Para vencer la resistencia a un nuevo ajuste I Macri va en busca de respaldo político

Miércoles, 11. Octubre 2017
Para vencer la resistencia a un nuevo ajuste I Macri va en busca de respaldo político

El gobierno aspira a una mayor ventaja electoral que la obtenida en las PASO. Persiste en polarizar con Cristina Kirchner e inclinar la balanza a su favor en Santa Fe y Buenos Aires principalmente, como parte de una estrategia que le dio resultados y que, de ratificarse, le permitiría contar con el apoyo inicial en las cinco provincias más gravitantes del país. Los resultados en las elecciones a gobernador en la provincia de Corrientes abonan en ese sentido. Pretenderían así enmascarar un cambio anunciado tantas veces como parte de la “nueva política” pero que, cuando se aplican las medidas concretas, aparecen como parte de un viejo libreto ya conocido y practicado en la década de los 90, allí cuando los inversores extranjeros vinieron para quedarse con las empresas del estado y, junto a un grupo de jerarcas sindicales, dejaron a miles de trabajadores en la calle.
Son elecciones de medio término, que renuevan un tercio de los legisladores nacionales, que no alteran cuantitativamente la correlación de fuerzas, aunque su manipulación permitiría ir más a fondo con las medidas ajustadoras y con los contratos pendientes ante el capital monopólico. Nadie quiere ni vota por nuevos aumentos de luz, gas, transporte o nafta; sin embargo están listos para ser aplicados ni bien pasen las elecciones con su inmediato traslado a precios. Más allá del resultado y de la instrumentación que se haga, la significación del voto en sí y del mismo acto electoral, aparece cada vez más devaluado, en la medida que se confirma a poco de andar que el votante otra vez fue estafado en sus demandas.
No hay democracia con el solo hecho de votar ni tampoco es democrático prometer lo que después no vas a cumplir, sin rendir cuentas por el engaño ni por los efectos de las medidas impuestas. Los 34 años transcurridos de régimen constitucional demuestran que no se puede seguir delegando en quienes solo pretenden administrar el capitalismo dependiente sin modificaciones de fondo ni afectar a sus beneficiarios, ni tampoco dejar de apostar al pueblo movilizado ni delegar en otros lo que debe ser representación directa, como única garantía de cambio real. Se trata de un largo período en donde han crecido los monopolios, extranjeros en su mayor parte, y empobrecido el pueblo trabajador. Una gran deuda pendiente que no se resuelve con el ajuste ni con “modelos de inclusión” sino con la liquidación de la concentración monopólica, la liberación y la construcción de una democracia popular revolucionaria. Una tarea difícil pero no imposible, visto la degradación y los sucesivos fracasos del régimen político que busca oxigenarse en cada elección.
Brotes que no son e inconsistencias de un plan
Finalmente la economía tocó piso y su rebote, a partir del último mes, empieza a notarse sobre todo en la industria de la construcción, motivada por la terminación de obras inconclusas y líneas de créditos, escasas aún, para viviendas en franjas medias fundamentalmente. El gobierno completa sus efectos con los préstamos a jubilados y poseedores de tarjetas con asignaciones por hijos, con un claro sentido electoral, que pueden servir para captar votos pero están muy lejos de cubrir las necesidades reales, de la recuperación de poder adquisitivo o de generar trabajo genuino. Resalta que bajó la pobreza según el INDEC pero oculta que aumentó la indigencia en 50.000 personas y que aún más del 50% de los sueldos en blanco promedian entre $10.000 y $12.000. El uso de los recursos estatales no tiene límite cuando se trata de ganar elecciones, ni siquiera para los defensores del neoliberalismo cuya piedra angular reside en la reducción del déficit fiscal, que al cierre de año ascendería al exorbitante porcentaje de 8% del PBI, o sea 48.000 millones de dólares, incluidas las provincias. Ello habla de las inconsistencias del plan. También es el reconocimiento palmario de que el propio gobierno constituye el agente más improductivo y parasitario de la gestión. Ese gasto se sostiene con endeudamiento externo: allí aparece la otra inconsistencia que, de mantenerse en ese ritmo de U$S 40.000 millones en 2016 y otro tanto en el actual 2017, constituye fabulosas ganancias para la banca financiera internacional, a la vez que el aumento peligroso de la deuda externa y sus implicancias en el futuro de los argentinos. No son brotes verdes genuinos los que llegan sino pura especulación, de tal forma que las Lebacs ascienden ya a un billón de pesos y su interés, 27% anual, es casi único en el planeta. No sorprenden entonces las expresiones últimas de Sturzenegger, presidente del Banco Central, ante banqueros y constructores: “no apelo a su patriotismo sino a que hagan negocios”.
La corrupción, complemento de campaña
Al agrandado optimismo en la reactivación económica el gobierno lo complementa con los ejes políticos y denuncias de corrupción. Manipuló para que en medio de la campaña y de la mano de jueces amigos (aunque razones para ello no falten), se pudiera ver ante los estrados judiciales a De Vido y a Boudou. En el caso Odebrecht, el macrismo no puede ocultar su responsabilidad mayor, visto que su primo Calcaterra -dueño de Iecsa, empresa del grupo familiar Socma - Macri- está sindicado por sobreprecios en el soterramiento del Sarmiento. Curiosamente la lista con todos los empresarios corruptos que Brasil ofreció y a la que no se pudo acceder por demoras en la gestión del gobierno argentino -mientras otros nueve países sí pudieron hacerlo- se completó con la venta inmediata de Iecsa al grupo Pampa Energía, presidida por Mindlin, otro empresario amigo.
