Nuestro partido supo ubicarse en la primera línea del combate popular contra la dictadura. Ya desde los meses previos a marzo del ’76, el planteo de “frente al golpe, parar, ocupar y... Ver más
Apuntes sobre la táctica Antidictatorial
Extractamos a continuación algunos artículos publicados en no transar que dan cuenta de la política de nuestro partido durante la última dictadura.
Mantener y desarrollar la resistencia antidictatorial e impedir que se consume el propósito dictatorial de destruir las organizaciones de masas.
Para dificultar y al fin frenar la ofensiva contrarrevolucionaria es necesario que las luchas hoy en desarrollo, por programas mínimos, de formas inferiores, que aprovechan todas las organizaciones legales y semilegales vigentes, se generalicen.
Que se multipliquen los reclamos obreros contra el atraso en los pagos; contra los despidos (salvando la unidad de la clase a costa de repartir las horas de trabajo en caso de que sea preciso); por el pago de los salarios caídos en casos de suspensiones; por aumentos de salarios; contra el aumento de los ritmos de producción y la pérdida de conquistas; contra las detenciones, “desapariciones” y asesinatos de compañeros; por el respeto a las internas y delegados y el derecho de elegir nuevos donde sea preciso; etc.
Que en todas partes los argentinos que aman la libertad eleven su voz de protesta contra las matanzas, porque se reconozcan los detenidos y se permita su socorro, porque se garanticen los derechos de habeas corpus y de opción, porque se termine con la justicia militar y se respeten los jueces naturales, etc.
Si estos y los mil y un reclamos más sentidos por nuestro pueblo se generalizan, el hostigamiento que sufrirá la dictadura será gigantesco. Aunque esos reclamos asuman las formas inferiores, pero principales de la lucha actual: las de los reclamos, las peticiones, los pronunciamientos, la resistencia pasiva, etc. Cada acción en sí misma será pequeña, pero un millón de alfilerazos son capaces de paralizar a un gigante.
Esta generalización de las acciones de resistencia debe servir fundamentalmente para consolidar o reorganizar las internas y los cuerpos de delegados, las ligas agrarias, los centros estudiantiles. Sin ellos será muy difícil contener la ofensiva contrarrevolucionaria. Por ello su defensa y organización es decisiva para la suerte inmediata de la resistencia antidictatorial.(“La situación política y las tareas del partido”, nt n° 189, 11/08/76)
Nuestro Comité Central llamó a todas las fuerzas políticas y sociales de carácter popular, de convicciones patrióticas y democráticas a hacer a un lado toda ilusión en la dictadura, a desechar todo divisionismo, a estrechar filas para acercar el momento de la derrota de la dictadura.
El Comité Central llamó a todo el partido, a todos y cada uno de sus militantes, a convertirse en campeones de la unidad antidictatorial; a que, sea cual fuere su lugar de trabajo, sepan apoyarse firmemente en la unidad con todos aquellos que hoy resisten y combaten a la dictadura; sepan ganar para la resistencia a través de un trabajo paciente y respetuoso, a aquellos que hoy vacilan; sepan aprovechar y estimular las coincidencias con aquellos que teniendo profundas discrepancias con las fuerzas populares mantienen contradicciones con la dictadura; todo ello para aislar por completo a la dictadura y sus defensores y poder golpearlos con la máxima dureza hasta tumbarlos. (“4° reunión del II° CC de nuestro partido”, nt n° 202, 9/11/77)
Nuestro partido redobló sus esfuerzos en favor de la unidad del pueblo, luchando constantemente por estimular sus demandas democráticas, defender las organizaciones de masas para el combate por las reivindicaciones económicas e inmediatas, oponerse a la política entreguista de la dictadura de Videla.
Desplegamos una gran lucha por señalar un camino entre las masas en el desenmascaramiento de la dictadura, para enfilar todas las acciones contra ella, para trabajar incansablemente por la unidad de todas las fuerzas antidictatoriales. Luchamos por ser siempre factor de unidad y por resolver favorablemente cualquier división. Aún la falta de reciprocidad no hace variar nuestra conducta, guiados por el principio de unir todo lo que contribuya al objetivo que permita hacer realidad la consigna: “¡Abajo la dictadura!”
Ampliar decididamente el trabajo de propaganda y lucha en común con los compañeros que no piensan como nosotros. Hay que hacer la cuenta de con cuántos peronistas, radicales o cristianos hemos estrechado los vínculos; con cuántos de ellos los comunistas hemos establecido diálogo político y amistad solidaria. Hay que ver si en nuestro trabajo político hemos conseguido romper el círculo de “la zurda” y ampliarnos hacia la gran mayoría de los compañeros. Debemos comprobar si sabemos trabajar con los intermedios y los atrasados, escuchando y uniendo con propuestas adecuadas que tengan en cuenta la magnitud de la derrota sufrida y las dificultades que genera el régimen fascista.
El frente contra la dictadura no tiene todavía forma orgánica, es un movimiento que se despliega en los distintos ámbitos de la lucha social. Se construye diariamente incorporando más gente a la acción: un lector más de la propaganda antidictatorial, una madre más de un desaparecido que se incorpora al movimiento de las madres, un obrero más que se acerca a una agrupación, un peronista más que se dispone a luchar por la libertad de sus dirigentes y porque en su partido no prevalezca ninguna tendencia a la colaboración con la dictadura.(“El trabajo de masas”, nt n° 210, 12/07/78)
El documento [se refiere a la resolución política del CC (nota de la redacción)] destaca el marcado reanimamiento de la actividad de los partidos burgueses reformistas. El partido debe unirse a esta oposición. Debe empujarla a una ruptura total con la dictadura militar. Tendrá gran importancia para la tarea de impulsar e intervenir en el frente antidictatorial el programa del partido para la lucha contra la dictadura videlista. La incorporación a este programa de la bandera de “elecciones libres y sin proscripciones” favorecerá nuestra labor.
La táctica de lucha continúa siendo el hostigamiento a la dictadura, no el asalto de las posiciones globales que ella ocupa. Sigue siendo un período de acumulación de fuerzas; aunque debe señalarse que en esta fase tal acumulación se viene acelerando y puede acelerarse mucho más. El partido seguirá bregando por un paro general obrero y popular de repudio a la dictadura.
Dentro de la táctica, la lucha contra el plan económico y sus secuelas se encuentra en un primer plano. En segundo lugar la lucha por los derechos democráticos en todas sus manifestaciones. Estos serán los dos pivotes principales, aunque no los únicos. El partido debe estar preparado para encarar los cruentos enfrentamientos que vendrán cuando ascienda el movimiento popular de resistencia, ya que el enemigo ha probado excesivamente su resolución de represalia con sangre y fuego al pueblo.
Desde el ángulo de la lucha final contra la dictadura, la gran batalla que está planteada es: o la dictadura se perpetúa e institucionaliza su régimen, o la lucha popular tira abajo a la dictadura militar y hace fracasar sus planes. El partido luchará por la derrota de la dictadura y la consecuente victoria popular; y se empeñará porque esa victoria popular sea profunda, transformadora y duradera. (“Fortalecer al partido e impulsar la resistencia popular”, nt n° 212, 9/08/79)
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