¡Justicia para Alika!

Miércoles, 14. Diciembre 2016

El pasado 30 de noviembre, en Ushuaia,  se dio a conocer la sentencia  de un juicio que ha pasado a la historia. Alika Kinan es la primer mujer que luego de estar sometida por años  al negocio de la trata lleva a juicio a sus proxenetas y al Estado Municipal por garantizarle, en este caso,  a los dueños del prostíbulo Sheik las condiciones para llevar adelante el negocio.

Alika llega a Sheik luego de vivenciar un círculo de violencias desde su infancia hasta su adultez. Tras un largo proceso, hoy puede reconocerse como víctima de trata habiendo probado su captación, traslado y  explotación, ya que si bien durante esos años no fue privada de su libertad, era un como sí, porque al llegar al prostíbulo le quitaron su documento y le generaron una deuda que debía ir saldándola con trabajo, del cual a su vez le expropiaban un gran porcentaje.

Son estos hechos los que hoy ponen bajo la lupa a Pedro Eduardo Montoya, dueño del prostíbulo, Ivana Claudia García, pareja de Montoya, Lucy Campos Alberca, encargada del local, y al propio Estado provincial por brindar las libretas sanitarias y permitir que el negocio se lleve adelante.

Sobre Montoya recayó una pena de 7 años de prisión y una multa de  70.000 y sobre García y Campos Alberca 3 años. Hoy pesan sobre los acusados condenas menores a las pedidas por la querella y aún están en libertad a la espera de que quede firme la sentencia. Por otra parte el municipio de Ushuaia deberá indemnizarla por daños y perjuicios con una cifra de $780.000.

Es necesario remarcar también que, durante este tiempo, han sido las organizaciones de mujeres las que han  acompañado  y velado por la seguridad  de Alika, quien durante todo este proceso fue amenazada y agredida en más de una oportunidad, y que no cuenta siquiera con una vivienda estable, condición básica que debiera garantizar el Estado a una víctima de trata.

La frase que le dicen a Alika cuando la rescatan luego del allanamiento, “tu historia es de manual”, refleja cómo la propia miseria que produce y reproduce este sistema fue la que la arrojó a la explotación sexual de su cuerpo. Hoy mencionamos a Alika, pero hay  muchas Alikas más.

El caso de Alika, además de ejemplo de fortaleza al enfrentar a los proxenetas y al Estado, remarca el camino que debemos seguir. La aparición de las cientos de mujeres cautivas por las redes de trata y la justicia para todas ellas, solo vendrá de la mano de la organización y la lucha en las calles. El desmantelamiento de las redes de trata no es ni será producto de los gobiernos cómplices y responsables del negocio, sino de la red de organizaciones que vienen peleando hace años frente a este flagelo, exigiéndole al Estado contención a las victimas rescatadas, recursos para los dispositivos que trabajan con la temática y la aparición de las cientos de mujeres y niñas que aun hoy continúan desaparecidas.

Sofía Saenz

Publicado en: 
Miércoles, Diciembre 14, 2016 - 23:30

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