Se está como
en otoño
sobre los árboles
las hojas.
Giuseppe Ungaretti
Una vez más asistimos al desastre del sistema de transporte público:... Ver más
Este 1° de octubre se cumplieron dos meses de la desaparición forzada de Santiago Maldonado. Al igual que el primer día, seguimos diciendo: se lo llevó gendarmería, el gobierno es responsable.
Desde el comienzo, el macrismo junto a su aparato de comunicación, intentó embarrar la cancha sembrando los más variados rumores. Pero si al principio especularon con que el tema quedara olvidado, ahora el discurso oficial muestra a un gobierno pretendidamente comprometido con su búsqueda. Ello no debe llamar a la confusión: los operativos en la Patagonia semanas atrás no tienen nada que ver con la búsqueda de Santiago, sino que son puestas en escena y más hostigamiento a los mapuches. El nombramiento del nuevo juez del caso, Gustavo Lleral, en reemplazo del removido Guido Otranto, va en este mismo sentido. Lleral se presenta como quién quiere trabajar en cimentar un buen vínculo con la comunidad mapuche para conseguir su apoyo y poder pesquisar el área sin sobresaltos, mientras tanto lee las 2.600 fojas que componen la causa para interiorizarse, pero el trabajo sucio ya está realizado.
Dos elementos incidieron en este cambio de actitud del gobierno. Primero, la imponente respuesta popular que recorrió el país ratificó que las reservas democráticas del pueblo son un límite para las aventuras represivas. En otro orden, y como consecuencia de ello, el silencio mediático de la ministra Bullrich -que salió en un principio a defender la actuación de gendarmería- y la reciente separación del juez Otranto -garante de que la investigación no fuera hacia ningún lado- reflejan contradicciones y debilidades dentro del gobierno.
La desaparición de Santiago no es la consecuencia de algún “exceso” o de un gendarme que “se cortó solo”. Es la expresión más terrible de la profundización de una línea represiva que viene llevando adelante el gobierno de Cambiemos, en el marco de un plan económico que no ofrece ningún beneficio para el pueblo y a las puertas de una nueva vuelta de tuerca al ajuste, con proyectos de reformas laborales y jubilatorias. No debe verse aislada de hechos tales como los allanamientos simultáneos a organizaciones políticas en Córdoba o la cacería desatada tras la movilización en CABA del 1° de septiembre.
La represión al pueblo mapuche en particular, sin ser nueva, se vino agudizando con el actual gobierno, fiel representante de los intereses de los Benetton, los Lewis y demás magnates que concentran tierras en la Patagonia. Junto con ellos, el salto que desde los ’90 se dio en nuestro país el extractivismo, pasando por la extensión del uso de transgénicos, el impulso a los proyectos mega mineros y la instalación del fracking en Vaca Muerta durante los gobiernos kirchneristas, representan la comunión de intereses que están por detrás de las incursiones de gendarmería, de la detención de Facundo Jones Huala y de la reciente quema de viviendas en distintas comunidades.
Este 1° de octubre nos movilizamos a lo largo y ancho de todo el país en reclamo de la aparición con vida ya de Santiago Maldonado, señalando que el gobierno es responsable. En CABA movilizamos a Plaza de Mayo junto al Encuentro Memoria, Verdad y Justicia.El acto tuvo como únicos oradores a los familiares de Maldonado, sus hermanos y cuñadas quienes volvieron a exigir la renuncia de Bullrich y exigir al gobierno de Mauricio Macri por la aparición con vida de Santiago.
APARICIÓN CON VIDA YA DE SANTIAGO MALDONADO. EL GOBIERNO ES RESPONSABLE
CASTIGO A LOS RESPONSABLES MATERIALES Y POLÍTICOS. FUERA BULLRICH
PRML
Se está como
en otoño
sobre los árboles
las hojas.
Giuseppe Ungaretti
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