Camarada Blanco ¡Hasta la Victoria Siempre!

El pasado 23 de agosto falleció nuestro camarada Juan Carlos Blanco. El “Negro Blanco” fue un referente de nuestro partido en La Matanza y un incansable constructor de la CUBa-MTR.

Oriundo del nordeste de nuestro país, Blanco fue a Buenos Aires en los años ’70, instalándose en el sur de la ciudad. En plena dictadura de Onganía destacaba como referente de la lucha de los más humildes por el acceso a la vivienda. En ese ámbito conoció a los compañeros del partido, al que se incorporaría en los 80 luego de la dictadura. Fue parte de las ocupaciones de tierras en La Matanza, con una actuación más que destacada en la toma del barrio 22 de Enero, entre tantas de las que participó. Desde allí no dejó ni por un momento de recorrer las barriadas y las asambleas, en el Conurbano bonaerense y en varias provincias del país, organizando a los vecinos y construyendo la CUBa-MTR, de la que fue un referente fundamental. Caminó el territorio hasta el final, incluso a pesar de la salud que le pasaba factura cada vez más seguido. En los últimos años sumó su participación en las marchas de los miércoles en el Congreso, junto a Jubilados Insurgentes; allí se lo vio, a pesar de los gases y los palos, enfrentando la cobarde represión de la yuta. 

Su velorio se hizo en Ruta 3 y la vía, lugar en el que años anteriores estuvo protagonizando los piquetes matanceros. Fue un verdadero encuentro popular, en donde sus compañeros, su familia, militantes de otros espacios, amigos y vecinos, compartimos el pesar por la partida y la alegría por el pedazo de vida transcurrido en común. 

Ávido lector, orador encendido, formador de militantes jóvenes, Blanco fue un revolucionario que encarnó aquello que Mao le reclamaba a los comunistas: llevar un “estilo de vida sencilla y de lucha dura”. No pocas veces fue tentado con integrarse al régimen que combatió, a través del ofrecimiento de puestos en el Estado: su negativa fue siempre inapelable.

El entusiasmo que le conocimos en su militancia nos confirma en la certeza de que una vida entregada a la Revolución y el Socialismo, es una vida bien llevada. Las banderas rojas que hoy se inclinan van a seguir flameando bien alto, junto con su recuerdo.

¡Ha muerto un revolucionario, viva la Revolución!

¡Camarada Blanco, Presente! ¡Ahora y siempre!

Facundo Palacios