Para derrotar a Macri apostar a la movilización popular I Y en estas elecciones, Voto Bronca

Se vota el 22 de octubre para renovar un tercio de los legisladores. Sus resultados no alteran la correlación de fuerzas existentes entre los bloques mayoritarios ni definen puestos ejecutivos. El gobierno aspira a mejorar los porcentajes obtenidos en las PASO, y desde allí consolidar un país que ajusta a muchos en beneficio de pocos.  Alardea con los porcentajes  de una economía que ‘sale’ de la recesión, con la apertura del crédito para viviendas en franjas medias y con el impulso a la obra pública a costa de un fenomenal endeudamiento externo, con jueces que aceleran expedientes contra la corrupción anterior y alineamiento pleno y servil con el gran capital. Pretende así esconder la realidad y presentar el “cambio” como parte de una “nueva política” pero que, en los hechos, forma parte de un libreto ya conocido y practicado en la década de los 90, responsable de una de las crisis económicas y sociales más profundas de nuestro país. 

Por el lado de la oposición,  Cristina Kirchner no remonta  su credibilidad más allá de los límites de su propia fuerza ni convence al fraccionado peronismo, luego del fracaso de una gestión que, al final de doce años, posibilitó el retorno de un desembozado neoliberalismo económico.

Por fuera de la disputa electoral, lo que predomina en determinadas franjas de trabajadores es un gran escepticismo. El agravamiento en las condiciones de vida, la desocupación, la baja salarial, la pobreza y la represión, constituyen una realidad que no se disipa con el “futuro” que promete el oficialismo ni con el pasado que reafirma la oposición. La crisis es política y económica, pero también del régimen político que se convirtió en una verdadera estafa a la voluntad popular. De tal forma que a poco de andar y por más que se elija el mal menor, muchos advierten que otra vez serán burlados en sus demandas. Los 34 años transcurridos en esta democracia demuestran que no se puede seguir delegando en quienes solo pretenden administrar el capitalismo dependiente sin modificaciones de fondo  ni afectar a sus beneficiarios, ni tampoco dejar de apostar al pueblo movilizado ni delegar en otros lo que debe ser representación directa, como única garantía de cambio real. No hay democracia con el solo hecho de votar ni tampoco es democrático prometer lo que después no van a cumplir.

Allí están las razones del bajo entusiasmo electoral y como contracara el aumento de luchas y movilizaciones que desde arriba se descalifican. El reclamo por la aparición con vida de Santiago Maldonado secuestrado por la gendarmería de Bullrich-Macri, la toma de colegios secundarios en Capital contra la reforma educativa, la heroica y larga huelga de los obreros del ingenio Ledesma contra la baja salarial y el multitudinario Encuentro de Mujeres a realizarse en Chaco el 14 de octubre por sus demandas y derechos vulnerados, no tienen nada que ver con las candidaturas ni resultados electorales, pero tienen sí mucho que ver con la unidad de acción y las luchas necesarias para enfrentar una política que pretende revalidarse y salir de la crisis empobreciendo al pueblo y entregando aún más los recursos de la nación. La rebelión es justicia.

Por eso convocamos al voto bronca, en blanco o no voto. En repudio a la farsa electoral y para que las luchas no se diluyan detrás de fórmulas o candidatos que se repiten por décadas. Las soluciones concretas siempre llegaron antes de la mano de la movilización callejera que de la acción parlamentaria donde siempre mueren las “buenas intenciones”. Antes y después del 22, vamos por mayor protagonismo popular en defensa del trabajo, contra la entrega, el ajuste y la represión y por un frente de acción política antimperialista y revolucionario. Mientras tanto voto bronca y rebelión.

En estas elecciones, Voto Bronca y rebelión: votá en blanco, anulá o no votes


PRML 06/10/2017