Sentencia juicio Vesubio II

El próximo 18 de diciembre se dará a conocer el veredicto del juicio seguido contra los genocidas Jorge Raúl Crespi, Federico Antonio Minicucci, Gustavo Adolfo Cacivio -alias el francés-, Néstor Norberto Cendón, por los crímenes cometidos en el Centro Clandestino el Vesubio a 204 compañeros, entre ellos un grupo importante de camaradas de Vanguardia Comunista.

Transcurridos 10 meses desde el inicio del juicio, en el que prestaron su testimonio decenas de sobrevivientes y familiares, entre otros, el Tribunal Oral Federal N° 4 dará a conocer su veredicto por 204 casos de compañeros que pasaron por este centro clandestino, muchos de los cuales permanecen desaparecidos.
La querella de Justicia Ya! integrada por la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, la CADeP (Coordinadora Antirrepresiva por los Derechos del Pueblo), entre otros organismos de DDHH, presentó su alegato solicitando prisión perpetua, cárcel común y efectiva para Jorge Raúl Crespi, Federico Antonio Minicucci, Gustavo Adolfo Cacivio -apodado el francés- y Néstor Norberto Cendón. Al mismo tiempo se denunció la impunidad garantizada a la mayoría de los genocidas,bajo la forma del juzgamiento de unos pocos por vez y parcelando juicios en el tiempo. Muestra de ello fue la muerte de Svencionis, fallecido el pasado 12 de noviembre durante este juicio. Otro genocida impune y sin juzgamiento.
Si bien los genocidas traídos a juicio en principio eran acusados tan solo por privación ilegítima de la libertad, en el transcurso del mismo se logró que se ampliaran las acusaciones contemplando los delitos sexuales, y los 25 homicidios de los compañeros cuyos cuerpos fueron identificados por el Equipo de Antropología Forense (EAAF), los fusilamientos en la localidad de Monte Grande en 1977 y el caso de Luis Pérez (camarada de VC) asesinado dentro del mismo campo y luego quemado su cuerpo. La omisión de las violaciones y abusos sexuales ocurridos dentro de los centros clandestinos, que formaban parte del plan genocida es otra muestra más de impunidad en el juzgamiento a los genocidas. Son centenares los represores que no han pasado por el banquillo de los acusados, así como los casos de compañeros que no han sido considerados como casos (habiendo innumerables testimonios que los identifican dentro del campo) ya pasados dos juicios por los crímenes en el Vesubio.
La solicitud de condena se centró en que todos los crímenes sean calificados como genocidio. El mismo, como viene solicitando este espacio de querellantes desde que se reanudaron los juicios por los crímenes cometidos durante dictadura, tiene su fundamento formal en la Convención para la sanción y prevención del Genocidio ratificada por la Argentina en 1958.
El plan genocida ejecutado por la dictadura militar (trazado por las clases dominantes y el imperialismo) para aniquilar a las fuerzas antiimperialistas y revolucionarias, convertidas éstas en sus blancos centrales para implantar políticas de entrega, hambre y miseria que a más de treinta años del retorno del ‘estado de derecho’ formatearon una sociedad que en su esencia permanece intacta.
Más allá del impulso dado a los juicios contra el terrorismo de estado durante el kirchnerismo, no exculpa su oportunismo ni sus intentos por apropiarse de las banderas de los organismos de DDHH y el conjunto de luchadores populares que no claudicaron y se mantuvieron independientes, al tiempo que mantiene incólume a la bonaerense, la Gendarmería y todas sus fuerzas represivas. La criminalización de miles de luchadores, record de casos de gatillo fácil durante estos últimos 10 años, los asesinados por luchar, la desaparición de Jorge Julio López, el asesinato de Silvia Suppo, etc. son su verdadera cara en materia de derechos humanos.
Como contracara, el homenaje a los compañeros Detenidos Desaparecidos en la reivindicación de la generación de los 70, y la continuidad de sus banderas de liberación, por la revolución y el socialismo forjarán la verdadera justicia popular.

Alberto Lema