A 40 años, los lápices siguen escribiendo

Jueves, 15. Septiembre 2016
Noche de los Lápices

La noche del 16 de septiembre se realizó un operativo conjunto de efectivos policiales y del Batallón 601 de Ejército en la ciudad de La Plata para capturar a seis jóvenes que tenían entre 16 y 18 años.

Se conmemora el 16 de septiembre ya que con el retorno democrático el movimiento estudiantil hizo propia la reivindicación y homenaje de los compañeros detenidos-desaparecidos. Como todo lo transcurrido durante la última dictadura cívico-militar la represión era diaria, los secuestros y desapariciones del grupo de jóvenes que extendidamente se rinde homenaje cada 16/09 se desarrollaron durante el mes de septiembre de 1976.

Muchos de los jóvenes recordados en la Noche de los Lápices militaban en la Coordinadora de Estudiantes Secundarios. Una año antes habían sido partícipes de las movilizaciones por la gratuidad del Boleto de Estudiantes Secundarios (BES); entre ellos: Claudio de Acha –desaparecido el 16/9-, Gustavo Calotti –secuestrado el 08/9-, María Clara Ciocchini –desaparecida el 16/9-, Pablo Díaz –secuestrado el 21/9-, María Claudia Falcone –desaparecida el 16/9-, Francisco López Muntaner -desaparecido el 16/9-, Patricia Miranda – secuestrada el 16/09, no tenía militancia ni había participado de las movilizaciones por la BES-, Emilce Moler –secuestra el 17/9-, Daniel A. Racero, Horacio Ungaro –ambos desaparecidos el 16/9.

Según informes realizados por la Comisión Provincial de la Memoria las detenciones y secuestros se desarrollaron desde el 1 de septiembre. Ese día fueron detenidos, a cuatro cuadras del Colegio Nacional de La Plata, Eduardo Pintado, Víctor Vicente Marcaciano, Pablo Pastrana -militantes comunistas- y Cristian Krause -sin militancia-, ese mismo día habían sido interrogados por el vicerrector Juan Antonio Stormo. El 4 de setiembre fueron secuestrados Víctor Triviño, de “La Legión” quien continúa desaparecido, Fernanda María Gutierrez -del Liceo Víctor Mercante-, Carlos Mercante -Colegio del Pilar- y Alejandro Desío, Abel Fuks, Graciela Torrado -los tres del Colegio Bellas Artes- y Luis Cáceres -de la Escuela Técnica-, los últimos cuatro eran militantes del GESA (Grupo de Estudiantes Secundarios Antiimperialistas).

Los secuestros fueron llevados a cabo por miembros de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, dirigida en aquel entonces por el general Ramón Camps. Las órdenes de detención habían sido libradas por el Batallón 601 del Servicio de Inteligencia del Ejército, firmadas por Fernández y del coronel Ricardo Eugenio Campoamor, jefe del Destacamento de Inteligencia 101.

Este evento, como tantos realizados por el estado genocida, pone en evidencia el plan sistemático desarrollado por el estado argentino, ejecutado mediante sus distintas fuerzas represivas y con cooperación de civiles –como el vicerrector del Colegio Nacional de la Plata-.

En los primeros años de la democracia, la Noche de los Lápices funcionó como una bandera para los centros de estudiantes que volvieron a abrirse o se conformaron por aquel entonces. El episodio estaba protagonizado por jóvenes estudiantes, lo que provocaba y provoca, una fuerte identificación.

Durante los primeros años el peso del relato estaba puesto en la lucha estudiantil por el boleto de 1975, una causa que hoy en día continúa siendo reivindicación del movimiento estudiantil. Hoy la fecha de la Noche de los Lápices permite condenar al terrorismo de Estado sin dejar de recordar la vida de aquellos jóvenes que lucharon y participaron para construir un futuro mejor, mediante la organización colectiva y el compromiso político. Todos los días retomamos sus banderas luchando, en las aulas y en calles, por una educación de calidad al servicio del pueblo trabajador.

A 40 años los lápices siguen escribiendo, no olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos.

Ana Schultz

Publicado en: 
Jueves, Septiembre 15, 2016 - 19:00

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