Terciarios de CABA | La UNICABA en tela de juicio

Viernes, 13. Abril 2018
UniCABA

El conflicto por la UNICABA comienza cuando -por medio del diario Clarín- miles de estudiantes, docentes y autoridades de los 29 institutos terciarios de la ciudad se anotician del cierre de sus establecimientos y la creación de una universidad de profesorados, por un proyecto de ley presentado por el Gobierno de la Ciudad ante la Legislatura porteña.

El proyecto es rechazado en forma masiva porque implica la intervención y el control ideológico de la formación, destruye el sistema público de formación docente, avasalla la autonomía de los institutos, desintegra la organización interna institucional, degrada títulos e incumbencias, precariza las condiciones de trabajo y estabilidad de docentes y no docentes, achica o cierra cursos, carreras y profesorados, promueve el modelo de docente “facilitador” y los negociados de las plataformas virtuales.

En ese sentido, la UNICABA constituye el punto de llegada de una serie de medidas que viene adoptando el macrismo, como la homologación de los planes de estudio y reglamentos orgánicos de los institutos, el Plan Maestro y la Escuela del Futuro, el cierre de cursos y establecimientos secundarios, el recorte de la formación docente, las paritarias a la baja y el ataque al convenio colectivo de trabajo, conforme las indicaciones del FMI y el Banco Mundial -como se denunció oportunamente.

Tras semejante panorama, los estudiantes se organizaron a través de asambleas autoconvocadas allí donde no hay centros de estudiantes (o donde las conducciones se niegan a activar la lucha), llevando adelante cortes de calle, movilizaciones a la Legislatura y diversas acciones de protesta. Estas medidas, junto al temor del gobierno por las enormes movilizaciones contra las reformas en educación, salud, jubilaciones y convenios de trabajo, pusieron pausa al tratamiento legislativo del proyecto de la UNICABA.

En este camino de lucha, surgieron diferencias tácticas y de caracterización entre quienes participan del proceso.

Por un lado, organizaciones como Patria Grande, Nuevo Encuentro y Cienfuegos, que auto-adjudicándose la “conducción” de la Coordinadora de Estudiantes Terciarios (CET), operan con maniobras y dilaciones negando los mandatos de base de los institutos y la toma de decisiones por asamblea, para subordinar los tiempos de la lucha a las decisiones de las autoridades. Allí donde conducen centros de estudiantes, como en el Joaquín V González, no convocaron asambleas sino hasta marzo y bajo la presión de los estudiantes.

Asimismo, estas organizaciones coinciden con la burocracia de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) en apostar por un proyecto de ley alternativo, una “contrapropuesta” que acepte la UNICABA bajo ciertas condiciones, concediendo por adelantado un triunfo al macrismo.

Por el otro, los rectores de 21 terciarios agrupados en el Consejo de Educación Superior de Gestión Estatal (CESGE), reconocidos por obstruir y traicionar las movilizaciones estudiantiles en el pasado. Estas autoridades no solo ignoran las decisiones del movimiento estudiantil, sino que buscan abrir canales de negociación con el gobierno porteño para no perder sus puestos de gestión en el nuevo esquema de la UNICABA. Hasta ahora, por la negativa del macrismo a acceder a este pedido y la presión de los estudiantes, se han posicionado en rechazo a este proyecto de ley.

En tercer lugar, interviene un bloque de organizaciones de izquierda y estudiantes independientes de los institutos en lucha, que promueven la apertura democrática de la CET, con funcionamiento asambleario y respeto de los mandatos de base, y la coordinación con los docentes, con el objetivo de unificar esfuerzos, superar los tiempos y formas de los rectores del CESGE y guiar la lucha en dirección a su triunfo.

Actualmente nos encontramos con un gobierno macrista debilitado tras las jornadas del 14 y 18D, con su legitimidad en baja tras la corrupción oficialista y el fracaso de los planes económicos, presionado por las movilizaciones contra el ajuste en las condiciones de vida del pueblo trabajador. Nada garantiza la victoria por adelantado, pero es condición necesaria apostar por el retiro del proyecto de la UNICABA, abrir el juego a la participación masiva de los estudiantes y volcar las fuerzas de los terciarios a las calles.

David Paz

Publicado en: 
Viernes, Abril 13, 2018 - 16:00

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