Japón; y Global Times en China. Serían estos grandes monopolios quienes controlan el sistema de información a nivel mundial, es decir, la producción de imaginarios e ideologías. Y aquí nos llegaría básicamente la cuestión recalentada de toda esa información que se produce desde los escenarios mundiales.
Y para cerrar, tenemos la síntesis de que es una guerra de tipo híbrida. Hay muchos tipos de guerras que se juegan en medio, es una guerra multidimensional, tanto geográfica, como política, económica, histórica, mediática, cultural, militar, científico tecnológica. Y en alguna manera hemos tratado de brindar ese escenario de forma muy resumida el día de hoy.
[Continúa tras una pregunta de los asistentes] Se plantea un escenario de pesimismo, de crisis multidimensional. Pues evidentemente el siglo XXI muestra ese tipo de fractura geopolítica, esta vez en el escenario de Ucrania, siendo Ucrania el sector geográfico y geopolítico que sirve casi de frontera en muchas dimensiones de la vida social entre Oriente y Occidente, tal cual fue el muro de Berlín en el siglo XX. Asistimos evidentemente a un nuevo escenario de fractura geopolítica desde Ucrania en Europa y también en Asia, lo que es la región de Taiwán y de China. Evidentemente esto se plantea -por lo menos desde una primera impresión- como algo que va a tener mucho tiempo de desarrollo todavía, es decir, que el conflicto va a asumir muchas manifestaciones, muchas perspectivas y muchos modos de ser tal cual ha asumido los años precedentes. Entonces, básicamente el conflicto puede permanecer latente muchísimas décadas del siglo XXI pero pueden variar los matices, las dimensiones, las intensidades, los flujos de violencias y de narrativas. Pero evidentemente fuese una solución a corto plazo o, como pretende demostrar la narrativa occidental respecto a supuestos fracasos en la operación de Rusia, pensando que este conflicto se va a solucionar rápidamente, evidentemente esto parece ser muy difícil; más bien parece ser algo de mucha data todavía y mucha tela por cortarse, incluyendo los aspectos más delicados de conflictos que puedan crecer mucho más y convertirse de guerras internacionales y de guerras de intervención a guerras totales, sobre todo gracias a los arsenales nucleares.
Entonces, la crisis es multidimensional, esto va a tener implicaciones económicas, financieras, culturales, mediáticas, de acceso a la información, de acceso a la educación política que cada uno desarrolle, ya vemos las descripciones que existen. Evidentemente no se muestra un buen escenario, ni en el corto, ni en el mediano, ni tampoco en el largo plazo. Lo que queda a los sectores progresistas de la sociedad es tener el olfato de entender que los grandes países imperialistas -entre ellos Estados Unidos- también sufren crisis internas muy profundas. En ese sentido, las crisis internas hay que tratar de aprovecharlas desde el punto de vista de los sectores sociales. No olvidemos que Biden y Kamala Harris asumen con una popularidad muy escasa en porcentajes casi a niveles históricos, sobre todo la vicepresidenta Kamala Harris tiene muy baja popularidad. Desde algunas posiciones de geopolíticos incluso se ha dicho que la cuestión del acoso a Rusia tiene que ver con una perspectiva de volcar la nación estadounidense hacia un apoyo de otra naturaleza en vez de pensar la crisis interna.
Entonces nos queda profundizar las crisis internas de los Estados nacionales, especialmente de las potencias, para emprender ahí los nuevos escenarios de lucha de ideas y de batalla ideológica, siempre pensando en el interés de los sectores populares.
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