Recesión en Brasil

Jueves, 17. Septiembre 2015
Recesión en Brasil

Brasil y China son los dos socios comerciales más importantes de nuestro país en lo referente a exportaciones. Ambos destinos suman casi un tercio del total. La mitad de lo que se exporta a Brasil es trigo y autos. Si nos enfocamos en las exportaciones de manufacturas de origen industrial específicamente, Brasil es el destinatario del 50% de lo exportado por nuestro país en este rubro. El grado de acoplamiento que la economía argentina ha desarrollado con respecto a la economía brasilera crea las condiciones para que el más pequeño tropiezo de nuestro primer socio comercial impacte directamente sobre nuestra producción. Pero lo que ocurre actualmente no es sólo un tropezón y ya todas las luces de alarma están encendidas: Brasil entró en recesión o, para decirlo en términos más simples, la economía de nuestro socio comercial está a las puertas de una crisis económica. El mes pasado el gobierno de Roussef admitió oficialmente la recesión de su economía reconociendo una caída del 1,9% en el segundo trimestre con relación a los tres primeros meses del año, con lo que acumuló dos trimestres seguidos de contracción.Según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística entre junio y julio de este año se registraron bajas en 14 de los 24 sectores industriales usados para realizar las estadísticas económicas. En la rama de productos alimenticios (-6,2 %), productos derivados del petróleo y biocombustibles (-1,7 %) y el de las industrias extractivas, que tienen como materias primas las de origen vegetal, animal y mineral (-1,5 %). En comparación con los datos registrados en julio de 2014, la categoría de bienes de capital acumuló una variación negativa del 27,8 %, mientras que la de productos duraderos, que incluye automóviles y electrodomésticos entre otros, registró una caída del 13,7 %. Veamos algunos datos relacionados con la industria pesada: producción de acero y de electricidad. La producción de acero prevista para 2015 es de 32,8 millones de toneladas, un 3,4 % menor que en 2014, mientras que el cálculo de las ventas en el mercado interno para este año es de 18,3 millones de toneladas, un 15,6 % por debajo en la misma comparación. En cuanto al consumo en el mercado interno, se espera que Brasil emplee este año 22,3 millones de toneladas de acero, lo que representa una caída del 12,8 % frente a la utilizada en 2014. En lo que respecta a la energía, desde fines de 2014 el gobierno carioca puso en marcha un plan de reducción de la producción de energía ante la caída de la demanda que principalmente requiere el sector industrial. El gobierno carioca desconectará 21 plantas térmicas, que poseen la capacidad de generación de 2.000 megavatios, según anuncios de principios de agosto de la Operadora nacional del Sistema Eléctrico en atención al menor consumo de la industria verdeamarela.Si nos centramos específicamente en la industria automotriz los datos coinciden en la tendencia general. Ya en el mes de julio se calificaba como colosal la caída en la producción de las terminales brasileras. De las 29 empresas que se encuentran radicadas en ese país 15 estaban totalmente paralizadas, 20.000 empleados cesanteados y un stock de dos meses abarrota el mercado. Sumado a esto el aumento de la presión inflacionaria superior al 9% anual, el mayor nivel alcanzado desde fines de los 90, dos puntos y medio por encima del techo que Roussef había prometido en su campaña electoral. Las medidas tomadas por el gobierno de recortar el gasto y aumentar la recaudación aceleran aún más la reducción del consumo y la caída del PBI. A su vez la fuerte suba de las tasas de interés desalientan la toma de créditos y el consumo, cosa que no hace más que echar leña al fuego. Con la devaluación del Real se busca ganar mayor competitividad en las exportaciones y reactivar de forma urgente el consumo interno y la economía en general sobre todo en relación a la desaceleración China. Pero nada de esto está sucediendo. La tasa de desempleo encadena cinco subidas consecutivas desde que cambió su tendencia al inicio de 2015. Según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), Brasil había cerrado el 2014 con una desocupación del 4,8%, su valor mínimo desde que comenzó a utilizarse una nueva serie en el 2002. La población desempleada sumaba 1,6 millones de personas, 454.000 trabajadores más que en 2014.

Impacto en la economía argentina

El intercambio comercial Argentina-Brasil del primer semestre de 2015 registró una caída del 16,7%, y sumó U$S 12.033 millones. Esta reducción es el resultado de una caída a ambos lados de la frontera. De un lado, Brasil exportó un 12,7% menos a la Argentina. Del otro, la Argentina le vendió un 21% menos a Brasil. Aunque la caída del comercio bilateral es mutua, la Argentina lo sufre más. Así, la balanza comercial arroja un déficit acumulado de U$S 923 millones, un 140% mayor al saldo negativo del comercio bilateral de los primeros seis meses de 2014, cuando sumó 383 millones de dólares. En lo referente a la rama automotriz según los datos de la Asociación de Fábricas de Automotores entre enero y junio de este año se exportaron 132.306 autos, 39.069 menos que los vendidos al exterior en el mismo período de 2014, o un 22,8% abajo. En el caso de las exportaciones a Brasil, la caída es más fuerte: en los primeros seis meses de 2015 la Argentina le exportó 104.811 automóviles, 47.348 unidades menos que las 152.159 de enero-junio de 2014; la caída es del 31,11%.
En lo que respecta a industria siderúrgica y la del neumático ya en abril de este año Fatehabía comenzaron un plan escalonado y progresivo de 5.000 suspensiones. Problemas similares en la producción se registraron también en la metalúrgica Tenaris, perteneciente al Grupo Techint con 3.000 suspensiones para la planta de Siderca en Campana para esa misma fecha. A fines de agosto la empresa Fiat anunció que profundizará su plan de suspensiones en la planta cordobesa de Ferreyra.
El plan de producción disminuirá a 4300 unidades en septiembre, sobre 5750 del mes pasado.La planta ya viene trabajando entre tres y cuatro días semanales. La General Motors (GM) paralizó la producción el viernes 28 de agosto y el lunes 31 y todos los lunes de septiembre. Ford tendrá 170 suspendidos rotativos hasta fin de año en su planta de Pacheco. En Córdoba, Volkswagen suspendió a un tercio de sus operarios el mismo viernes y el lunes 31. Es la línea de producción de la caja MQ200 que va a Brasil. Ya había aplicado suspensiones en el mismo sector entre el 10 y el 20 de julio.
Además de las suspensiones que viene aplicando desde hace meses (semanas de cuatro días trabajados y otras de tres), está en marcha un plan de retiros voluntarios (similar al de GM) con el que pretende reducir el 10% de la plantilla laboral. En Córdoba, la baja de actividad impacta fuerte en el sector metalmecánico, que desde hace más de un año hace ajustes de personal.
La recesión en la economía de Brasil proyecta densas nubes negras sobre el futuro de la economía argentina. Los despidos y suspensiones en la industria metalmecánica y automotriz van configurando la base objetiva para el ascenso de las luchas obreras que marcaran la pauta en lo que queda del año electoral donde las propuestas electorales nada dicen acerca de estos temas. Y como todos sabemos, donde nada se dice, se sabe todo: ajuste, recortes y despidos están a la orden del día en todas las opciones que se perfilan como electoralmente ganadoras. La lucha de los trabajadores contra las patronales explotadoras y la burocracia sindical traidora es la que tendrá que poner la agenda de lo que queda del 2015.
Roberto Craviotto

Publicado en: 
Jueves, Septiembre 17, 2015 - 22:30

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