Córdoba - Elecciones de delegados y delegadas escolares

Por un sindicato democrático y de lucha

Entre el 12 y el 14 de noviembre se llevaron a cabo en la Provincia de Córdoba las elecciones de delegados y delegadas escolares del sindicato docente Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC). Luego de una ardua lucha que contempló cuatro ofertas del ejecutivo con múltiples medidas de acción con paros, movilizaciones, asambleas, semaforeadas, y a pesar de las maniobras y trabas que la conducción conciliadora de la Celeste impuso en el proceso electoral, avanza en Córdoba la movilización de las escuelas, con cientos de docentes electos y escuelas que suman por primera vez delegados para representar en el sindicato la defensa de la educación pública, el salario y las condiciones de trabajo, en el marco del ajuste que golpea fuertemente a la educación y sus trabajadores.

La Junta Ejecutiva Central de la UEPC, con su secretario general Cristalli a la cabeza, aplazó la convocatoria a elecciones buscando disipar en la docencia el sabor amargo de la última resolución paritaria y evitar que el descontento se materializara en un rechazo contundente de la política oficialista a través del voto a delegados y delegadas luchadores. Sumado a esto, para evitar la sangría en la base docente, luego de la pérdida en manos de la oposición de las delegaciones más importantes de la provincia, la conducción de UEPC metió mano en la reglamentación de las elecciones, modificando procedimientos sobre la marcha, a los fines de achicar la cantidad de representantes escolares y favorecer el ingreso dentro del cuerpo de delegados de candidatos con escasos votos sin la posibilidad de presentar listas, violentando el mismo estatuto de UEPC y el espíritu de la Ley de Asociaciones Sindicales. Aunque todos estos intentos no frenaron el avance en la representación de las escuelas, queda durante las siguientes semanas prestar atención a posibles impugnaciones, que llegado el caso habrá que enfrentar para defender la democracia sindical. 

Si bien es evidente que estas maniobras responden al retroceso de una conducción gremial que por su actitud conciliadora ante cada paritaria y alineación con el gobierno de Córdoba no ha parado de perder ascendencia en la masa docente, también es cierto que luego de la recuperación de la delegación Capital en manos del frente docente “Unidad desde las Escuelas”, el gobierno provincial y la conducción gremial han sabido modificar su estrategia de negociación, arreglando primero en el interior provincial y valiéndose de la aplicación cada vez más frecuente de maniobras como cuartos intermedios en las asambleas provinciales y conciliaciones obligatorias para enfriar la lucha. 

Ante este escenario, con la herramienta gremial recuperada en la delegación más grande de Córdoba y una mejora de las condiciones en las cuales poder dar la pelea, se vuelve necesario, establecer marcos de unidad mayores con los sectores en lucha de trabajadores estatales para poner límite al ajuste provincial y nacional. 

En pocos meses, los gobiernos nacional y provincial vienen coordinando el ajuste, avanzando en el desfinanciamiento presupuestario, salarios de miseria y precarización. El gobernador Llaryora, bajo el discurso de una de la “Escuela posible” viene planteando una serie de reformas que, lejos de fortalecer el sistema educativo de provincia, atacan de lleno a los diferentes niveles y modalidades. Cierres de cursos, baja de cargos, y demoras en las convocatorias de horas y cargos se suman al vaciamiento de las escuelas especiales y al ataque sobre el régimen de incompatibilidad docente, primero habilitando la eliminación de topes para dos cargos y luego extendiendo el límite de horas de trabajo, como ya se había hecho con la doble jornada en inicial y primaria. Por último, previendo la desaparición del financiamiento del Instituto Nacional de Educación Técnica (INET) en el presupuesto nacional del 2025, el gobernador Llaryora se acomoda a la política de ajuste de Milei instrumentando una prueba piloto que habilita la transformación de los títulos técnicos en simples bachilleres orientados. 

Ante este panorama, más temprano que tarde la respuesta del gobierno provincial ante el reclamo por los salarios de pobreza, será continuar sumando horas y cargos, es decir, más trabajo por la misma plata y en peores condiciones.

En este marco de deterioro de las condiciones de enseñanza y aprendizaje que se arrastran desde hace años y que pesan sobre las espaldas de los trabajadores de la educación, las elecciones de delegados y delegadas que acaban de realizarse muestran un avance de la organización de las escuelas que a pesar de la Celeste y del gobierno. Continúa creciendo la tendencia de recuperar el sindicato para nutrirlo de lucha y unidad, y profundizar el camino de las asambleas y el paro activo para confluir con el resto de estatales. La necesidad de fortalecer estos aspectos, es fundamental para poner en pie un sindicalismo que esté a la altura de las circunstancias y no ceda complacientemente ante el ajuste y la entrega de Llaryora y Milei. 

Marilyn T.