Macri, un equipo y sus grietas

Jueves, 12. Mayo 2016

La situación política es volátil, tal como se expresó en las urnas en noviembre pasado. Así como hubo acuerdos para pagar a los buitres con el apoyo del FpV, a los pocos días desacuerdan con la ley ‘antidespidos’. La conformación de un Consejo Económico Social multisectorial sugerido por la Iglesia es incompatible con las exigencias del ajuste. La inequidad en la distribución a la hora de pagar los costos del ajuste amplía el disconformismo social y expone las internas en el equipo oficial, ya sea entre Prat Gay y Sturzenegger por las altas tasas que benefician a los banqueros y castigan la producción, ya con Aranguren por los aumentos continuos de combustibles que benefician a petroleras en perjuicio del consumidor.
Pero más allá de la puja entre funcionarios, que fueron CEO de empresas o integrantes de fondos de inversión antes de asumir y ya no pueden ocultar los intereses que defienden, se ha roto la armonía entre los grandes grupos que apoyaron el cambio una vez agotado el modelo anterior, y ahora en el reinicio de un nuevo proyecto de acumulación disputan por la orientación del mismo. Es lo que reclama el grupo Techint, cuya producción de tubos de acero sin costura se desplomó frente a la crisis en el mercado internacional. A la vez presiona para que se le otorgue prioridad, en el abastecimiento del mercado interno, a sus tubos con costuras, frente al anuncio del plan de obras y construcciones públicas. El detonante concreto fue, en estos días, el inicio de la construcción del gasoducto licitado en 2007 por el gobierno de Córdoba con la provisión de tubos de origen chino. El apoyo público de la UOM de Campana, donde radica su planta Techint, en “defensa del trabajo argentino” habla de una disputa en las alturas que abarca también al sindicalismo burocrático ante el riesgo de una ola de despidos que ya se viene insinuando. Oportunamente el presidente de Fiat, Cristian Ratazzi, también amenaza con importar chapas planas utilizadas por las automotrices frente a los altos precios de la acería de los Rocca. Por lo cual la puja abierta no gira solo alrededor de un caso puntual como el gasoducto cordobés, sino que abarca el perfil productivo del plan donde el sector de la gran burguesía industrial reclama protección ante el avance de los productos importados, chinos en este caso, con precios de dumping. Respecto al tema de la matriz productiva y la corrupción, comentado más arriba, la obra del gasoducto de referencia de 2400 km fue adjudicada a las empresas Odebrecht (cuyo presidente purga 19 años de condena por corrupción en Brasil), Iecsa (propiedad del primo de Macri) y Electroingeniería (de Ferreira, socio de Zanini), conjuntamente con dos empresas chinas que financian y son proveedoras directas. El presidente seguramente otorgará los avales al gobierno de Córdoba, pero al mismo tiempo recibe la presión de la UIA que en una furibunda carta denuncia el tratamiento desigual a la vez que reclama estímulos para sostener el mercado interno y salir de la recesión. Disputa en las alturas que desmiente el desarrollismo autoproclamado por el gobierno, en la medida que tiene plena vigencia la bicicleta financiera con la venta de Lebac cuyo interés fue rebajado irónicamente de 38 a 37,5%, además de otros títulos y venta de dólares a futuro para beneficio de banqueros financistas y fondos de inversión.
Como toda salida a la crisis del capital monopólico el hilo se viene cortando por la parte más fina, reduciendo salarios y horas de trabajo, con suspensiones y despidos de trabajadores, independientemente de la ley que se pretende sancionar y del compromiso firmado con grupos empresarios, cuya sola instrumentación supone el reconocimiento de la emergencia laboral.

A.Z.

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Jueves, Mayo 12, 2016 - 15:15

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