Rodolfo Walsh a 40 años de su desaparición

Martes, 11. Abril 2017

Walsh se había criado en el seno de una familia conservadora, de ascendencia irlandesa. Estudió en un colegio de monjas irlandesas y fue interno en una congregación de curas también irlandeses.

A los 17 años comenzó a trabajar en la Editorial Hachette como traductor y como corrector de pruebas, y a los 20 comenzó a publicar sus primeros textos periodísticos. En 1953 publicó su primer libro de cuentos, Variaciones en rojo, con el que había ganado el Premio Municipal de Literatura de Buenos Aires. Cuando se produjeron los fusilamientos de José León Suárez, Walsh estaba trabajando en la compilación de cuentos de la Editorial Hachette. Una tarde de 1956, jugando al ajedrez en un bar de la Plata escuchó la frase “Hay un fusilado que vive”. A fines de ese año, comenzó a investigar el caso con la ayuda de la periodista Enriqueta Muñiz, se encontró con un enorme crimen organizado y ocultado por el Estado que se ocupó de denunciar.
Una vez en Cuba, junto a Jorge Masetti, fundó Prensa Latina, allí se desempeñó como jefe de Servicios Especiales en el Departamento de Informaciones. Usó sus conocimientos de criptógrafo para descubrir, a través de unos cables comerciales, la invasión a Bahía de Cochinos, instrumentada por la CIA.
En 1973 comenzó a militar en la organización Montoneros con el grado de Oficial 2° y el alias de Esteban. Creó un sector del Departamento de informaciones de Montoneros y fue su responsable. Junto a su amigo, el poeta Francisco Paco Urondo, participa como fundador y redactor de Noticias.
Al cumplirse el primer año de la Junta Militar a cargo del ejecutivo Rodolfo Walsh escribió “Carta Abierta de un Escritor a la Junta Militar”. Walsh explicita con alto grado de precisión los datos que la Junta oculta a la gente mediante la censura de prensa y la represión a la libre opinión. A continuación y como pequeño homenaje a Rodolfo reproducimos parte de la misma:
La censura de prensa, la persecución a intelectuales, el allanamiento de mi casa en el Tigre, el asesinato de amigos queridos y la pérdida de una hija que murió combatiéndolos, son algunos de los hechos que me obligan a esta forma de expresión clandestina después de haber opinado libremente como escritor y periodista durante casi treinta años. (…)
En un año han reducido ustedes el salario real de los trabajadores al 40 %, disminuido su participación en el ingreso nacional al 30 %, elevado de 6 a 18 horas la jornada de labor que necesita un obrero para pagar la canasta familiar1, resucitando así formas de trabajo forzado que no persisten ni en los últimos reductos coloniales.
Congelando salarios a culatazos mientras los precios suben en las puntas de las bayonetas, aboliendo toda forma de reclamación colectiva, prohibiendo asambleas y comisiones internas, alargando horarios, elevando la desocupación al récord del 9 %2 y prometiendo aumentarla con 300.000 nuevos despidos, han retrotraído las relaciones de producción a los comienzos de la era industrial, y cuando los trabajadores han querido protestar los han calificado de subversivos, secuestrando cuerpos enteros de delegados que en algunos casos aparecieron muertos, y en otros no aparecieron.3 (…)
Éstas son las reflexiones que en el primer aniversario de su infausto gobierno he querido hacer llegar a los miembros de esa Junta, sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar testimonio en momentos difíciles.

Rodolfo Jorge Walsh. - C.I. 2845022
Buenos Aires, 24 de marzo de 1977.

Ana Schultz

Notas
1 Unión de Bancos Suizos, dato correspondiente a junio de 1976. Después la situación se agravó aún más.
2 Diario “Clarín”.
3 Entre los dirigentes nacionales secuestrados se cuentan Mario Aguirre de ATE, Jorge Di Pasquale de Farmacia, Oscar Smith de Luz y Fuerza. Los secuestros y asesinatos de delegados han sido particularmente graves en metalúrgicos y navales.

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Martes, Abril 11, 2017 - 19:30

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