En la misma dirección, pretende quedarse con la bandera de la batalla contra la mafia sindical, tras la detención del ‘Pata’ Medina y la intervención de la UOCRA platense. Que lo haga con la venia y colaboración de Gerardo Martínez, “buchón” de la dictadura, secretario del gremio nacional desde 1990, corrupto y empresario amigo del presidente como antes lo fue el fallecido Momo Venegas, ofende al mínimo sentido común. Más allá de los votos que pretenda sumar, la medida es un llamado de atención para muchos de los dirigentes sindicales empresarios, que no se avengan a la negociación abierta para modificar los convenios y las condiciones laborales que Macri se comprometió ante los foros empresarios. No se trata de una avanzada contra la corrupción como enarbolan, sino de saber quién está de su lado para cerrar acuerdos propatronales. Se prepara ante la inevitable resistencia que la clase trabajadora viene protagonizando y la lucha que recorre todo el país en defensa del poder adquisitivo, de la democracia de base y contra cualquier otra arbitrariedad. La negociación abierta con viejos jerarcas como Lingieri, Rodríguez o Viviani, que saben de obsecuencia cuando no se les toca la caja, apunta a despejar cualquier medida de fuerza para que los trabajadores no encuentren en la calle el escenario que gobierno y oposición pretenden arreglar en el ministerio o en el parlamento. La postergación de toda medida al respecto resuelto en el Confederal de la CGT realizado el 3 de octubre, pone al desnudo los fuertes acuerdos y complicidad actual que cierran sectores de la cúpula sindical con el oficialismo.
Con el mismo sentido de polarizar y desgastar a la oposición kirchnerista se reinstaló la causa Nisman, luego de 33 meses, con los resultados de un peritaje efectuado por gendarmería que determinó que el fiscal fue asesinado por dos personas. Opuesto al informe del año pasado del cuerpo médico forense dispuesto por la Corte Suprema, que estableció el suicidio como causa de la muerte. Dos informes “calificados” y opuestos entre sí, que sirven como trofeos en las internas políticas, pero nunca para llegar a la verdad.  
Una propuesta correcta: Voto Bronca
Fortalecido ante un peronismo desgastado y dividido, Macri festeja anticipadamente los pronósticos de las encuestas, consciente de que la ex presidenta no cosecha más allá de sus propios seguidores. Ya arregló con sectores de la cúpula de la CGT y con algunos gobernadores e intendentes, más preocupados en dejar pasar el chubasco electoral antes que perder el control jurisdiccional. Luego del 22 de octubre se dispone a profundizar la segunda etapa del plan. Las reformas laboral, previsional, educativa e impositiva tienden en sentido regresivo a poner en correspondencia con los intereses de los grupos económicos el funcionamiento de la economía y los recursos humanos y naturales del país.
Pero el reconocimiento político - institucional que deviene de las urnas es efímero y no supone modificaciones en la voluntad de lucha que despliegan los trabajadores cuando se desconocen sus derechos y se afectan sus intereses. Allí está el germen de la inestabilidad y no solamente en el mandato que se incumple o viola sistemáticamente. Allí también están las razones del escaso entusiasmo que despiertan estas elecciones y el sentido de por qué es correcto el voto bronca, a sabiendas de que hay que estimular el auge de luchas y no enfriarlo con la esperanza de un lugar en el Congreso. Para estimular esa lucha, conjuntamente con el repudio a esta política, nuestro partido milita para que la bronca no se divida en las bases, ni se diluya en los distintos caminos que ofrece la gran burguesía con sus instrumentos.
La desaparición forzada de Santiago Maldonado en manos de la gendarmería puso al descubierto la funcionalidad de dicha fuerza represora en la deslegitimación del reclamo mapuche para respaldar petroleras y magnates del extractivismo en el sur patagónico. La resistencia y toma de colegios por los estudiantes secundarios porteños abrió un debate nacional sobre la reforma educativa inconsulta, que aviesamente se proyecta sobre otros estamentos educativos. Ambos conflictos, sin ser los únicos, fueron respaldados en las calles por miles de manifestantes, continuarán antes y después de las elecciones, y su legitimidad se consolida por fuera de la polarización planteada por el oficialismo. En ese marco el programa de lucha que une en la acción concreta a los distintos sectores del campo popular, deberá ser considerado para que al momento de su elevación política, se registre su empalme natural con la propuesta del voto bronca -no voto, voto blanco o anulado-, antes que forzar la ocupación de un lugar en la institución donde la burguesía logra esterilizar repetidamente todas las buenas intenciones.
Con ese punto de vista y con el mismo espíritu de lucha que rescatamos del Che al cumplirse los 50 años de su muerte, marchan las mujeres, camaradas y compañeras al Encuentro Nacional que se realiza en Chaco para debatir sobre sus derechos, compartir las experiencias de vida y enfrentar las políticas que las explotan, discriminan y matan. Van cargadas de verdades para expresar su bronca contra el ajuste, la desocupación y la pobreza que genera en beneficio propio el capital monopólico. Van para marchar hasta las puertas de la casa de gobierno haciendo oír el grito de rebeldía por la aparición de Maira Benítez y para terminar con los anunciantes de un bienestar que nunca llega.
En el mes del centenario de la Revolución de Octubre levantamos las banderas que fueron y serán la única salida para la clase trabajadora y los pueblos oprimidos del mundo.
Andrés Zamponi

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Miércoles, Octubre 11, 2017 - 23:00

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